3/11/16


Ponerse a discutir a estas alturas sobre la relación entre el cine y el cómic podría resultar un ejercicio del todo estéril, más si se tiene en cuenta la infinidad de buenos ejemplos que de dicha relación te pueden venir a la cabeza. Y no me refiero a las adaptaciones de obras gráficas rodadas para la gran pantalla, sino a la estrecha colaboración entre un lenguaje y otro cuando se busca desarrollar una propuesta cinematográfica. Piensen, si no, en un story-board, el cual, valiéndose del lenguaje secuencial que tan bien definiera el maestro Will Eisner, sirve de guía para que el director planifique el rodaje de una película de principio a fin.

Además, también está todo el proceso que conlleva desarrollar una idea plasmada, originalmente, en un relato literario y que luego deberá lograr tridimensionalidad para verla en una pantalla de cine. En este proceso, el lenguaje gráfico es capital para conseguir que un personaje, un escenario, o incluso toda una civilización pasen de ser conceptos escritos y se transformen en imágenes que luego serán recreadas por los encargados del vestuario, los decorados y los efectos especiales. Éste es un recorrido duro, largo y no siempre agradecido, sobre todo porque en el rodaje de una película hay demasiados factores externos que suelen “conspirar” para que las cosas no salgan como debieran. No obstante, si hay un creador gráfico nacional que lo ha conseguido en multitud de ocasiones y, normalmente, con tremendo acierto y genialidad, éste es el caso de Alfonso Azpiri.


Su relación con el cine a nivel profesional, que no personal -la cual empezó desde que acudió, por primera vez a una sala de cine- le llevó a trabajar como diseñador de vestuario y escenarios para la nunca suficientemente reconocida película de Fernando Colomo, El Caballero del Dragón (1985). El traje en cuyo diseño trabajó, mitad orgánico y mitad tecnológico, para el alienígena protagonista, IX -magníficamente interpretado en la pantalla por Miguel Bosé- no era tan rígido como los que el diseñador suizo H.R. Giger creara para la película Alien (Ridley Scott, 1979), sino mucho más simbiótico, utilizando un símil que los lectores del vecino arácnido entenderán muy bien, y acabó siendo una suerte de segunda piel para el personaje. 

Después de esa primera experiencia, el dibujante continuó cimentando su relación entre un lenguaje y otro incluyendo, siempre que podía, alguna referencia cinematográfica en sus trabajos. ¿Quién no recuerda al entrañable Mot “cantando bajo la lluvia”?

Más tarde, iniciaría su ya larga trayectoria con el festival de cine de Estepona, actualmente conocido como Semana Internacional de Cine Fantástico de la Costa del Sol, evento para el que Alfonso Azpiri no solamente ha realizado varios de los carteles de las sucesivas ediciones, sino que sus dibujos recreando grandes personajes del fantástico han llenado buena parte de los libros editados por dicho evento cinematográfico.


En la última década, Azpiri y el Cine han unido sus fuerzas en proyectos tales como El Rey de la Granja,  primera película española en la que se mezclaba animación en 3D, animación clásica e imagen real; Killer Barbys vs Drácula (Jeff Franco, 2002); Wax (Víctor Matellano, 2014); Extinction (Miguel Ángel Vivas, 2015); y Rojo Sangre (Christian Molina, 2004), película protagonizada por el gran Paul Naschy, para la que Alfonso Azpiri diseñó  el magnífico vestuario que luego Naschy luciera en la pantalla. La película de Christian Molina debería haber tenido muchísima mejor suerte que la que le deparó la taquilla nacional, bastante ciega en aquellos años a cualquier producto que se saliera de los “estándares de calidad” imperantes en nuestras latitudes.

De todo esto y de muchas más cosas, incluyendo una sensacional galería de homenajes al cine de género más clásico -en especial al Expresionismo alemán- nos habla el libro Azpiri y el Cine, publicado por la editorial Dibbuks con todo lujo de detalles. En sus cuidadas y espectaculares páginas se recogen ejemplos del trabajo del dibujante español, a la vez que se intercalan las vivencias y recuerdos de Julio Pecés, director del encuentro cinematográfico de la Costa del Sol; Miguel Ángel Vivas, director de Extinction; y Víctor Matellano, director de Wax


Estos factores, a los que se suman las imágenes que conforman la galería de homenajes anteriormente citados, componen un magnífico mosaico donde el lector puede no sólo disfrutar con las imágenes que llenan este magnífico libro, sino conocer algún que otro detalle de la personalidad y la impronta de un artista con mayúsculas como lo es Alfonso Azpiri.

Aprovecho estas líneas para agradecerle al señor Azpiri las facilidades y el tiempo dedicado para poder conocer un poco más de su obra, así como al editor de Dibbuks, Ricardo Esteban, el ejemplar que me remitió para poder leer y disfrutar con una obra tan recomendable, te guste el cine o no, como lo es Azpiri y el Cine

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016
© Alfonso Azpiri, 2016

© Dibbuks, 2016
© Cinetel Films, Manson International & Salamandra Production, 2016

Alfonso Azpiri es uno de los invitados de la séptima edición del Festival del Manga/ Gran Canaria Comic Can y durante los tres días en los que se celebrará dicho evento, en el recinto ferial de Las Palmas de Gran Canaria (Infecar), los seguidores del dibujante e ilustrador español, tendrán la oportunidad de conocerlo y asistir a las sesiones de firmas programadas y/o a la charla coloquio prevista para el viernes día 4 de noviembre a las 18:30.


Para más información, por favor consulten la siguiente página web: www.festivaldelmanga.com/programa-evento/