12/11/15


Ethan Hawke se está convirtiendo en la nueva "musa" del cine de terror. Accede aparecer en una película de bajo presupuesto, ésta lo peta y luego la saga sigue adelante ya sin él, a la espera de que el actor comience una nueva franquicia. Pasó con "The purge" y ha vuelto a  ocurrir con "Sinister", de cuya segunda parte nos ocupamos ahora.

En el aspecto económico, ambas sagas comparten muchos puntos en común. En ambos casos la película original costó sólo 3 millones y las dos fueron un taquillazo, "The Purge" recaudó 89 millones y "Sinister" 77, lo que es una barbaridad vista la inversión (Ethan, colega, espero que en tu contrato pidieran parte de los beneficios, porque si no te han tangado...)


Otra similitud es que los productores decidieron invertir algo más de dinero en la secuela...pero sin volverse locos. 9 millones para "The Purge: anarchy" y 10 para este "Sinister 2", que tampoco es que sea un pastón (sobre todo teniendo en cuenta los beneficios de sus predecesoras). Pero más curioso aún si cabe resulta que el aumento del presupuesto no vino acompañado por el fichaje de nuevas entregas, dejando las secuelas en manos de actores de segunda categoría, de esos que te suenan pero no sabes muy bien de dónde.

En lo único en lo que diferen es que la segunda parte de "The Purge" superó la recaudación de la primera (110 millones, que se dice pronto), mientras que nuestro "Sinister 2" "sólo" ha conseguido 27...que sigue siendo casi el triple de su inversión. Vamos, yo firmaba ya un negocio la mitad de bueno.

Pero todo esto son datos económicos que sólo le interesa al contable del estudio y al señor que ha puesto personalmente la pasta. De lo que se trata aquí es de hablar de "Sinister 2" como película. Y ahí he de decir que, si bien ya no cuenta con el elemento sorpresa (el mismo problema que tenía "Insidious 2"), es decir, que sabemos de qué va la cosa, lo cierto es que es una cinta muy digna que además cierra la historia. No tanto como para que no pueda haber tercera parte, pero sí lo suficiente como para que no sintamos que nos están tomando el pelo como en la saga de "Paranormal Activity", que siempre acaba igual, sin que nos hayan explicado una mierda ni se resuelva nada.


Hablaba de los protagonistas. En este caso tenemos a James Ransome (el inolvidable Ziggy de "The wire"), que repite su papel de la primera parte, pero ahora tomando el control de la situación. Y a su lado Shannyn Sossamon, otra de esas actrices que merecían mejor suerte (y uno de los pocos motivos que tengo para seguir viendo ese bodrio de serie que es "Sleepy Hollow") y que aquí es la madre que se traslada a la antigua casa del personaje de Ethan Hawke...con lo que ello implica.

Como decía, "Sinister 2" no puede jugar la carta de la sorpresa, así que inteligentemente decide al menos explotar el punto fuerte que no podía desvelar demasiado en la primera parte, es decir, la vinculación de los niños con los asesinatos y su progresivo lavado de cerebro. Y lo hace a través de una pareja de hermanos, uno reticente a gastar gasolina en quemar a su madre y el otro muy influido por "el lado oscuro".


La película no pasará a los anales de la historia. Tiene sobre todo el lastre de intentar dar respuesta a cuestiones que, siendo sinceros, molaban más cuando eran un enigma. Pero aplaudo que hayan cogido el toro por los cuernos y, en vez de volver a contar otra vez lo mismo, intenten que la historia avance. Algo para lo que es evidente que ha venido muy bien que el guionista de la original, C. Robert Cargill, repita su cometido.

Quien no está detrás de las cámaras es Scott Derrickson, que cede su silla a Ciarán Foy (aunque sigue vinculado a la saga como co-guionista y productor). Sinceramente creo que salimos perdiendo con el cambio, pero vamos, que tampoco es tan grave. Lógicamente es absurdo empezar por esta segunda parte si no has visto la primera (no lo intenten, no creo que se enteren de nada). Pero si viste "Sinister" y te gustó, ésta te resultará como mínimo curiosa. Inferior, sí, pero igualmente interesante.