25/9/15


Cuando el año pasado ya se veía claro que le iban a dar el Oscar, Julianne Moore debería haber avisado a la Academia de que mejor esperaran un añito más. Que si les gustaba su enferma de alzheimer, podía superar la jugada haciendo de policía lesbiana que se muere de cáncer y lucha por los derechos de su pareja. Un papel en el que ella está igual de bien (o incluso mejor) y que es mucho más oscarizable.

De eso trata "Freeheld", enésima adaptación de una historia real, en el que el personaje de Moore lucha para conseguir que el departamento de policía le conceda su pensión a su pareja (una gran Ellen Page, que poco después del rodaje salió del armario), algo que en principio los políticos no están dispuestos a concederle, ya que es una prerrogativa sólo para cónyuges. Y, en el momento de los hechos, las parejas homosexuales aún no podían casarse.


No me malinterpreten."Freeheld" tiene una factura técnica impecable y actuaciones de primer nivel (la dirección, sin embargo, no pasa de ser simplemente funcional. Pero es que su responsable, Peter Sollet - responsable de la maravillosa "Nick y Nora", todo sea dicho - ni siquiera intentó disimular en la rueda de prensa su labor como director de encargo). La historia está muy bien contada, y siempre es de agradecer que salgan películas que sirvan para concienciar a la audiencia sobre la discriminación que aún sufren los gays y lesbianas y el camino que aún queda por recorrer.

El problema es que, del mismo que ya les digo que la película está muy bien y no tiene ningún fallo evidente, tampoco posee nada que la haga destacar del resto. En serio, ya nos conocemos el percal. Todas estas películas son iguales, sabes qué va a pasar, cuándo y por qué. Sabes en qué momento cada personaje tendrá su minuto de gloria. Te imaginas qué va a suceder con cada uno de ellos, cómo van a reaccionar, si cambiarán su forma de pensar. Está todo medido, calculado al milímetro.


No pretendo ser cruel, pero, siendo sinceros, con menos presupuesto y peores actores, estaríamos hablando de un telefilm de Antena 3 de los que ponen en la sobremesa los fines de semana. Afortunadamente para sus responsables ahí están Julianne Moore y Ellen Page para marcar la diferencia. Aunque también me temo que en unos años nadie se acordará de esta película.

Al final, lo que más he agradecido como espectador es que"Freeheld" le ofrezca al estupendo Michael Shannon la posibilidad de variar de registro y demostrar que es un excelente actor que sabe hacer más cosas aparte de bordar los papeles de villano. El suyo me parece el mejor personaje de la función, en tanto que a priori no es tan agradecido como el de las dos protagonistas (si al talento de Julianne Moore le añades lo de aparecer calva por culpa de la quimio, pues eso, que si no se lo llegan a dar el año pasado,este año tenía estatuilla asegurada) pero está lleno de matices que el actor aprovecha para lucirse.


También agradezco la aparición de un Steve Carell por quien admito que siento debilidad, y que aquí es el contrapunto cómico de la película. Lo curioso del caso es que en la rueda de prensa el director aseguró que la persona real en la que se basa el personaje de Carell es muchísimo más histriónico, y que en el plató se quejaba de que Carell se estaba conteniendo, y que tenía que ser mucho más "loco" y dejarse llevar. Teniendo en cuenta que su actuación ya bordea el límite de la parodia, estoy contento de que no le hiciera caso.

Cuando se estrene en salas comerciales, estoy convencido de que el marketing engrandecerá temporalmente a "Freeheld", con el consabido debate sobre los derechos de gays y lesbianas y el factor añadido de la confesada homosexualidad de Ellen Page (no digo que la revelación haya sido algo calculado, Dios me libre de ser mal pensado, pero teniendo en cuenta que la actriz también ejerce de productora de la película, lo cierto es que hay un punto extra de publicidad innegable). Pero luego todo se desinflará y las aguas volverán a su cauce.


Aún así, la recomiendo. Porque es una buena película, porque está bien contada, porque es entretenida y la historia en la que se basa (con fotografías reales de las protagonistas durante los títulos de créditos finales, como mandan los cánones) es de lo más interesante. Pero tampoco le pidan mucho más. Si lo que buscan, por ejemplo, es algo original, entonces se han equivocado de película. Pero bueno, no se puede tener todo...