14/10/15


Cuando lean los siguientes párrafos, seguro que más de uno podrá llegar a pensar que estoy en nómina de Toho, la productora de la película "I am a hero". Ojalá fuera así, porque me encanta que me paguen (escribir en esta web da muchísimas satisfacciones, pero lo que es beneficio económico, más bien poco, si por poco entendemos nada). Pero tirando piedras contra mi propio tejado, creo que Toho estaría desperdiciando su dinero, porque ni siquiera el aliciente económico (y créanme, cuando hay dinero de por medio es posible ponerse muy creativo en cuanto a los halagos) podría hacerme hablar del film mejor de lo que ya voy a hacerlo gratis.

Quiero que entiendan una cosa. Me vuelvo viejo (39 tacos quizás no sea para llevar aún bastón, pero los niños ya me dicen "señor") y llevo ya miles de películas a las espaldas, lo que hace que el entusiasmarme en una sala de cine sea algo cada vez más complicado. Por eso cuando llega una película que me hace reír, que me deja con la boca abierta, que me ofrece dos escenas en concreto que recordaré toda mi vida y que me hace aplaudir con ganas, entonces tengo que ser pasional a la hora de poner por las nubes esa cinta.


Y, como supongo que ya han imaginado, es lo que sucede con  "I am a hero". La adaptación a la gran pantalla del famoso manga de Kengo Hanazawa (que por estos lares publica Norma Editorial) dirigida por Shinsuke Sato ("Gantz") y que ha tenido su estreno mundial precisamente en Sitges (de ahí que sólo haya una imagen, y tengamos que recurrir al manga para terminar de ilustrar el artículo). Y siempre podré decir que yo estuve allí para ser uno de los primeros en maravillarme con lo que sin duda es una de las mejores películas de zombis de la historia (los responsables de la serie "The Walking dead" harían bien en vérsela un par de veces. De los de "Fear the walking dead" ya ni hablo, porque esos lo que deberían hacerse es el harakiri).

Como pasaba con "Attack on Titan", no he leído el manga (sólo sus dos primeros tomos), de modo que no puedo saber hasta qué punto la adaptación es fiel al material original. Pero, valorándola como película, he de decir que es uno de los mejores blockbusters de la historia. 


Lo tiene todo: sentido del ritmo, drama, humor, personajes carismáticos, nunca se llega a hacer pesada y, para rematarlo, cuenta con uno de los mejores clímax de los últimos tiempos, un verdadero ejemplo de cómo hacer un final que esté a la altura de lo que el espectador ha visto hasta ese momento, y que le permita marcharse de la sala con un subidón de los buenos. Si a la salida los productores me llegan a pedir dinero para hacer la segunda parte, les hubiera dado mi tarjeta de crédito sin dudarlo (tampoco es que con ello fueran a llegar muy lejos, pero bueno, la intención es lo que cuenta).

"I am a hero" es la típica historia de zombis, con plaga que se extiende y protagonista pringadete que tendrá que acabar cogiendo el toro por los cuernos y demostrar su auténtica valía. En ese sentido no hay grandes novedades, la verdad. Pero mientras que otras cintas (o series, ejem...) tardan lo indecible en arrancar, aquí la acción comienza bastante pronto, y a partir de ese momento la cosa ya nunca decae. Los pocos momentos "intimistas" están tan bien colocados que no molestan, ayudan a la trama y permiten al espectador coger fuelle para lo que viene a continuación.


En una película que si no es perfecta, poco le falta, hay que hacer mención especial a dos escenas de esas que te dejan con la boca abierta: el momento en que se declara la plaga (o cómo mantener la tensión diez minutos, moviendo además la cámara todo lo necesario pero sin marear al personal) y el último acto de la peli, que parece un "más dificil todavía", en el que cuando crees que ya ha acabado todo, no, resulta que siempre queda un obstáculo extra.

Me lo pasé como un niño. Reí, vibré, aplaudí y ni siquiera me sentí cansado (después de un día en el que me he arrastrado por todas las salas, muerto de sueño). Disfruté como hacía mucho que no lo hacía, con una película pensada para el gran público de todo el mundo. Es una cinta amena de la que, como mucho, podrás decir que no te atrae el tema. pero no que esté mal hecha. Es cojonuda. Quiero que se estrene en salas comerciales y quiero verla otra vez. Es más,en cuanto acabe el festival retomo el manga. Así de ilusionado salgo de la sala, así de fan soy de la película.

Y ahora, señores de Toho, si quieren recompensar mi sincero entusiasmo con una gratificación económica, tampoco seré yo quien les haga el feo de rechazarlo...