16/1/16

Hace unas semanas me encontré en una web dedicada al cine domestico el tráiler de una película llamada “El Bosque de los Suicidios”, con la preciosa Natalie Dormer como protagonista. Una chica… Japón… un bosque… la búsqueda de un familiar…y pensé…
-Joder!!!! Lo han conseguido!!!-
Hace dos veranos tuve la oportunidad de leerme en un viaje a Londres, en donde además me encontraría con sus autores, las dos maravillas que crearon el tándem El Torres-Gabriel Hernandez Walta: “El Bosque de los Suicidas” y “El Velo”. Sin pausa, del tirón, el vuelo Madrid-Londres nunca me resultó más ameno.
Sobre “El Bosque” mucho se hablaba de una posible compra de derechos para su adaptación cinematográfica, y en menor medida de “El Velo”, pero es que leyendo ambas obras prácticamente te encuentras ante un storyboard insuperable. De ahí la razón de mi alegría al ver el tráiler, podría ver en imagen real tan maravillosa historia, y joder, en cierto modo bastante respetuosa con la obra en la que se basa. Pero no vi el nombre de los autores por ningún lado, ni ninguna coletilla de “basada en…”, pero oye, no dejaba de ser un tráiler y ya sabemos que lo que se quiere conseguir con ellos es atraer al público, no darles lecciones de historia. Y me puso el hype por las nubes.
Hasta que la realidad te da una ostia con la mano abierta en la cara.

SI, es “El Bosque de los Suicidas” llevado a la gran pantalla. SI, la película pinta de puta madre y va a atraer al público. Y SI, cualquier mención a sus autores, a los padres de la criatura, a quienes le dieron forma es inexistente ya que… se los han pasado por el forro de los cojones.
Y lo peor, que tienes las manos atadas ante una situación así. Ni es la primera vez que ocurre ni será la última, y lo más triste es que ni siquiera tienen la excusa de que sea una obra menor publicada en una gaceta local (y ni aun así estaría exenta de culpa) por meros aficionados. Hablamos de una obra publicada en infinidad de países, en diferentes idiomas, galardonada y/o nominada a varios premios… como para que hubiese pasado desapercibido a ojos del aficionado y por supuesto de sus autores.
Pero aún hay más.
También os he nombrado “El Velo” ¿verdad? pues Jessica Alba será la encargada de ponerle cara a su protagonista. En este caso ni siquiera se han molestado en cambiar ni una sola letra del título…
¿Adónde quiero llegar con todo esto?
Cuando la serie de dibujos de Cazafantasmas se estrenó tuvo un éxito abrumador. Tanto que cuando salió la secuela de la película fueron muchos los niños que se creyeron que esta estaba basada en la serie animada, y no al revés. Me explico, no estamos hablando de que hayan cogido la obra de El Torres/Walta, alguien la haya escaneado y la comparta con todo el mundo, que aunque siendo piratería mostraría la obra original tal y como fue parida.
No, estamos hablando de que alguien ha cogido la obra, la ha customizado para el gran público, la ha adornado con millones de dólares para sacarse aún más millones de dólares y la va a presentar como una historia totalmente “nueva”…y si luego alguien por casualidad acaba viendo en la estantería de una tienda una novela gráfica con la que comparte título, pueda pensar que es la adaptación de dicha cinta, como si nuestros autores patrios simplemente se hubiesen dedicado a poner en viñetas lo que se ha visto en el cine.
Y ahí es donde la autoridad queda diluida, cuando tu creación te ha sido arrebatada, arrancada de cuajo. Por eso en los premios de cine se diferencian los guiones adaptados de los guiones originales, para poner a cada uno en su lugar. Buena historia, pero no es tuya. Buena historia, y encima original. Por eso.
El Torres ya ha comentado en otro medio que es una batalla perdida, que la sola idea de llevar esto a juicio en tierras americanas no está a su alcance económicamente, que es muy difícil que se dictamine que ha habido plagio. No es una canción que comparte acordes con otra, no es una película que comparte planos con otra. Son dos medios distintos con herramientas distintas, sin personajes icónicos o característicos. Con cambiar de peinado, nombre, color de pelo y de oficio vale.
Siempre les quedarán los lectores. Nosotros. Los que sabemos la verdad y les agradecemos sus historias. Y los que nunca les fallaremos.
Y en ninguna ciudad del mundo que no sea Barcelona podrán hacer "El Fantasma de Gaudí".
Eso seguro.
(Todo nuestro apoyo a El Torres, Gabriel Hernández Walta y también a Ricardo Esteban, editor de Dibbuks y quien puso ambas obras en nuestras estanterías).