18/7/15


Si se fijan, a lo largo de estos días he intentado ir mostrando las distintas facetas de Miike como director. El más comercial, el más artístico, el más salvaje... Y, en casi todos los casos, no me he cansado de decir que su destreza es superior a la de otros directores que, partiendo de planteamientos similares, firmas obras mucho peores y más descafeinadas.

Me temo que con "Full metal yakuza" (1997) tenemos la excepción que confirma la regla.

Si he elegido esta película como parte de la retrospectiva es por el cariño que siento hacia ella y por lo bien que me lo pasé viéndola, incrédulo ante lo que estaban contemplando mis ojos. Porque "Full metal yakuza" es la versión Miike de "Robocop", con algunas gotas de "Frankenstein" (aunque yo diría más bien de "El jovencito Frankenstein"). Tal como suena.

Vayamos a la sinopsis, que ahí lo entenderán todo. Kensuke, un pobre diablo patoso, aspirante a yakuza, es asesinado junto a su ídolo, Tosa, jefe del clan y tipo con unas habilidades casi sobrehumanas. Un puto crack. Pero cuando parece que la cosa ha terminado para los dos, lleva un científico loco que se los lleva a su laboratorio, los funde en un mismo cuerpo, les añade unas prótesis robóticas y los devuelve al mundo. Ah, sí. Y como regalito extra les pone un miembro gigante.


Con semejante punto de partida esto sólo puede ser un desfase. Un delirio algo cutre pero al mismo tiempo infinitamente divertido. Es el Miike del siglo pasado, el que hacía películas directas a video y sólo trataba de divertirse, sin importarle lo más mínimo los aspectos formales. Eran films que se hacían en semana y media a lo sumo, y luego a otra cosa.

Lógicamente, este Robocop nipón no está por la labor de obedecer a su nuevo amo y se lanza a las calles a vengar su muerte...sus muertes...lo que sea. Porque, para rematarlo, quien lleva la voz cantante no es Tosa, sino el pringado de turno, que cuenta con la ayuda de los conocimientos adquiridos del jefe yakuza, pero que tampoco es precisamente un crack a la hora de enfrentarse a los malos. Tranquilos, hay tiempo para que le vaya cogiendo el puntillo al asunto.


También hay historia de amor, entre el cyborg y la antigua novia de Tosa. Pero si ya es difícil superar el recuerdo de un amante muerto, liarte con alguien que tiene partes de tu antiguo amante muerto lo complica todo sobremanera. Además, es Miike. En su cine las mujeres, por lo general, importan más bien poco (en esto ha ido cambiando a lo largo de los años, aunque tampoco mucho) y aquí no iba a ser una excepción. Así que, no, yo no me encariñaría mucho con ella. Por si acaso...

"Full metal yakuza" no tiene ni pies ni cabeza. Es deslabazada, algo carente de ritmo, abusa de los chistes fáciles y de gusto dudoso y ni siquiera está especialmente bien rodada. Y aún así, yo me lo pasé como un enano. Quizás porque adoro a Miike. Muy posiblemente porque el director sabe qué teclas tocar para hacer que, por casposa que sea su propuesta, ésta termine siendo una pequeña joya.


En este recorrido por las mil y una caras de Miike, nos faltaba su versión más gamberro y pasota. Pues bien, ya la tenemos con nosotros.

(y lo que pueden tener también es el dvd de "Audition" firmada por su director, si nos siguen en twitter tal y como se explica en el siguiente enlace http://www.todoocio3d.com/2015/07/gana-la-peli-audition-firmada-por.html)