7/3/15




Declarándome, desde sus inicios como director, una admiradora de las películas de Clint Eastwood, debo reconocer que “El francotirador” no esta a la altura de títulos como “Sin Perdón”, “Mystic River” o “Gran Torino”.

  Si bien considero que se trata de una buena película desde el punto de vista técnico, de montaje y de fotografía, aborda un tema muy recurrente últimamente en el cine bélico: la guerra de Irak y las dificultades de los veteranos para volver a sus vidas, esta vez basado en una historia verídica, pero sin aportar, en mi opinión, nada nuevo.

Como ya pudimos ver en la oscarizada “En tierra Hostil”, Chris Kyle, es un miembro de los SEAL “enganchado” a la guerra que sacrifica por ella su familia, si bien en este caso movido, no tanto por la adrenalina, como por un patriotismo en algunos momentos exacerbado. Al cual se une, además, una especie de competición personal con un francotirador del bando irakí, que por momentos recuerda a “Enemigo a las Puertas”.

Nominado al Oscar por su interpretación, Bradley Cooper se ha transformado físicamente para interpretar, de manera correcta, a un personaje real, lo cual siempre entraña cierta dificultad. Acompañado en la tarea por Sienna Miller, dan vida a los protagonistas de una historia dura y que lamentablemente no resultará desconocida para muchas parejas del otro lado del atlántico.