20/10/15


Si buscan en el diccionario la expresión "bizarrada", seguro que al lado encuentran un fotograma de la película "The Virgin Psychics", la última locura de Sion Sono presentada en Sitges, y que completa el trío de films inclasificables del genial director japonés: la familiar y delirante "Love and piece", la extraña y delirante "Tag" y ésta que nos ocupa, "The Virgin Psychics", que es, ante todo...pues eso, delirante.

Uff, a ver cómo les explico yo el argumento, que tiene tela. Resulta que por una de estas extrañas alineaciones planetarias, o algo por el estilo, una serie de personas reciben poderes como telequinesis, telepatía, teletransportación...  Lo que tienen en común nuestros protagonistas es que todos son vírgenes y que en el momento en que se otorgaron los poderes...se estaban masturbando.


Esperen, que aún hay más. Porque entonces aparece una organización que se dedica a reclutarlos, formada por un expresivo jefe y su ayudante, capaz de leer el futuro a todo aquel que le esté mirando las tetas (sí, va en serio) y que reúne a los "Vírgenes psíquicos" para que luchen contra las amenazas de otras personas que también han recibido poderes: a saber, una lesbiana que intenta capturar a toda chica que le guste y sustituirla por una copia, una mujer capaz de convertir en muñecas hinchables a esas copias, otra cuyo poder consiste en cambiar los recuerdos de las personas que tiene a su alrededor y mezclarlos...

De modo que al final lo que tenemos es una mezcla de "X-Men" con las comedias de Pajares y Esteso, con jovencitas (espectaculares todas ellas) quedándose en ropa interior cada dos por tres, nuestro protagonista teniendo erecciones a cada instante, uno de los secundarios usando su poder de telequinesis para darse placer... Lo peor del caso es que, de tan absurdo que es todo, resulta divertidísimo.

Y aunque habitualmente en estas críticas no subimos clips de la película, voy a hacer una excepción porque creo que necesitan ver por ustedes mismos de qué les estoy hablando.


Perdí casi cuarenta minutos de película intentando encontrarle sentido a lo que estaba viendo, hasta que caí en la cuenta de que es una paranoia tan grande (y tan jodidamente buena) que lo importante es disfrutar de cada secuencia, sin intentar pensar en la trama general (que la hay, sí, pero es tan tenue que en el fondo es lo de menos). Pensar qué nueva barrabasada se le ha ocurrido a Siono y de qué forma piensa sorprender al personal.

Pero, en serio, no pierdan ocasión de verla. Sobrios o borrachos, eso da un poco igual. Porque un film en el que los fetos hablan entre sí en el vientre de sus madres, decidiendo ya desde antes de nacer que serán pareja y que se reconocerán por una pegadiza melodía, en el que la profesora más sexy de la escuela acaba vistiendo ropa bondage o en el que la ciudad entera se termina entregando a una especie de orgía colectiva, con todo el mundo quitándose la ropa por doquier, no es algo que se vea todos los días.


Lo mejor del caso es que, investigando sobre el tema (ya les digo que "The Virgin Psychics" me ha apasionado de un modo que ni yo mismo entiendo), he descubierto que no sólo está basado en un manga, sino que hace un par de años ¡¡hubo una serie de televisión!! Mejor aún, ¡casi todos los protagonistas de la serie repitieron su papel en la película! Y aún hay más, ¡el propio Sion Sono dirigió la mitad de los capítulos de la serie!


Ya tengo plan para el fin de semana. Si dos horas de "The Virgin Psychics" me fliparon, no quiero ni pensar el efecto que tendrá en mí 13 horas de material...