12/10/15


En 2013, Eric England sorprendió a los aficionados al cine de terror con la agobiante “Contrated” una cinta donde una joven contraía una terrible enfermedad durante una noche de sexo con un desconocido. Aunque más terrible que la enfermedad y sus síntomas sería el resultado final.

SPOILERS A CASCOPORRO DE LA PRIMERA PARTE A PARTIR DE AQUÍ


En “Contracted” veíamos de primera mano lo que vinieron a llamar una enfermedad de transmisión sexual con efectos necrotizantes, vamos, que al final la víctima acababa convertida en un zombi. Con todo lujo de detalles éramos testigo de cómo sus órganos internos se pudrían, se le caía el pelo, las uñas, los dientes, los gusanos empezaban a aparecer por debajo de la piel y la sangre brotaba por todos sus orificios… por todos. La escena final es de lo más brutalmente impactante que recuerdo haber visto.

Pues bien, para mi la cinta tenía un final cerrado y bastante digno, si bien es cierto que podía dar para más películas ambientadas en este marco “realista” de ficción. Así en 2015 se ha filmado “Contracted: Phase II”. Tras las cámaras tenemos a Josh Forbes, que debuta así en la dirección de un largo tras haberse fogueado con tres cortometrajes.


Matt Mercer protagoniza esta secuela repitiendo su papel de Riley, un pobre diablo que se topó con la paciente cero, así que en esta segunda entrega de lo que seremos testigos es de los primeros pasos de la expansión (imagino que ya se habrán puesto manos a la obra con la tercera y presumiblemente última parte) de esta zombificación, pero abriendo muchos frentes. Tendremos al CCE de Estados Unidos intentando averiguar que está pasando, a la policía buscando a los sospechosos de los crímenes y a Riley tratando de dar a su vez con el primer portador.

La cinta apenas dura 70 minutos (quitando los títulos de créditos donde hay una pequeña escena, avisados estáis) que se pasan en un pis pas y durante los cuales veremos un buen número de escenas grotescas y bastante desagradables no aptas para estómagos débiles. Y es que Riley pondrá todo su empeño en no seguir los pasos de su desafortunada amante. No estamos ante una película de zombis al uso, más bien la definiría como un thriller de terror que deja con ganas de más.


Para quitarse el sombrero, por cierto,  lo bien aprovechados que están los 200.000 dólares con los que se rodó la película. El maquillaje, la iluminación (se carece de las escenas nocturnas XD) y todo el apartado técnico.

La escena final es para no parpadear.Menudo clímax intenso de pelotas que nos brindan. Yo quiero más para saber cómo sigue la cosa.