13/1/16

No, no es Maigret, es George Simenon.
    Si hay un personaje que me gustaría que fuese de carne y hueso, con el que tomaría un café o un licor francés de esos raros,un calvados,es con Maigret. Es que hasta fumaría en pipa con él. Quizá me atrevería a llamarle Jules, aunque hasta su mujer le llama Maigret.

   El autor, es sin duda uno de los mejores escritores del siglo XX. Como siempre hay que reivindicarle porque mucho clasista intelectual sigue considerando a la novela policial, erróneamente, un género menor.

   Imposible hacer un retrato exhaustivo de él, protagoniza 75 novelas y al menos, que yo conozca, veinte relatos breves. La primera novela, donde le conocemos, es "Pietr, el Letón", del año 1931. La última del año 1972, "Maigret y Monsieur Charles".

  Es comisario de la policía judicial de París, y trabaja en Quai des Orfèvre. Mas adelante volveremos a este edificio, en el que también trabaja mi querido Adamsberg de Fred Vargas. Nació a finales del siglo XIX en la región de la Auvernia. Cuando tiene ventipico años se traslada a París y empieza a trabajar en la policía como guarda. Más adelante entra en homicidios.  También sabemos que conoce a Louise,se casa con ella y se compran un piso en el que vivirán todos esos años, hasta su jubilación, que se mudan al campo, donde seguirá investigando.

  El comisario Maigret investiga sus casos la mayoría de las veces, echándoles muchas horas de convivencia con los implicados. Comiendo, paseando, viviendo con y como ellos. Conocemos muchas pequeñas historias, que trascienden y se convierten en universales.

  Un personaje profundamente compasivo. A veces no entrega a la justicia al culpable, cuando cree que poco puede aportar al bien común de la sociedad o comprende de un modo profundo, los motivos que le han llevado a asesinar .

  Es fácil imaginárselo, por un pueblo de provincias, a donde le han llamado para resolver un asunto, paseando (y paseando y paseando, Maigret es muy andarín), con su pipa y su sombrero y rumiando sobre el caso que tiene entre manos.

  Las novelas de Simenon son una crónica social de la Francia de la época. Vemos las diferencias económicas y sociales entre los barrios opulentos de la capital parisina y la periferia. Entre la ciudad y la provincia.



  Estos días no estoy muy inspirada, y el artículo se me queda algo cojo. Pero quería retomar la sección, porque si no me da miedo ir dejándolo.

  Como siempre recomiendo a los amantes de lo negro y criminal que se acerquen al comisario Maigret. Ahora que vivimos el auge de la novela policíaca, muchas novelas no alcanzan ni la mitad de la calidad de la obra de Simenon (y eso que tiene muchas novelas malas, pero, claro, cuando se escribe tanto..). 

Posiblemente descubriréis, como decía hace poco en una entrevista el hijo del autor, que el mundo no ha cambiado tanto desde la época de Maigret. ¡Feliz lectura!