27/8/19


Supongo que sucede con todas las cinematografías, pero en el caso de las películas francesas siempre he tenido la sensación de que, por lo general, o resultan ser una obra maestra o un coñazo insoportable. Sin término medio.

No tengo nada claro a qué bando pertenecerá "Vif-Argent", el debut en la dirección de Stéphane Batut, porque su punto de partida es intrigante, pero mi sentido arácnido no deja de pitar. La película sigue a Juste, una especie de fantasma que recopila los últimos recuerdos de las personas, que sólo él es capaz de ver, antes de ayudarles a entrar en la otra vida. Ese es su día a día...hasta que se cruza con Agatha, una chica que asegura conocer a Juste del tiempo en el que él aún estaba vivo.

Lo dicho, obra maestra o castaña.


La película fue muy bien recibida en el Festival de Cannes por "su audacia poética y su romanticismo intemporal". Que cada uno saque sus propias conclusiones y decida si quiere arriesgarse a verla.