17/3/16

 
A estas alturas de siglo la práctica totalidad de la población mundial reconoce a Darth Vader, y me aventuraría a decir que también al resto de la plantilla de la trilogía clásica (Han, Luke, Leia…Chewbacca… los droides…).
La cosa empezaría a fallar con algunos personajes de la trilogía de las precuelas, que por mucho que tenga a uno de los personajes más molones y mas desaprovechados de la historia, Darth Maul, quizá no todo el mundo recuerde su nombre. Y luego ya entramos en la categoría “o eres muy fan de la saga o simplemente eres un niño que retiene toda la información de todas las series de dibujos”, que es donde encontraríamos a Kanan, personaje de la serie animada “Star Wars Rebels” y del que no sabíamos nada más que lo mostrado en dicha serie… hasta ahora.
Pese a que estamos hablando de una de las series con las que Marvel empezó su línea Star Wars a comienzos del año 2015, y que Planeta Comic empezó a publicar en nuestro país menos de un trimestre después, en este caso hemos tenido que esperar 12 interminables meses para leerla en la lengua de Cervantes, si bien el formato elegido para su publicación ha sido el tomo recopilatorio y no la grapa como se ha hecho con todas y cada una de las series publicadas hasta ahora.
Pero hablemos de la serie en sí, en la cual nos encontramos a un menudito Kanan, cuyo nombre real es Caleb Dume, en su etapa padawan bajo el manto de su mentora Depa Billaba y con los que viviremos en primera persona ese fatídico momento conocido como ORDEN 66 y que supone unos de los pocos momentos salvables de las precuelas.
Así, nos encontramos ante la típica historia “yo soy rebelde porque el mundo, o el Imperio, me hizo así” y en la que se trata de forma magistral el tema de las alianzas, amistades, enemistades y/o traiciones que todos nos encontramos en algún momento en nuestra vida y él como todas y cada una de ellas nos marca el camino a seguir, ya que descubres como quien menos te esperas que te brinde ayuda lo hace y en quien mas confías puede venderte al mejor postor. Dicha infancia de Kanan ocupa cinco de los seis primeros números que componen el tomo, dejando el último para hechos narrados en el presente que evidentemente guardan relación con lo narrado anteriormente. 

Greg Weisman no brilla a los guiones, pero deja una lectura amena y entretenida aunque en cierto modo previsible. Pepe Larraz a los lápices ya es otro cantar, con un dibujo espectacular y limpio, con los personajes perfectamente definidos, mostrando en todos ellos gestos y expresiones perfectas independientemente de la raza a la que pertenezcan y al que se echa de menos en el número #6 y que habría cerrado un tomo perfecto. Las portadas de todos y cada uno de los números corren a cargo de Mark Brooks, pero, como no, desde TodoOcio3D nos quedamos con la versión infantilizada (aun mas) de nuestro mesías: Skottie Young .
La periodicidad de la colección a nivel nacional queda en entredicho, ya que en la edición americana nos encontramos en el número 12, si bien tienen el material necesario para publicar el segundo tomo recopilatorio sin problemas este mismo año.