11/8/15


Hace prácticamente una década, Kevin Smith estuvo a las puertas de llevar a la gran pantalla "Green Hornet", pero finalmente fue Seth Rogen el que escribió el guión del proyecto que vio la luz, además de dar vida al personaje en cuestión. Pero no vamos a seguir hablando de esta, para mí, olvidable película.
Pero sí de Kevin Smith, amante del personaje como pocos, que en 2010 por fin cumple con uno de sus sueños al poder escribir los guiones de una nueva miniserie bajo el sello de Dynamite Entertaiment, poseedora actual de los derechos del personaje para, cuatro años después, escribir junto a su colega Ralph Garman (con el que colabora en “Tusk” o “Red State”, las películas más oscuras del director) el comic del que hoy hablamos.


Deberíamos empezar haciendo mención al impacto mediático de ambos personajes en España y a raíz de ello sacar conclusiones de si han sido acertados en ECC al sacar dicho tomo. Sobra decir que en el caso de Green Hornet no serán muchos los seguidores acérrimos con los que cuenta en este país; es un personaje al que podemos ver en "Mask" o en su versión steampunk en “Legenderry”, publicados ambos por Aleta Ediciones, y poco más. 

En el caso de Batman ´66 se podría trazar una línea en la cual delimitar quien ha podido disfrutar de la serie en TV y quien no, ya que, aparte del largometraje que sí se puede encontrar en el mercado doméstico, la serie en sí ni se ha vuelto a ver en ninguna cadena desde hace años ni se ha comercializado como sí ha ocurrido en otros países (con una edición digna para nuestra sección HOME CINEMA).
Fue ahí, en la pequeña pantalla, donde coincidieron por primera vez nuestro héroes, primero en forma de cameo por parte de Hornet y Kato mientras nuestro héroes trepaban una fachada, para, un año más tarde, ya compartir protagonismo en un par de capítulos.
Dicha serie de televisión tuvo una lista de ingredientes que la hicieron grandiosa: las onomatopeyas, la capacidad de deducción de nuestros héroes, el santo santoral de Robin, la facilidad para escalar fachadas del dúo y toda clase de artilugios que bajo el prefijo "BAT-" daban forma a herramientas para todo tipo de situaciones (estás pensando en el "Bat-repelente de tiburones"... lo sabes). 

Kevin Smith coge todos ellos de forma magistral para escribir la miniserie, dando como resultado un producto que tan sólo contentará a los bat-nostálgicos, ya que todo aquel lector joven o que no haya mamado la esencia de la serie de TV no parará de ver la onomatopeya “WTF?” sobre su cabeza.


Eso sí, el argumento no deja de ser un capítulo más, predecible hasta la saciedad, o mejor dicho, un tercer capítulo a continuación de los ya nombrados en el que nos cuentan una serie de robos a cargo del Joker y un Coronel Gumm tuneado para la ocasión, relacionados, cómo no, con la filatelia y todas sus variables (villanos... unos dejan paralítica a una adolescente y a otros les da por coleccionar sellos...)

Aunque el apartado gráfico a cargo de Ty Templeton es más que digno (aunque tuvo que tirar de “negros”, entre ellos nuestro hombre orquesta Vicente Cifuentes), son las portadas de Alex Ross las que para mí servirían de principal excusa para comprar el comic en su edición en grapa en su momento.


El que ECC haya sacado este tomo y aún no haya publicado la colección principal de Batman ´66 en solitario da para muchas preguntas de difícil respuesta. Supongo que habrán querido tomar como referencia esta miniserie para ver la aceptación del público.

Decisión para mí más que arriesgada, ya que la serie principal resulta ser muy superior a la miniserie con Green Hornet y me parecería injusto que su publicación dependiese de los resultados de este crossover.