30/1/16


Tenía muchas ganas de echarle el guante a “The Unknown”. Principalmente por su guionista, Mark Waid. Escritor del que me declaro un fan incondicional, me gustan sus obras para el cómic más mainstream, así como los proyectillos que va sacando de manera independiente, como sus originales aproximaciones a los superhéroes que supusieron “Irremediable” para Boom Comics! o “Empire” para Gorilla.

Por eso la noticia de la publicación en España de “The Unknown”, uno de sus últimos trabajos para Boom Comics fue recibida con alegría y alborozo. Alejándose totalmente de los superhéroes, pero con ciertas reminiscencias a su genial etapa en “Daredevil”, por la forma que tiene de conjugar géneros y que éstos encajen perfectamente. En este primer tomo que recoge la miniserie debut, Mark Waid nos presenta a Catherine Allingham.


Nuestra protagonista que es una de las personas favoritas más listas del planeta, trabaja como investigadora privada. Sin embargo su vida da un vuelco total cuando la diagnostican un tumor cerebral y una esperanza de vida de sólo seis meses, además su afección le provoca visiones, algunas perturbadoras como podremos comprobar desde casi la primera página.


Dejando todo de lado, se dedicará a investigar que ocurre cuando morimos, negando cualquier posibilidad de que exista el mundo sobrenatural y centrándose en averiguar que hay más allá de la vida de una forma científica. En su primer caso se pondrá codo con codo con James Doyle, un ex – gorila (el puerta de discoteca, no un mono) que es mucho más inteligente de lo que parece para responder a la pregunta de ¿qué es el alma?

Aunque esta premisa os pueda parecer aburrida, os garantizamos que para nada, “The Unknown” tiene un ritmo trepidante y aunque la protagonista absoluta es Catherine, será el bueno de Doyle el hilo conductor de los acontecimientos y su ancla con la realidad. La serie ofrece muchos buenos momentos y se lee de un tirón, pero sobre todo es sorprendente, porque parece que Mark Waid te está contando una cosa y no… los tiros van por otro lado totalmente distinto.


Porque poco se puede uno imaginar que sus pesquisas les lleven a algunos pasajes de auténtica pesadilla que parecen salidos de mentes del tipo de Edgar Allan Poe o HP Lovecraft. En serio… te sorprenderá. Incluso los dibujos de Mick Oosterver, artista que me es por completo desconocido, están a la altura, cumpliendo con creces su cometido.

Pueden contar conmigo para la segunda entrega.