27/10/15


Pasado el fin de semana y la festividad del 12 de octubre, la tranquilidad regresa a Sitges. Bueno, tranquilidad relativa, porque los cines siguen estando llenos, pero ya no hay las colas que se forman siempre los fines de semana, y que hacen que encontrar una entrada para cualquier película sea prácticamente imposible si no las han comprado por adelantado.

Yo, mientras, me preparo para la Jornada Asiática por excelencia del festival. En seguida entenderán por qué.


Mi día comienza pronto (lo que no es ninguna novedad) con el visionado de "Nowhere girl", la nueva película de Mamoru Oshii. Decir que cualquier tiempo pasado fue mejor es quedarme corto. No es que la peli esté mal (estudiante japonesa que ha sufrido un trauma e intenta recuperarse, pero las cosas no son lo que parecen y la barrera entre la realidad y la fantasía es cada vez muy tenue), es decir, es un cinta correcta. Pero al director de "Ghost in the Shell" y "Avalon" hay que pedirle mucho más.

Al menos es mejor que "Assault girls", la última película suya que vi, hace ya algunos añitos (mirando en imdb acabo de descubrir que en medio se ha ocupado de unos cuantos subproductos que, por respeto a lo que Oshii fue en su tiempo, y por respeto a mis propias neuronas, creo que nunca veré).


Seguimos con cine japonés, porque lo que viene a continuación es la segunda película de Sion Sono del festival, "Tag". Y si "Love and piece" era dulce y tierna, ésta comienza con la escena más salvaje que un servidor recuerda en mucho tiempo. Un delirio gore que ya por sí solo hace que la película merezca la pena.

Luego todo se suaviza, pero cuando crees que Siono se ha domesticado, vuelve a la carga con más violencia gratuita (y confusa). Así, la historia de una estudiante que sobrevive, al más puro estilo "Destino final", a un accidente que acaba con la vida de todas sus compañeras de clase, se va volviendo cada vez más extraña cuando la chica primero cambia de nombre, luego de cara, luego otra vez de cara, y la vemos en distintas encarnaciones que sólo tienen en común que al final alguien intenta matarla. Delirio marca Siono.


No hay dos sin tres, así que "Coin locker girl" es la tercera película asiática del día, en este caso proveniente de Corea. Cambiamos de tercio, ya que ésta no es una película de género al uso, sino un drama criminal sobre una joven que ha pasado toda su vida sirviendo a su "madre", que tiene un pequeño imperio criminal (presta dinero y, cuando no se lo devuelven, se lo cobra recolectando los órganos de los deudores y vendiéndolos en el mercado negro) pero que, cuando se enamora de un joven al que tiene que asesinar, tendrá que plantearse si cumplir la orden o revelarse contra su familia.

Es una excelente película, dura y muy bien hecha, sin concesiones al espectador. Además es de estas cintas que, cuanto más tiempo pasa, más cariño le coges, porque te das cuenta de hasta qué punto los personajes están bien definidos, las escenas de acción están muy bien insertadas y la trama en sí te mantiene con el corazón en un puño. Porque los coreanos no entienden el concepto de piedad, y no dudan en matar a cualquier personaje, por bien que te caiga, si es lo que toca en la trama.


"Helios" completa el póker de películas orientales. Está llamada a ser una de las cintas de acción del festival, pero mi gozo en un pozo. Porque a pesar de su premisa (criminales que intentar robar un arma nuclear portátil, mientras cuerpos de seguridad de varios países tratan de impedirlo) y de dos escenas majestuosas, lo cierto es que el grueso de la película son tipos en un despacho discutiendo cuestiones burocráticas.

Bueno, quizás no sea todo el tiempo así, pero sí que desperdician muchas escenas en conversaciones que no llevan a ninguna parte. Y si a eso le unimos un reparto coral y personajes con nombres imposibles de retener, pues eso, que admito que la mitad del tiempo no me enteraba de qué estaba pasando y sólo deseaba que alguien empezara a disparar.

Y ojo, que fui a ver "Helios" porque ya había visto "The Assasin" en San Sebastián...y sí, es una película china. Y que me aburrió tanto que ni siquiera hice crítica en su momento, así que imagínense (sólo la nombre en un post mucho más genérico).


El día ha ido así así, con más sombras que luces...hasta que llega el turno de "I am a hero". Peli, cómo no, japonesa. Adaptación del famoso manga sobre un dibujante que escapa de una invasión zombie. Estreno mundial en primicia. Y el resultado es...maravilloso. Increíble. Brutal. Junto a "The invitation", la película que más recordaré de Sitges 2015. Una gozada.

Es un blockbuster en toda regla, pero sin los errores en los que suelen incurrir otros blockbusters. Reúne cosas de cientos de películas y al mismo tiempo es original. Y tiene dos escenas tan espectaculares que, cuando salga en dvd, las veré una y otra y otra vez. Me refiero al momento en que se desencadena la invasión (una locura al estilo "Guerra Mundial Z"...pero bien hecho) y el clímax final, que es de estos que están hechos para que el público se ponga en pie y ovacione lo que está viendo.

Y ojo que no soy sólo yo. Aunque no me importe estar en minoría, me alegra saber que el resto de espectadores la han disfrutado tanto como un servidor, y que por eso le conceden el Premio del Público. Merecido no, merecidísimo.


Para rematar la jornada, ya en horario de madrugada, y como "Stung" (peli de serie B de avispas mutantes gigantes que se presentan en una fiesta en el campo. Es tonta, pero muy divertida) ya la vi en el "Frightfest", me decanto por "Cop Car". Y no, ninguna de las dos es asiática (ya hubiera sido demasiado).

"Cop Car" es una excelente peli con regusto ochentero, pero más madura y agridulce, sobre dos niños que roban el coche de policía...de un sheriff corrupto que tenía algo en el maletero. Kevin Bacon es el villano de la función y lo cierto es que da mal rollito. ¿Lo mejor? Que, aunque a ratos me parecían insoportables, los niños se comportan como niños. Lo que no es algo que se vea muy a menudo.

Es una gran manera de acabar el día, y no me extraña que Marvel ya haya fichado a su director, Joh Watts, para que se haga cargo del reboot de "Spiderman". Si lo hace la mitad de bien que en "Cop Cars", podremos darnos por satisfechos.