14/9/15

  
Muchos pensaréis ¿otra reedición de “La Muerte de Superman”? A lo que yo digo ¡diablos, sí! Principalmente porque en España el material de Zinco no hay quien lo encuentre y porque el tomo de Planeta (uno de los primeros ómnibus publicados por aquí) es ahora objeto de pérfido coleccionismo y se cotiza bastante caro, más caro aún que su precio de salida original.

Por ese motivo me parece genial que ECC lo vaya a reeditar, supongo que por etapas, ya que este tomo es bastante delgado -160 páginas- e incluye exclusivamente la propia muerte en sí. Imagino que en breve se anunciarán “Funeral por un amigo” y “Reinado de superhombres”. En el punto flaco de la edición, este volumen no tiene ni un solo artículo que ayude a contextualizar la historia, algo que vendría genial sin ninguna duda.


Corrían los locos años 90 y debe ser que Superman no vendía lo que debía, así que alguien tuvo la ideaca de proponer su muerte bromeando en una reunión de editores… salvo que la broma al final no fue tal y  se cargaron al primer superhéroe del cómic en un evento que salió incluso en los noticiarios de televisión de todo el mundo y que vendió un cipotal. Se ha adaptado al videojuego y  también se ha producido una película de animación sobre la saga…

Ahora bien, ¿es para tanto? Pues depende de cómo se mire; como documento histórico está claro que sí, porque es un reflejo de una época donde la industria estaba ya en clara decadencia y se intentaba restaurar a personajes agotados a golpe de efecto. Como historia es más simple que el mecanismo de un chupete. Es entretenida de cojones, pero se limita a que de repente de buenas a primeras aparece un villano al que apodan Doomsday, no se sabe qué es, ni quién es, ni cuál es su origen. Simplemente se libera de su prisión y avanza inexorablemente destruyendo y matando todo lo que se encuentra a su paso.


Lo cierto es que esta simpleza funciona perfectamente, porque el tomo se lee en un suspiro y Dan Jurgens – el principal artífice de toda la historia – consigue que la tensión se pueda cortar con un cuchillo, porque desde luego no es normal ver a Superman perdiendo un combate singular. Y es que Doomsday no es un dios, ni tiene poderes mágicos o divinos, joder si ni siquiera vuela, su único poder es que es capaz de sembrar una hectárea de hostias con más facilidad que Superman. Algo que hasta la fecha no había pasado como tal; siempre que el Hombre de Acero había sido puesto en jaque era gracias a algún tipo de engaño o subterfugio como chantajes por secuestrar a sus seres queridos y tal.


Con lo expuesto en los párrafos anteriores creo que la compra de “La Muerte de Superman” queda más que justificada. Para los morbosos también queda la posibilidad de ver una de las alineaciones más cutres de la JLA jamás formada, con gente como Fuego o Máxima en sus filas y una Supergirl ectoplasmática junto a Lex Luthor Jr.

Artísticamente no se contó con ningún Hot de la época, sino que DC tuvo a bien confiar en los dibujantes regulares de sus colecciones y el resultado es bueno. Gente como Tom Grummett, Jon Bogdanove o Jackson Guice siempre aseguran unos acabados cuando menos decentes.

Esperando los siguientes ya.