25/12/15


Estamos a 25 de diciembre, así que es de recibo que nuestro artículo de hoy tenga que ver con la Navidad. O más bien con lo mucho que la Academia de Hollywood parece odiarla.

No me refiero a que los Académicos odien la fiesta en sí. Es más, para ellos es ese momento del año en el que las productoras, conscientes del alzheimer que sufren los votantes (incapaces por norma general de acordarse de cualquier película que no hayan visto quince días atrás) les envían de regalo unos hermosos dvds promocionales, para que luego algunos los cuelguen tan alegremente en internet (no voy a mentirles diciendo que nunca me he beneficiado de ello; pero es una cabronada, y espero que entiendan que el tipo que decide subirlos a la red tiene muy poco respeto por su propia industria).

Pero ese es un debate para otro día. De lo que estábamos hablando hoy es de que los Oscar ODIAN toda película que transcurra en Navidad o tenga un transfondo navideño. Eso explicaría que en los 88 años de historia de los premios sólo dos películas con esta temática hayan optado a galardones importantes (otra explicación sería que no se hacen buenas películas navideñas, pero entonces nos cargaríamos el sentido del artículo, así que sean buenos y síganme la corriente)


La primera película navideña presente en los Oscar fue "Qué bello es vivir", que en 1946 estuvo nominada a cinco premios (Mejor película, director, actor, montaje y sonido). El film se fue de vacío, demostrando que a veces la Academia no tiene demasiada visión de futuro, ya que aunque ellos decidieran no premiarla, el público opinó que estábamos ante un clásico que aún hoy día sigue proyectándose cada Navidad.


El segundo (y último) caso se produjo justo al año siguiente, 1947, demostrando que hubo una muy pasajera fiebre por las películas navideñas. En esta ocasión se trató de "De ilusión también se vive" ("Miracle in 34th street"), que consiguió cuatro nominaciones y se llevó hasta tres galardones (mejor actor secundario y dos en mejor guión; eran otros tiempos, las categorías eran diferentes...) pero, curiosamente, perdió en la categoría reina, la de Mejor Película.

Desde entonces, nada. Y han pasado casi 70 años. Es cierto que en ese tiempo alguna vez se ha colado algún título como "Pesadilla antes de navidad", "Solo en casa" o "La jungla de cristal" (suponiendo que podamos contarla como "película navideña"), pero sólo optaron a nominaciones menores (mejores efectos visuales, mejor banda sonora, mejor sonido...) y además ninguna ganó.

Yippee-ki-yay, Academia...
¿Volveremos a ver algún día una película navideña optando a los premios importantes? Está difícil, pero bueno, los western también estaban muertos y enterrados hasta que llegó Clint Eastwood y ganó con "Sin perdón", así que cualquiera sabe...