16/6/15


Vamos a sembrar un poco de polémica. Dejemos de lado algo que todos sabemos, y es lo gran actriz que es Juliette Binoche. Su trabajo en "Viaje a Sils María" es portentoso, y si el film hubiera sido distribuido en mejores fechas, no me cabe duda de que Binoche podría haber estado el año pasado entre las nominadas al Oscar a mejor actriz.

Tanpoco voy a añadir nada sobre Chlöe Moretz que no se sepa ya, es decir, que es la sucesora natural de Natalie Portman y la actriz joven con más talento de todo Hollywood. Aquí tiene un papel secundario, de actriz caprichosa, y como es habitual en ella, lo borda.

Así que, como decía, vamos a dejarnos de obviedades y abordar directamente un tema mucho más espinoso: Kristen Stewart. Más concretamente lo gran actriz que es.


Sí, no me he vuelto loco. Estoy hablando de la niñata de "Crepúsculo", la chica que siempre va con cara de que se le ha muerto su mascota. Sí, lo de la saga de marras es como para quemarla en la hoguera (a ella y a todos, ojo). Y sí, en su momento pensaba que tenía la capacidad interpretativa de una acelga. Hasta que, poco a poco, he ido cambiando de opinión.

Podría citar "Adventureland", pero aunque ahí lo borda, como hace de chica depresiva, vale, aceptemos que no es un gran cambio de registro. Pero luego está su papel de stripper en "Welcome to the Rileys", la primera vez que me dije a mí mismo "ojito, que la niña sabe actuar". Y por último tenemos sus dos últimas películas, "Siempre Alice" (magnífica interpretación) y este "Viaje a Sils María" en el que está...espectacular. No hay otra forma de describir su actuación.

Porque en la película Kristen Stewart hace de persona normal. Créanme, no hay nada más difícil en el cine que eso. Cuando no te puedes apoyar en taras físicas, en diálogos ingeniosos. Cuando sólo tienes que estar ahí, destacar y no hacerlo al mismo tiempo. Pues ella lo consigue. Háganme caso o no, de cualquier forma no voy a cambiar mi opinión. Se come la película y casi, casi, a la propia Binoche.

Pero más allá de sus tres actrices principales en estado de gracia. "Viaje a Sils María" tiene otras muchas virtudes que la convierten en una película de lo más recomendable. Historia de cine-dentro-del-cine, Olivier Assayas aprovecha el mcguffin argumental (Binoche es una famosa actriz que acepta participar en una obra de teatro, la misma que la lanzó a la fama cuando era una adolescente) para hablar del mundo del séptimo arte y, por extensión, de la propia vida.


La película tiene de todo un poco. Desde pequeños apuntes críticos a las películas de superhéroes hasta reflexiones sobre la fama y el éxito, junto a un evidente halo de nostalgia por el cine de antes en contraposición al que se hace hoy en día. O, mejor dicho, a cómo los medios de comunicación han cambiado las reglas del juego.

El personaje de Binoche deja claro que antes también había escándalos y amores prohibidos en los platós. Pero, sin internet, poco de ello trascendía. Por contra, el personaje de Moretz demuestra la presión a la que están sometidos los actores y actrices hoy en día, y cómo los paparazzis no dejan de atosigarles haciendo que todos sus actos se magnifiquen mucho más.

"Viaje a Sils María" tiene el mérito de tratar temas profundos de manera liviana. Sin ser una comedia, tampoco es una película especialmente densa, de esas que aburren hasta las ovejas. En realidad no pasa nada y pasa mucho. Es todo cotidiano, pero también hay un punto mágico. O filosófico. O como quieran llamarlo. Sea lo que sea, hace que uno se sienta más que satisfecho por haber pagado el dinero de la entrada.

Y luego está Kristen Stewart. La gran revelación de la película, no me cansaré de repetirlo. Assayas es un director listo, denle algo de crédito. Si teniendo a Binoche y a Moretez la eligió para completar el reparto, no fue por un capricho.