5/3/16


Como ya hicimos con "The invitation", seguimos recuperando reseñas de películas que ahora vuelven a estar de actualidad gracias a la 13ª Muestra Syfy. convenientemente revisadas y actualizadas.

A finales del año pasado se estrenó en Estados Unidos "The green inferno", de Eli Roth y ayer, 4 de marzo de 2016, se pudo ver en España en pantalla grande en la 13ª Muestra Syfy. Datos ambos que no tendrían mayor trascendencia de no ser por el hecho de que un servidor ya la pudo ver en el festival de Sitges. Pero no en la edición de 2015 ni la de 2014...sino en la de 2013.


¿Y a qué se ha debido el retraso? Por una vez, y sin que sirva de precedente, no tiene nada que ver con la calidad de la película (de lo más entretenida). No es como el "Accidental love" de David O. Russell, que tardó siete años en estrenarse, con un re-montaje tan brutal que el director prefirió usar un pseudónimo confiando en que nadie se fijara en que una vez estuvo vinculado a semejante despropósito.

No, en este caso "The green inferno" ha sufrido la maldición de los entresijos legales. ¿Conocen la historia de "The man who killed Don Quixote" de Terry Gilliam? (si no es así, les recomiendo que vean "Lost in La Mancha", una gran joya del séptimo arte que documenta el rodaje más gafado de la historia) El director sigue queriendo rodar la película, pero su mayor problema es que no está claro a quién le pertenecen los derechos. Hay un lío tan gordo que a saber cómo acaba todo.

Pues aquí no sucede exactamente eso...pero casi. Para resumir (que no es cuestión de aburrir al personal con cuestiones técnicas), Christopher Woodrom, director ejecutivo de Worldview Entertainment, se comprometió a poner dinero para la publicidad de la película (carteles, anuncios...esa clase de cosas). Lo malo es que, bueno, que le despidieron, y su sustituta no parecía tener la misma fe en "The green inferno". En resumen, que no hubo campaña publicitaria, y sin eso la distribuidora como que no tenía mucho interés en estrenar una cinta que parecía "El club de la lucha" en términos de secretismo.


Debo admitir que me alegró mucho saber que el jaleo legal que se traían finalmente terminara por solucionarse (Eli Roth contaba en una entrevista que había como cuatro abogados mandando emails sobre el tema todos los días, tratando de ponerse de acuerdo... bienvenidos a Hollywood). Porque Roth merece estrenar su película...y el público merece verla. Es una divertida, desvergonzada, macarra película con mucha sangre y mucha mala leche. Casi más de lo segundo.

Para todos aquellos que la esperan con impaciencia, vamos a hablar un poco de ella (sin spoilers, lo prometo). De entrada, deberían saber que, pese a lo que se llegó a publicar, "The green inferno" no es un remake de "Holocausto caníbal". Sí, tienen puntos en común y sí, la peli de Roggero Deodato es una innegable fuente de inspiración. Pero ambas cintas van por caminos muy diferentes.


"The green inferno" sigue a un grupo de activistas universitarios que viajan al Amazonas para intentar salvar a una tribu que va a ser arrasada por una gran compañía que está talando los bosques. El grupo, muy comprometido con la causa, logra su propósito. Pero a continuación sufren un accidente que les deja tirados en medio de la selva, donde descubren que a los indígenas les falta algo de habilidad social, porque en vez de darles las gracias por su ayuda... optan por comérselos a todos.

Vamos, que haces un gran esfuerzo por salvar a una tribu de caníbales y después van estos y deciden cocinarte. Por Dios, espero que encuentren la situación tan divertida como lo hice yo (y el resto de espectadores con los que compartí sesión). Es ese tipo de mala baba la que se gasta Roth, que, todo sea dicho, se lo pasa en grande poniendo en peligro a esos supuestos héroes salvadores de los más desamparados. 

En cuanto a los personajes...bueno, tampoco es cuestión de cogerles mucho cariño, ya que todos sabemos que son carne de cañón (o de guiso casero, como prefieran). Van cayendo uno tras otro, como marcan las reglas del género, hasta llegar al clímax final.


Seamos sinceros, en toda película de terror (ya sea con asesino despiadado, fuerzas sobrenaturales o los parientes de Caralimón - Monkey Island rules! - en busca de su segunda estrella Michelín) sólo hay tres posibles finales:

A) Todo el mundo muere

B) Uno o dos de los protagonistas sobreviven

C) Cuando parece que el protagonista va a lograrlo, al final se descubre que no, que no se va a librar.

"The green inferno", divertida pero no revolucionaria, termina de una de estas maneras. Pero sí es cierto que hay un pequeño matiz, una variación que me pareció un toque de genialidad por parte de Roth. Los que han visto la película ya sabrán a lo que me refiero.


Aún así, lo que más pena me da es que incluso si la película llega a los cines, los espectadores no podrán disfrutar de la excelente rueda de prensa que sus responsables (Eli Roth, Lorenza Izzo - protagonista de la cinta y a día de hoy esposa del director - y Nicolás López, guionista, director ("Promedio rojo") y un auténtico showman) ofrecieron en Sitges.

Porque más divertido aún que el largometraje es escuchar las anécdotas sobre el rodaje, que tuvo ligar en una aldea perdida de la mano de Dios, cuyos habitantes nunca habían tenido contacto como el mundo moderno. Cómo los técnicos gays del equipo se follaron a medio poblado. Cómo un equipo de evangelistas se acercó a intentar traer la palabra de Dios a los indígenas en medio de un día de rodaje en el que había cabezas cortadas y toda clase de vísperas en la playa. Cómo Roth y su equipo jodieron completamente a la tribu en términos culturales, ya que estos pasaron de no haber visto jamás una película a que, hacia el final del rodaje, todas las adolescentes del poblado se maquillaban y se hacían selfies con sus nuevas cámaras. 

Vamos, que no les van a dar el premio al equipo humanitario del año.


Regresando a "The green inferno", no esperen crítica social. Tampoco una cinta especialmente gore o salvaje (esto no es "Martyrs"). Es, en último extremo, un divertimento muy bestia. Como lo era "Cabin fever". Como lo era la saga "Hostel". Pero mejor. O al menos así me lo pareció. Viendo el aluvión de críticas negativas que la película ha recibido en los últimos meses, quizás fui presa de un exagerado entusiasmo.

No lo sé y no pienso comprobarlo. Ya hace tiempo que no vuelvo a visionar según qué películas, no sea que me ocurra como con "Un toque de infidelidad", que en su momento me encantó (vete tú a saber por qué) pero cuando un día que la estaban poniendo por televisión me senté a verla, digamos que se me cayó el alma a los pies. Así que prefiero conservar mi buen recuerdo por "The green inferno".

Y a ustedes, ¿qué les parece la película?