26/6/15



- Mira abajo.
- ¿Qué…?
- Ahí… Esa cinta verde en el suelo eres tú, es tu marca... Y si te quedas en ella, estarás en la luz y saldrás en la película.
Y así comenzó la carrera más laureada que ha tenido nunca una actriz de cine...

Este pasado lunes 22 de junio, Meryl Streep cumplía 66 años y, a este que escribe, celebrarlo le pareció la mejor manera de inaugurar su sección, destinada a convertirse en el punto de encuentro y referencia para los que necesitan algo más que una crítica al uso (que también las habrá) para saciar su sed de cine. Así que, merylstreepistas del mundo (no busquen el término, me lo he inventado), cojan palomitas.

Meryl Streep consiguió su primer papel a unos inusualmente tardíos 28 años para una actriz. Fue en “Julia”, de Fred Zinnemann, un pequeño papel de tan sólo un par de escenas, pero tuvo la suerte de intercambiar réplicas con nada más y nada menos que la ya por entonces legendaria Jane Fonda… Que no sólo le explicó la utilidad de aquella cinta verde en el suelo, sino que, tras finalizar el rodaje de la película, se dedicó a hablar maravillas a todo el mundo en Hollywood de aquella actriz “de apellido raro”…

¿Y qué pasó después? Pues que nació una estrella. Ganó un Emmy en 1978 por la miniserie de culto “Holocausto” (tropecientos años después ganó otro, en 2004, esta vez por esa maravilla de miniserie que dirigió su amigo y genio del cine ya desaparecido que fue Mike Nichols, “Angels in America”), fue nominada al Oscar por primera vez en 1979, como Mejor Actriz Secundaria por “El Cazador”, junto a unos enormes Robert De Niro y Christopher Walken (y a John Cazale, 14 años mayor que ella, de quien fue pareja durante 7 años hasta que este falleció debido a un cáncer, poco después de finalizar el rodaje… Su única pareja conocida antes de Don Gummer, padre de sus cuatro hijos y con quien ha compartido el resto de su vida), y al año siguiente de nuevo en la misma categoría por “Kramer Contra Kramer”, junto al no menos enorme Dustin Hoffman… Y esta vez ganó.


Desde entonces, cual paquete de Pringles recién abierto (“cuando haces pop, ya no hay stop”), debe haber firmado un contrato al por mayor con alguna fábrica de vitrinas, porque tiene el palmarés más bestia que ha tenido nunca un intérprete de cine: 259 nominaciones, 171 premios… Ha ganado en Cannes, en Berlín… En Manhattan, en 2004 declararon el 27 de mayo ¡el “Día de Meryl Streep”! En los Globos de Oro alguno se habrá planteado ponerle su cara a la estatuilla: 29 nominaciones de las cuales ha ganado en 8 ocasiones… ¿En los Oscar? Están tardando en crear un premio especial con su nombre: 19 nominaciones (más que ningún otro actor o actriz en la historia) y 3 estatuillas, a la Mejor Actriz Secundaria por “Kramer Contra Kramer” y a la Mejor Actriz por “La Decisión de Sophie” y “La Dama de Hierro”, algo que sólo habían conseguido antes que ella Walter Brennan (todas como secundario), Ingrid Bergman (2 como protagonista y una como secundaria) y Jack Nicholson (2 como protagonista y una como secundario). Daniel Day Lewis se sumó a ese selecto club justo al año siguiente de Meryl (todas como protagonista), que fue la encargada de entregárselo… Y no dejó de ser curioso: Margaret Thatcher entregando su Oscar a Lincoln, una americana interpretando a la Primera Ministra británica, y un inglés interpretando al Presidente americano (cómo me gusta un dato friki).

¡La cuestión! Que todos siguen siendo sólo superados únicamente por la mítica Katharine Hepburn: 4 Oscars a la Mejor Actriz. Por cierto, que la Hepburn era una de las actrices favoritas de Meryl, aunque Katharine (tan simpática ella, según cuentan…) dijo en alguna ocasión que Meryl era su actriz moderna “menos” favorita; “click, click, click” decía refiriéndose a las piezas de su cabeza mientras interpretaba... Sin embargo, otra leyenda, Bette Davis (según los críticos de hace algunas décadas, la mejor actriz de cine de la historia), llegó a escribir una carta personal a Streep para decirle cuánto la admiraba y que sentía que ella era su sucesora como “la 1ª actriz americana”…


Pero bueno, dejando la memorabilia friki a un lado, lo cierto es que repasando su filmografía resulta impresionante la cantidad de personajes distintos que ha compuesto a lo largo de los años; una carrera que, lejos de ir en declive como marcarían los cánones de Hollywood, ha experimentado un auténtico boom en los últimos años, en los que ha trabajado más que nunca, con una media de dos películas al año. Ha sido una de las actrices pioneras y más activistas con respecto a la igualdad de género (por favor, búsquenla en YouTube vitoreando desde su butaca a Patricia Arquette por su discurso claramente feminista al ganar el Oscar para el que ambas estaban nominadas…), reivindicando sueldos y papeles de igual dignidad e interés para actrices de más de 40 y 50 años… Sin ir más lejos, el caché que cobró por “La Dama de Hierro”, 1 millón de dólares (y eso para ellos es de bajo presupuesto…) lo donó íntegramente a la creación de un “Museo de Historia de la Mujer” en EE.UU.

En la última década, nos ha sorprendido con alguno de los mejores trabajos de su carrera (que ya es decir), y un sinfín de cambios de registro: dejando atrás los títulos ya citados, u otros tan míticos como “Silkwood”, “Memorias de África” o “Los Puentes de Madison” (para mí, su mejor interpretación hasta la fecha), luego llegaron la novelista de “Adaptation”, esa maravillosa suerte de “Sra. Dalloway” de “Las Horas”, su trabajo más oscuro hasta la fecha en “El Mensajero del Miedo”, la frialdad personificada en “El Diablo Viste de Prada”… Alcanzó una nueva cúspide con “La Duda” el mismo año que rompió la taquilla a golpe de tema de ABBA en "Mamma Mia!", y al año siguiente con esa cocinera entrañable de “Julie & Julia”... Y luego el papelón (PA-PE-LÓN!) en “Agosto”, el papelón (O-TRO-PA-PE-LÓN!) reconvertida en diva de musical de Broadway en “Into the Woods”...

¿Y ahora? ¿Un tratamiento contra la esquizofrenia? ¿A retirarse a vegetar en el porche de alguna casita en la montaña? No, queridos… No. Por lo pronto, dos películas muy distintas: a finales de año, “Suffragette”, un drama sobre la historia de las primeras sufragistas (toma ya…), pero antes, otra de esas oportunidades para verla como nunca la hemos visto hasta ahora... ¿Le quedaba algo por hacer? Sí: ¡de estrella del rock! “Ricki and the Flash”, del oscarizado Jonathan Demme, con guión de la también oscarizada Diablo Cody, llega en unas semanas a nuestras pantallas, y sólo viendo el tráiler a uno le queda clara no sólo que podría sacar un disco cuando le diera la gana, o que a sus 66 años sigue estando b… Sino que Meryl Streep es, simple y llanamente, la mejor actriz de la historia del cine.



(¿Nominación al Oscar nº 20 a la vista? ¿4º Oscar? Tiempo al tiempo…)