17/9/15


Tenía ganas de ver "American Ultra". Qué diablos, tenía muchísimas ganas. Sobre todo desde que vi su estupendo póster, sin tener aún ni idea de qué iba la cosa. Además, como parece que lo mío son las causas perdidas, soy de los que defienden a capa y espada a Kristen Stewart... al igual que a Jesse Eisenberg, que también anda sobrado de talento (y juntos además, por si fuera poco, hicieron una pequeña joya llamada "Adventureland"...y pronto volverán a coincidir de nuevo, a las órdenes ni más ni menos que de Woody Allen).

Después de visionar el trailer, tenía aún más interés si cabe. Joven perdedor que descubre que en realidad es un agente secreto, una máquina de matar que es "activado" nuevamente cuando su vida empieza a correr serio peligro, ya que hay personas del gobierno empeñadas en eliminar todos los cabos sueltos del experimento llevado a cabo tiempo atrás.

Por si fuera poco la peli está escrita por Max Landis, hijo del maestro John Landis, pero además autor del libreto de esa pequeña joya que fue "Chronicle" (ya saben, la película buena de Josh Trank antes de que la cagara a lo grande con "Los cuatro fantásticos"). Y menuda galería de secundarios... ¡Bill Pullman! ¡John Leguizamo! ¡Topher Grace! !Walton "Boyd Crowder/Shane Vendrell" Goggins! ¡Tony "Arrested Development" Hale! ¡Y Connie Briton! Vamos, una espectacular concentración de rostros conocidos y solventes por metro cuadrado.


De modo que entré en el cine esperando ver una combinación de comedia gamberra y peli de acción de esas que, cuando están bien hechas, hacen que des palmas con las orejas (me viene a la cabeza "Kingsman", ese fabuloso divertimento de Matthew Vaughn, que es bastante superior al comic de Mark Millar, la verdad). 

Y sí, ese es el planteamiento, ahí no hubo sorpresas. El problema es que a la mezcla resultante le falta gas. O gags. O mala leche. O ser un poquito menos convencional. O, lo más probable, un poco de todo.


"American Ultra" comienza muy bien, pero después de la primera media hora, la cosa se enfría. La gracia que tiene el primer intento de asesinato al personaje principal ya no se vuelve a repetir. Los momentos inspirados están todos en el trailer y la "sorpresa"...como que no sorprende a nadie. De modo que, en vez de buscar su propia identidad, lo que hace la película es enlazar escenas de acción, de una a otra, hasta que terminan los ajustadísimos noventa minutos que dura la cinta. Que, todo sea dicho, no aburre en ningún momento.

Eso no quiere decir que no disfrutara con "American Ultra". Simplemente que salí un poco decepcionado, pensando en el juego que se le podría haber sacado a la situación. Pensé en el tandem Tony Scott/Tarantino y su "Amor a quemarropa", y cómo uno puede incidir en todos los tópicos del género y sin embargo ser original con tres pinceladas y mucha personalidad. Algo de lo que carece el director Nima Nourizadeh, responsable de la mediocre "Project X".


Al final, lo mejor de la película son sus actores, desplegando carisma por doquier. Leguizamo y Grace se lo pasan en grande, conscientes de la película en la que están, desfasando y sobreactuando de lo lindo (lo que habitualmente sería algo malo, pero no en este tipo de cintas; aquí hasta se agradece). Connie Briton está genial, como siempre, y en cuanto a la pareja protagonista... ¿he dicho ya el cariño que les tengo?

Pues eso, que no me arrepiento de haber ido, que si hubiera segunda parte (viendo el resultado en taquilla, lo dudo, pero...) sé que iría de nuevo a verla, y que admito que logró sacarme un par de sonrisas. Pero es un pobre bagaje para algo que podía, DEBÍA haber sido un desfase, un delirio, y se quedó a medio camino.


Al menos cuenta con una secuencia final, la de los títulos de crédito de salida, espectacular. Una delicia animada (y bruta, justo lo que debería haber sido la película entera) que ayuda a que la cosa acabe en alto. Lo que siempre es de agradecer y, siendo sinceros, ayuda a ser mucho más indulgente con los (evidentes) fallos de la historia.