24/7/15


El pasado fin de semana asistí a la London Film and Comic Con. La mayor convención europea (hasta donde yo sé) de esas a las que asisten actores famosos (y no tan famosos) con los que puedes hacerte una foto y conseguir que te firmen lo que quieras...si pagas el precio que piden.

Es el tercer año consecutivo que acudo. Y, aunque cada año me digo que no pienso volver (demasiado dinero, demasiada gente, demasiados agobios de todo tipo) al final, maldita sea, acaban confirmando invitados que me hacen cambiar de opinión. La primera vez fue Lena Headey, Peter Dinklage y David Hasselhoff. El año pasado, Stan Lee. Y este...

Este año los chicos de Showmasters (la empresa que organiza el evento) se superaron a sí mismos en cuanto a la calidad de los invitados. Michael J. Fox. Christopher Lloyd. Sigourney Weaver. Robert Englund. Bill Paxton. Neve Campbell. Richard Dean Anderson.

Guapísima Neve Campbell
Y esto es sólo la punta del iceberg, los nombres que les sonarán a casi todo el mundo. Pero había más, muchos más invitados. Desde Lea Thompson y un puñado de intérpretes de "Regreso al Futuro" (que dieron una magnífica charla de la que hablaré en otro artículo) hasta Hayley Atwell ("Agente Carter"), pasando por Zach Galligan (el protagonista de "Gremlins"), Tom Savini, James Remar (el padre de Dexter), Michael Gambon, Kelly Hu, John Ratzenberger (el inolvidable Cliff de "Cheers"), Sherilyn Fenn (Audrey en "Twin Peaks")...

Kelly Hu, firmando
James Remar

David Bradley
La pequeña pantalla también tuvo representación, con la presencia de tres actores de "Penny Dreadful" (Reeve Carney, Harry Treadaway y Simon Russell Beale) y un sinfin de integrantes de Juego de Tronos (Rose Leslie, Carice Van Outen, Iain Glenn, Jonathan Pryce, Keisha Castle Hughes, Kristian Nairn...). 

Por no hablar de los "sospechosos habituales" del universo Star Wars, es decir, Kenny Baker y David Prowse (que van cada año) y una retahíla de secundarios de las famosas películas, con Jeremy Bulloch (Boba Fett) y Ray Park (Darth Maul) como nombres más destacados. Representantes menores de Doctor Who, Walking Dead... la lista es tan larga que es mejor no seguir, porque podría seguir poniendo nombres hasta el infinito.

George Lucas no querrá a David Prowse, pero los fans sí
Eso en la parte de los invitados. Porque, además, el recinto se llena de numerosos puestos en los que es posible encontrar prácticamente de todo. Stands dedicados a fotos firmadas, DVD, juguetes, comics, ropa, cuadros... todo lo que quieras y más (yo lo que hubiera querido es llevarme el dvd con la serie completa de "Firefly" firmada por todo el cast y Joss Whedon, pero 150 libras se salía bastante de mi presupuesto).

Además uno siempre se encuentra algún cosplayer brillante. Es cierto que yo no soy un gran fan de los disfraces (sin contar en que cada año hay menos; la primera vez que fui había disfraces increíbles a cada paso, y este año el número era diez veces inferior). Pero hubo alguno que otro que logró arrancarme una sonrisa.


Hay gente con una imaginación desbordante. Chapó por ellos
De modo que, como aficionado, sólo puedo decir que merece la pena. Vaya si la merece. Es el paraíso de los frikis, de todos aquellos que amamos el cine, los comics y el star system. Estar en la misma estancia de muchos de tus ídolos es una sensación increíble.

Zack Galligan, el prota de Gremlins
Y, dicho esto, me temo que el análisis sobre la convención tiene una segunda parte mucho más negativa. Porque la organización, y mira que me duele decirlo, fue nefasta. Horrible.

Vaya por adelantado que me lo pasé en grande, conseguí todo lo que quería (hay gente que tuvo peor suerte) y me volví a casa completamente feliz. Además, admito que siento simpatía por la gente de la London Film and Comic Con (cuyos integrantes, al menos los voluntarios, son gente majísima y muy servicial) lo que me lo pone más difícil a la hora de ser crítico. Pero he de serlo.

¿Por dónde empezar? La distribución de las plantas. Después de que en años anteriores el evento se hubiera desarrollado en Earls Court (cómo lo eché de menos), en esta ocasión se desplazó un kilómetro, hasta el Olympia Center. Un complejo impresionante, eso es cierto. Pero mal diseñado.

Olympia, la nueva casa de la LFCC
Me explico. La convención tenía lugar en cuatro plantas. Pero lo curioso del caso es que acceder a las dos últimas era casi imposible. Sólo se podía llegar a ellas a través de un ascensor medio escondido y unas escaleras que no siempre estaban accesibles. Porque en algunos días unas escaleras eran sólo de subida y otras únicamente de bajada. Y por si no resulta suficientemente surrealista, la cosa es que cambiaban la orientación dependiendo de los días, de manera que nunca sabías por dónde podías ir exactamente. Se trataba de ir probando suertes hasta que encontraras la escalera correcta (a ratos me sentía como si estuviera en la peli de Carpenter, "En la boca del miedo", incapaz de salir de la planta en la que me encontraba)

Esto hacía que en la primera planta (segunda, si contamos la planta baja), donde se concentraban casi todos los invitados...y los asistentes, el calor fuera agobiante, un auténtico infierno. Mientra que en las dos plantas superiores corría una brisa bastante placentera...básicamente porque parecían un cementerio y siempre estaban casi vacías.

Por cierto que en una de esas plantas, la penúltima, los responsables tuvieron a bien desterra...colocar a los pobres invitados de la parte de comic (Gary Frank, El Torres, Gabriel Hernández Walta, John Wagner...), que, o cada vez que subí coincidió que no había ni un alma por la zona, o realmente se aburrieron bastante durante el fin de semana.

Este era el aspecto habitual de la Planta 2
Ah, en relación al tema de los autores de comics, decir que ni siquiera estaban colocados todos juntos. Porque ya te podías volver loco tratando de encontrar a Dan Slott, que no estaba donde el resto de sus colegas, sino firmando en el stand de una tienda en la primera planta. Y a Chad Hardin ("Harley Queen") me lo encontré de casualidad, el último día por la tarde, en la planta 0. Si había algún plano de situación que te dijera dónde estaba ubicado cada invitado, al menos yo no lo llegué a ver jamás.

Pero no eran los únicos perjudicados por la situación, ya que al elenco de "Juego de Tronos" y al de "Penny Dreadful" se les ubicó directamente en la última planta, lo que estoy seguro que también perjudicó a más de uno a la hora de hacer caja.

La esquina de "Penny Dreadful"
Sólo un detalle más con respecto a la señalización. Resulta que para ir al "Super stage", el lugar donde tenían lugar las conferencias, no se podía acceder por la puerta que te señalaban muy amablemente los de la organización, ya que esa entrada estaba reservada para la gente con pases vip. El resto teníamos que ¡¡salir del edificio!!, doblar una esquina y entrar por otra puerta. Lo que ya de por sí es una molestia. Pero más aún cuando no había un sólo cartel que lo indicara en todo el recinto, y los propios voluntarios no tenían ni idea, así que te mandaban en todas direcciones. Lamentable.

El segundo problema fue, sin duda, las aglomeraciones y el descontrol. He escuchado historias de gente a la que se le mandó hasta a cuatro sitios distintos cuando preguntaban dónde iba a tener lugar una sesión de fotos. Los "photocalls" cambiaban de ubicación sobre la marcha... Y ojo que, como ya dije más arriba, los voluntarios que atendían las sesiones de fotos eran de lo más amables. e intentaban ayudar a todo el mundo. Así que no sólo no tengo queja de ellos, sino que creo que habría que hacerles un monumento. Pero un evento de esta magnitud no se puede hacer sólo con simpatía. Y lo cierto es que los pobres no tenían ni idea de nada, confundiéndote más de lo que te ayudaban.

Clifton Collins Jr y una de las "voluntarias" azules
A esto añadamos invitados que se caían sobre la marcha (Rose Leslie no apareció el sábado y Carice Van Houten y Kelly Hu dieron calabazas el domingo) y sesiones de firmas que se cancelaban por sorpresa (de repente se informó en el foro de internet que Robert Englund no firmaría el domingo, para desesperación de todos aquellos que se habían desplazado hasta allí sólo para conseguir su rúbrica)

Eso unido a una inmensa cantidad de gente (la convención colgó el "aforo completo" tanto sábado como domingo, para desesperación de algunos fans que habían comprado fotos con sus ídolos...pero no la entrada, y que por tanto no pudieron hacer uso de sus tickets - cuyo dinero se les reembolsó, eso sí es cierto -) que se apelotonaba en las sesiones de fotos, ante el miedo de quedarse sin ella (parece ridículo...pero sí, yo también intentaba estar lo más cerca posible, por si las moscas) mientras los encargados se desgañitaban intentando hacerse oír...algo que no siempre conseguían.

Gente, gente por todas partes
Y que quede claro que el que la gente se agolpe en un sitio o que un actor decida que no puede asistir no es culpa de la organización. Pero pasar pasó, y por eso me veo obligado a contarlo.

Lo que sí es achacable a los organizadores es el tema de los "Diamond Pass", que son unas entradas especiales que te aseguraban la posibilidad de hacerte una foto con el famoso de turno, conseguir su firma y alguna cosilla más. A precios, eso sí, estratosféricos (140 libras el de Robert Englund, más de 400 el de Michael J. Fox). 

A ver, no hay ninguna ley que impida vender todos los "Diamond Pass" que uno quiera. Pero, no sé, cuando te hablan de unas entradas "exclusivas", uno entiende que son para unos pocos. Pero es que se llegaron a vender ¡más de 800 Diamond Pass! ¡800! Y luego estaban los Golden pass y vete tú a saber qué más. De manera que si madrugabas mucho y eras el primero en la cola para una firma de Sigourney Weaver, en realidad eras el 801. Tal vez más. O sea, prácticamente imposible.

Eso sin contar con que las firmas de Michael J. Fox estaban limitadas sólo a los propietarios de su Diamond Pass. Pero es que, aunque no puedo asegurarlo, creo que ni siquiera todos los que disponían de este tipo de entrada la lograron finalmente (el sábado sólo hizo 185, así que o el domingo empezó a firmar a la velocidad del rayo, o yo diría que más de uno se fue de la convención jurando en arameo). Menos mal que el tema de las firmas no es lo mío...

No, la foto no tiene relación con lo que estaba hablando.
Pero es para aprovechar que las hice...
Son contratiempos a tener en cuenta. Pero, una vez más, tengo que confesar que, con todos los sudores, agobios, gente, nervios y pequeños momentos de mala leche, valió la pena. Pude ver a casi todos los invitados (la organización, que no es tonta, "esconde" a los más fuertes, de modo que o compras algo - foto o autógrafo - o lo más probable es que ni los huelas) e incluso hacer unas cuantas fotos (muchos invitados ponen carteles de "no fotos" y la organización vela para que no saques a los más destacados, de ahí que me sintiera casi como un paparazzi)

Lamento la calidad de las fotos. Pero la cosa era
sacarlas a distancia, sin ser muy descarado... 
Así que, el acudir o no el año que viene, depende de ustedes. Si tienen alguna pregunta, para eso tenemos sección de comentarios (intentaré ayudarles en todo lo que pueda). No he querido extenderme más para que esto no se eternizara, que ya bastante larga es la crónica.

¿En cuanto a mí? A día de hoy, aún cansado por todo el ajetreo (y eso que ha pasado casi una semana), diría que con tres veces es más que suficiente. Pero luego llegará el momento en que anunciarán a alguien a quien admiro y muy posiblemente acabaré pasando de nuevo por caja. Para qué intentar autoengañarme...

PD: salvo la que abre el artículo, el resto de fotografías son mías. Pero como sé que muchos se quedan con ganas de ver a los invitados más potentes (y no precisamente en las fotos que me hice yo con ellos), voy a incluir a continuación algunas sacadas de internet y sobre las que no tengo ningún derecho. Así que muchas gracias a quien corresponda (por cierto, el de la última foto es Richard Dean Anderson, alias "McGyver". Me lo crucé en uno de los pasillos y sí, puedo dar fe de que está muy viejuno...)