21/10/15


La edición de este año del Festival de Sitges, a pesar del alto nivel de calidad de sus películas, no será recordado precisamente como el año del cine asiático. Más allá de las adaptaciones de mangas, como "I am a hero" o "Parasyte", lo cierto es que la cosecha del 2015 ha sido bastante pobre, sobre todo si la comparamos con las de años precedentes ("Veteran", por lo que me cuentan, es una maravilla, pero como no la vi no puedo opinar).

El título que nos ocupa, "Helios". ejemplifica a la perfección lo descrito en el párrafo anterior. A priori estaba llamado a ser la gran película de acción asiática del festival (su trailer así lo promete) pero, a la hora de la verdad, lo cierto es que se queda en tierra de nadie, con una trama demasiado complicada en la que hay muchas escenas de gente sentada en sillones, discutiendo, y muy pocas de tiroteos y peleas varias, que en el fondo es lo que todos queríamos ver.


La trama se centra en una poderosa arma nuclear que ha sido robada en Corea del Sur por los hombres del famoso criminal llamado "Helios", cuya identidad nadie conoce. La policía logra interceptar el artefacto, pero los problemas empiezan cuando agencias de varios países quieren tomar posesión del mismo. Así que en vez de luchas entre policías y criminales, lo que tenemos son gestiones políticas que invitan al bostezo y en las que, o yo soy muy idiota, o realmente resulta fácil perderse y no saber quién está hablando de qué.

Porque, por si fuera poco, los protagonistas de la película (bastante coral) tienen todos una doble intención, que hace que los engaños, las trampas y las traiciones estén a la orden del día. Pero claro, cuando los cambios de opinión, las acciones no del todo claras y los actos inesperados se suceden uno detrás de otro, terminas por no saber bien qué está pasando, y sólo deseas que alguien empiece a pegar tiros para al menos así animarte un poco.


Todo sea dicho, las escenas de acción del film son espectaculares (sobre todo la primera vez que los criminales son acorralados). El tiroteo, como suele suceder en el cine procedente de Hong Kong, es un prodigio de planificación, y durante diez minutos vibras en la butaca, deseando que esto sea una peli de John Woo y que el clímax no termine nunca. Por desgracia los directores Longman Leung y Sunny Luk tienen otras intenciones distintas, y parecen más interesados en la trama política que en la acción propiamente dicha. Nuestro gozo en un pozo.

Por si fuera poco, y después de una sorpresa final que, para qué negarlo, se veía venir, la película no acaba. Así es, todo queda en el aire, no hay resolución de la historia, sino que asistimos a un "continuará" que, más allá de desear que realmente se haga la segunda parte (porque si no sí que habrá sido una auténtica tomadura de pelo), te hace plantearte si realmente era tan difícil darle una conclusión satisfactoria al relato, y luego que la taquilla marque el futuro de la franquicia.


"Helios" ha sido, como se puede apreciar, una gran decepción. Ni la presencia de Jacky Cheung (que encarna al personaje más carismático de la función) ni de la bellísima Janice Man son alicientes suficientemente poderosos como para salvar una película que da gato por liebre, ya que prometía algo muy distinto a lo que finalmente ofrece.

De todos modos no pierdo la fe en el cine asiático, que tan buenos momentos me ha hecho pasar. Quizás este no haya sido su año, pero confío en que Sitges 2016 servirá para volver a poner las cosas en su sitio.