20/11/15


Los que me conocen saben que tengo tendencia a pecar de bocazas y meterme en todos los fregados, sin callarme nunca lo que pienso. Sin embargo, en esta web, por uno u otro motivo, al final he terminado especializándome más en escribir noticias y reseñas que en aprovechar para, de vez en cuando, descolgarme con alguna columna de opinión (lo más parecido sería el artículo de hace unos días sobre las One Million Moms y Los Teleñecos).

Pero entonces ha surgido la polémica con Dani Rovira y Clara Lago y me he dicho, "tengo que escribir sobre el tema".

Las redes están encendidas y hay cientos de fans que han declarado la guerra a la pareja. Y todo porque el otro día, mientras promocionaban en El Hormiguero "Ocho apellidos catalanes", es decir, la secuela de la peli más taquillera de la historia del cine español, a Rovira y a Lago no se les ocurrió otra cosa que decir que sus fans son un coñazo y que no les gusta hacerse fotos con ellos. 


Espera, no. Que resulta que no es eso lo que dijeron, aunque la gente lo haya interpretado así. Sus palabras fueron: "a veces nos sentimos observados y eso agobia", "se ha puesto de moda que la gente se haga dos fotos contigo, por si acaso" y "hay gente que me dice "tú eres famosa, ¿no?" y me piden una foto, y no entiendo que quieras una foto conmigo cuando no sabes ni quien soy".

Y ahí, señores míos, he de decirles que personalmente creo que Rovira y Lago tienen más razón que un santo. Que les entiendo, que no han dicho nada malo y, desde luego, no le deben una disculpa a nadie.

Vayamos por partes. Soy un "fan-boy". Un enamorado del star system. Me gusta ver a las estrellas, hablar con ellas y llevarme algún recuerdo, ya sea un autógrafo o una instantánea. Tengo fotos con Al Pacino, Michael J. Fox, Robert Englund o Jessica Chastain por poner algunos ejemplos. Me han firmado Hugh Jackman, Bradley Cooper, Helen Mirren y decenas de celebridades. Les cuento esto para que entiendan que no les doy la razón a los afectados porque sea una de esas personas a las que este tipo de cosas les parecen una tontería. Al contrario, mi forma de proceder hace que parezca que mi sitio está del lado de los detractores. Pero no es así.

Esta es mi foto de perfil de facebook, junto a Takashi Miike.
Para que se vea que lo de fan-boy no es mentira
En primer lugar, siempre lo he defendido y siempre lo defenderé, los actores, a ver si la gente se lo mete en la cabeza, no nos deben nada. Ellos cobran por hacer una película, una obra... lo que sea. El público paga por ver esa película, esa obra...y ya está. Si lo disfrutan, genial. Si no, es una lástima. Pero el precio de la entrada no implica de ningún modo que tengan que hacerse fotos con los aficionados, firmarles nada, ni siquiera ser simpáticos con ellos. Eso son añadidos. Cuestiones personales. Y ahí, cada cual es libre de hacer lo que le dé la gana.

Pondré un par de ejemplos. Hugh Jackman, en San Sebastián, se negó a que el coche oficial le dejara en la puerta del hotel. En vez de eso se recorrió toda la calle saludando a cientos y cientos de personas. Mola. Cuando me preguntan, siempre lo nombro entre las celebridades más simpáticas que he conocido (y hay unas cuantas, aunque nadie como Bryan Cranston. Qué grande que es ese hombre, que se pasó una hora y media charlando con los fans, sacándose fotos, firmando programas y aún le daba tiempo a preguntarle de dónde eras, si habías disfrutado el espectáculo... flipante).

Bryan Cranston es el puto amo
En el extremo contrario está Denzel Washington, que, tras la obra que interpretaba en Broadway, salió, vio la de gente que había y dijo "uff, cuanta peña. Ale, me voy". Y se fue. ¿Me pareció un poco gilipollas? Sí. ¿Sentí que me debía algo? No. Yo pagué por ver una obra y él actuó en esa obra. Si se hubiera ido a mitad de función sí que me habría estafado. Pero no querer firmarme...está en su derecho.

Porque, aunque hay de todo y algunos actores/actrices son para dar de comer aparte (jamas entenderé a Natasha McElrone, capaz de ignorar a ¡tres! chicas que le estaban esperando para que les firmara un programa) lo cierto es que, por lo general, la gente es muy pesada. Todos hemos escuchado alguna vez eso tan típico de "¿quién está ahí?", ¿"y ese qué ha hecho?", "¿es famoso?". En San Sebastián he llegado a oír "sácale una foto y luego ya veremos quién es". Con dos cojones.

Hugh. Éste sí que todo el mundo sabe quién es
Y lo que Clara Lago decía es que no entiende la gente que, sin ser fan, quiere una foto sólo porque el postureo mola. Que, a ver, con un director o un escritor puede que te encante su trabajo pero que no le pongas cara a la persona. Pero con un actor... En serio, o sabes quién es o no lo sabes. O sigues su carrera o no la sigues. Y si no la sigues y aún así quieres un recuerdo, perdona que te lo diga, pero eres un poco tonto. (Eso sin contar con que la gente que no sabe con quién está tratando, por lo general, en mi experiencia personal, son los más maleducados y los que creen que el famoso debería estar a su disposición)

De modo que no, lo que dijeron no es ninguna afrenta a los fans. El mayor "error" que cometieron fue admitir que son seres humanos y que a veces están cansados. Porque a ti te firman y te piras a tu casa, pero a ellos quizás les queden otras cien cosas por firmar, o cien fotos por hacerse. Y eso agobia. Y se trata de tener un mínimo de educación y pedir las cosas por favor y entender que si se puede, bien (y tanto que lo agradezco) y si no, también. Si dejas de ser fan de alguien sólo porque no te atiende como tú quieres, joder, vaya mierda de fan que eres, ¿no?


Otra cosa es el tema de la reciprocidad. Los famosos no le deben nada a la gente y la gente no les debe nada a los famosos. Si eres una celebridad y tu público deja de ir a ver tus obras, o asistir a tus conciertos, o ver tus pelis, desde luego no les puedes obligar a que lo hagan ni culparles de nada. Como mucho, asumir que tuviste un error de cálculo y subestimaste su rencor. Y ya si eso, por la cuenta que te trae, empezarás a ser mucho más simpático. O no. Pero eso es una simple cuestión de marketing.

Sin embargo, permítanme que dude que las declaraciones de Dani Rovira y Clara Lago vayan a tener una gran incidencia en la recaudación de la película. No tengo ningún dato que apoye esta idea, pero me da en la nariz que la gente más ofendida por lo que consideran "un gesto muy feo hacia sus fans" son por lo general aquellos que no tienen mayor reparo en descargarse las películas gratis en internet, sin entender que eso sí que es un gesto feo de cojones para con la gente a la que dicen admirar.


Por cierto, y ya acabo. A Rovira no lo he visto en directo, pero hace ya un tiempo pagué mi entrada para ver a Clara Lago en la obra de teatro "La Venus de las pieles" y, joder, qué buena actriz que es. Casi me arrepiento de no haberme quedado a la salida para pedirle, por favor, si podía firmarme un autógrafo. Seguro que lo hubiera hecho.