28/6/16


Obviamente esté artículo está repleto de spoilers de la sexta temporada. Si aún no la has visto y no quieres que te chafen alguna que otra sorpresa, yo que tú elegiría otro artículo de esta web, que hay muchos y muy interesantes.

Anoche se acabó la sexta temporada de "Juego de tronos". La primera de la era post-Martin, es decir, que por fin los fanáticos de los libros ya no podían chafarte las sorpresas contándote lo que en teoría iba a pasar (que las temporadas anteriores tampoco seguían fielmente a los libros, pero sí en un ¿75-80%?)

Ocurrió lo que todos sabíamos: que la serie terminó por adelantar a los libros (en serio, ¿hay alguien que realmente creía que Martin publicaría su "Vientos de invierno" antes de abril? Yo tengo serias dudas de que vaya a salir en 2016...). Y la pregunta es, ¿ha estado la temporada a la altura de las circunstancias? ¿Se ha notado la falta de una guía detallada a la que ceñirse? ¿Los capítulos han sido mejores al contar Benioff y Weiss con la libertad de hacer lo que les viniera en gana? 

Uff, es algo difícil de responder, y no creo que exista una única verdad. De modo que, como siempre hago, expondré mis opiniones personales.


Vaya por adelantado que no soy un fanático de los libros. Lo que equivale a decir que los tengo en mi estantería pero, aquí entono el mea culpa, aún no me he puesto del todo al día con ellos. De modo que no me rasgo las vestiduras por los cambios que desde siempre ha habido entre la serie y los libros. Los disfruto ambos por igual, entendiéndolos como dos versiones de una misma historia (supongo que ya estoy acostumbrado, dado que ésta es una práctica muy extendida en el mundo del manga-anime; "Ranma 1/2" manga y "Ranma 1/2" serie - ay, qué tiempos - no tenían nada que ver, pero los dos eran magníficos, por poner un ejemplo).

Dicho esto, la gran duda que creo que todos tenemos es saber hasta qué punto Martin ha metido mano en las tramas de esta temporada. Cómo de profunda fue la conversación que mantuvo con los guionistas y hasta qué punto les contó detalles de la novela. Me temo que eso es algo que sólo podremos saber cuando tengamos el sexto volumen de la saga en nuestras manos. Lo que sí tengo bastante claro es que la serie no va a influir lo más mínimo en la novela. Martin va a hacer lo que le dé la gana, independientemente de lo que se haya visto en la pequeña pantalla. Ni creo que vaya a variar detalles para parecerse más al trabajo televisivo, ni tampoco cambiará cosas sólo para enmendarle la plana a los guionistas y recuperar el factor sorpresa. Seguirá con su plan preestablecido, se parezca a lo visto en televisión o no... lo que me parece genial.


Por tanto, tenemos que evaluar la sexta temporada por sí misma, sin entrar en comparaciones. Y aquí es donde empieza el problema. Porque hay quienes opinan que se nota la falta del padre literario de la criatura, y que la serie ha perdido un poco su rumbo, mientras que existe otra facción que cree que "Juego de Tronos" por fin ha remontado el vuelo después de una quinta temporada más aburrida.

Entiendo a ambas partes. Es difícil saber cómo continuar una historia a la que Martin le ha dedicado décadas de su vida - sin presión, vamos -. Pero también es cierto que las dos últimas novelas eran bastante más flojas, señal de que el propio autor estaba perdiendo algo de fuelle (resulta sintomático que para adaptar "Tormenta de espadas" fueran necesarias dos temporadas, y que en una sola se quitaran de encima dos libros...y aún sobrara algo de metraje).


Mi valoración personal está a medio camino de ambas posturas. Lo que equivale a decir que, en mi opinión, "Juego de Tronos" se ha convertido en una serie mucho más previsible. Pero al mismo tiempo los guionistas han hecho lo que tenían que hacer: empezar a acotar las interminables historias abiertas por Martin y despejar el camino para el gran final, librándose de numerosos actores secundarios y poniendo énfasis en los verdaderos protagonistas.

¿Previsible has dicho? Sí. Piénsenlo bien: atrás quedaron los momentos como la muerte de Ned Stark o "La boda roja". La temporada arranca con la esperada resurrección de Jon Snow (¿alguien creía de verdad que no volvería?) y a partir de ese momento el mapa de tramas es un sota, caballo y rey. Sí, hay complicaciones (si no a ver cómo llenamos diez capítulos), pero al final todos los héroes, sin excepción, triunfan. 


Varios ejemplos. Está claro que Ramsay ha sido especialmente detestable para que le cogiéramos aún más manía, hasta el punto de que cuando llega el momento de "La batalla de los bastardos" estaba bastante claro cómo iba a acabar la cosa. Por su parte Daenerys se pierde, la capturan, los esclavistas intentan recuperar el control de sus ciudades...y al final, dragones al vuelo, Hijos de la Arpía chamuscados y a conquistar Poniente con tu ejército.

La historia de Arya tampoco fue lo que se dice especialmente original. Entrenamiento, caída, auge, momento crítico, batalla decisiva y al final recupera su identidad (y su espada) y da comienzo a su ansiada venganza. Por no hablar del regreso de El Perro, tan aplaudido como innecesario. ¡Incluso lo que pasa con Cercei se ve venir a la legua! Es decir, se pasan toda la temporada puteándola (ahora su hijo se hace amigo de los fanáticos religiosos, ahora mandan lejos a Jaime, ahora no le dejan defenderse con el "juicio por combate"...) y cuando llega el final, pues sucede lo que todos esperábamos: que se venga a lo bestia. Es más, la historia está tan bien construida (guión de manual) que, aunque es una de los personajes más antipáticos de la saga, cuando al final se libra de todos sus enemigos no puedes evitar sonreír. Porque, qué coño, se lo ha ganado.


(Todo es tan previsible que hasta la revelación sobre el origen de Jon Snow es lo que sabíamos desde el principio. Se agradece que no hayan intentado sacarse de la manga algo absurdo sólo para dárselas de original, pero vamos, que tampoco me cogió especialmente por sorpresa saber quién fue su madre).

Sorprendente hubiera sido que Jon Snow permaneciera muerto. O que Ramsey ganara. O que a Tyrion le devorara un dragón. Pero los guionistas optan por atar los cabos para dejar satisfechos a los espectadores. Salen vivos y triunfantes los que queríamos que lo hicieran. Lo que por una parte mola, pero por otra hace que se resienta ese elemento de "todo puede ocurrir" que hasta ahora había acompañado a la serie.


Claro que, como decía, si yo hubiera sido el guionista de "Juego de tronos", creo que habría cambiado muy pocas cosas. Porque esta sexta temporada (con sus momentos álgidos y sus momentos aburridos, que también los tiene) es, en cierto modo, una temporada de transición. De colocar las piezas en el tablero de ajedrez. Prepararlo todo para el gran final. Acabamos con Daenerys cruzando por fin el océano, con Jon Snow proclamado "Rey del Norte" y Cercei ocupando el Trono de Hierro (y los Caminantes blancos acercándose pasito a pasito, no nos olvidemos). A partir de ahí, tocará empezar a darse de hostias.

Creo que la labor de David Benioff y D.B. Weiss en "Juego de Tronos", como creadores de contenido original, dependerá mucho de lo que hagan en las dos últimas temporadas (de siete y seis capítulos...si logran ponerse de acuerdo con los actores que, viendo que sus contratos acaban en la séptima temporada, han decidido que es hora de renegociar sus contratos para la última tanda de episodios. Vamos, lo que todos haríamos). 


Es decir, me parece admirable cómo han cogido la novela-río de George R.R. Martin y la han sabido llevar a su terreno. Pero ahora se les presentan dos opciones: volver a sorprender al espectador y que todos tengamos de nuevo esa sensación de que cualquiera puede morir en el momento más inesperado... o tirar directamente por el camino fácil y montar un tercer acto made in Hollywood. 

¿Lo fácil? Montar un final en el que Cercei y Jaime mueren (a la primera la podría matar Arya; al segundo, con gran tristeza, Brienne), una batalla de vivos vs Caminantes Blancos (con victoria de los primeros) y Jon Snow casándose con Daenerys, para repartirse el trono y todos contentos. Sólo espero que no sea lo que tienen pensado. Sí, sería satisfactorio...pero previsible (again). Y lo mejor de "Juego de Tronos" siempre ha sido ese principio de que las batallas no las ganan los más nobles, sino los más inteligentes. Que no siempre es lo mismo.

En cualquier caso, todo esto entra en el terreno de las conjeturas. Habrá que esperar un año a ver cómo continúa la cosa. Y quizás, sólo quizás, podamos entretenernos antes leyendo el sexto libro de Martin...


(Por cierto, no me resisto a comentar, como bonus track, el momentazo "Hold the door/Hodor". Primero, tengo curiosidad por saber si el escritor usará la misma explicación del origen del nombre en la novela. Y segundo...uff, es de estas cosas que caminan por el fino hilo que separa la genialidad de la estupidez. Yo aún no termino de decidirme por cuál decantarme. Sólo sé que si lo hubieran hecho en otra serie, las burlas durarían décadas, para qué negarlo)


(Bonus track 2: A Rickon alguien tendría que haberle mostrado el dvd de "Prometeus", para que  viera a Charlize Theron y entendiera la importancia de aprender a correr en zig zag)


(Bonus track 3: cuando acabe la serie quiero spin off de Lyanna Mormont. He dicho. O si no, que al final los mate a todos y se quede ella con el Trono de Hierro, que se lo merece. Pedazo de crack que está hecha la niña)