10/11/16


Es un problema generalizado (ahí está la saga de "La jungla de cristal" para demostrarlo), pero siendo sinceros sucede sobre todo con las películas de terror. Por bueno que sea el film original, cuando se convierte en una franquicia tarde o temprano todo termina saliéndose de madre. Freddy Krueger empieza dando miedo mientras acecha a sus víctimas en el mundo de los sueños y terminas viéndolo montado en una escoba, como si fuera una bruja (lo que también da miedo, pero de otra clase). O al principio te mantiene en tensión todo lo que sucede en Crystal Lake y al final acabas viendo a Jason en el espacio, matando a una chica mientras la golpea con un saco de dormir...ocupado por otra muchacha. Sin comentarios.

Pero el problema es cuando, no contentos con pervertir las franquicias, sus responsables empiezan a tener ideas peregrinas sobre cruzarlas con otras franquicias para ver si así logran aumentar los beneficios. Y entonces es cuando llegan cosas como "Jason vs Freddy" o "Aliens vs Predator" y uno ya no sabe si reír o llorar (¿para cuando un "Chucky vs Puppet Master"?)


Claro, hasta hace poco daba la sensación de que esta clase de cosas sólo podían pasar en Hollywood. Pero entonces llegan los japoneses (por los que siento...sentía mucho respeto) y se marcan un "Sadako vs Kayako", o lo que es lo mismo, "Ringu vs Ju-on" y te das cuenta de que la situación es universal. 

Lo peor es saber que todo comenzó como una broma, una ida de olla para descolocar a los fans. Pero entonces los frikis (que a veces somos lo peor) empezaron a interesarse realmente por el proyecto y los productores, que no son tontos, se dijeron "¿y por qué no?". Es decir, si la gente realmente estaba dispuesta a dejarse el dinero en taquilla para ver semejante bizarrada, ¿quiénes son ellos para negarle al público sus deseos...y de paso engordar sus bolsillos? Pues dicho y hecho, se pusieron manos a la obra sin perder tiempo, no sea que a la gente se le pasara de pronto la bobería.


Que es un producto hecho deprisa y corriendo, pensando sólo en la taquilla (y no motivado porque a alguien se le ocurriera una manera brillante de cruzar las dos sagas) es algo que creo que está más allá de toda discusión. Porque no se crean que se han comido mucho la cabeza pensando en cómo enfrentar a ambos iconos del cine de terror japonés.

La trama (si no quieren enterarse, SPOILER ALERT, salten directamente al siguiente párrafo) cuenta la historia de unas chicas que ven la cinta maldita de marras, mientras paralelamente otra jovencita se adentra en la casa de "Ju-on" (o "The grudge", o "La maldición", o como prefieran llamarlo). O sea, lo de siempre. Ambas historias avanzan cada cual por su lado durante la primera hora, hasta que en la parte final se unen porque a un nota exorcista (acompañado por una niña ciega muy cool, lo mejor de la función) se le ocurre que la mejor manera de contrarrestar ambas maldiciones...es hacer que Sadako y Kayako se enfrenten la una a la otra. Vamos, que los afectados por cada una de las maldiciones se expone a la otra, y ya si eso que las fuerzas sobrenaturales se marquen un conflicto diplomático sobre quién tiene preferencia a la hora de matar a las víctimas.


Lo sé, es delirante. Y creo que sus responsables también se dan cuenta de que la cosa no tiene ni pies ni cabeza, porque no hacen ningún esfuerzo por crear un clima de auténtico terror. "Sadako vs Kayako" funciona a ratos casi como una comedia (y no uso el término "involuntaria" porque, insisto, creo que el film tiene el tono exacto que pretendían darle). Un divertimento, una fiesta para los fans de ambas sagas, más pendientes del momento en que los dos monstruos se crucen (que la cosa se hace de rogar, por desgracia) que de la trama o de los supuestos protagonistas, que no podrían importar menos.

Ver "Sadako vs Kayako" teniendo en mente la primera y excelente "Ringu" o la un poco peor pero bastante interesante "The Grudge" (aquí ya no sé si usar el término "la primera", que su director Takashi Shimizu hizo la misma peli...¡seis veces! Sí, eso da para otro artículo...) es una pérdida de tiempo. Porque aquí estamos jugando a otra cosa. A una celebración, un chiste con reminiscencias "meta" destinado a todos los que ya entendemos que ambas franquicias han quemado todos sus cartuchos y que el único camino posible es convertirse en parodias de sí mismas.


Teniendo eso en mente, sí, la película es entretenida. Aunque, como decía, hecho en falta que vayan más a saco. Es decir, de perdidos al río, y ya que es imposible tomarse la trama en serio, al menos me hubiera gustado disfrutar de la pelea entre los entes más tiempo, y no sólo en una parte final que, todo sea dicho, deja las cosas preparadas para la inevitable secuela.

Que la habrá, de eso no tengan ninguna duda. Y servidor irá a verla. Porque "Sadako vs Kayako" es mala, es absurda, pervierte el material original...pero qué diablos, como si en el fondo no nos encantaran esa clase de cosas...