5/11/18


Una madre angustiada acude a la comisaría de policía para denunciar la desaparición de su hijo. El hombre que la atiende, envuelto en sus propios problemas personales (con un hijo adolescente delincuente) no le da demasiada importancia, ante el poco tiempo transcurrido. Pero los días pasan y el chico sigue sin aparecer, lo que desembocará en una investigación policial por asesinato en el que un vecino, antiguo profesor del desaparecido, puede tener algo que ver.

Ver en pantalla grande a Vincent Cassel siempre es una buena noticia. No sólo por lo gran actor que es, sino porque es de estos intérpretes a los que no les da miedo dar vida a personajes desagradables. Su inspector Visconti no es precisamente un dechado de virtudes. Temperamental, obsesivo,  alcohólico, perseguido por sus propios demonios internos...


Sin embargo Cassel, como de costumbre, logra con su interpretación que nos pongamos de su parte, aún cuando su personaje nunca termina de caernos bien. Pero se lo perdonamos porque es un buen policía, con un gran instinto, que parece empeñado, eso sí, en convertirse en su mayor enemigo y cometer errores de juicio que pueden terminar por costarle caro.

"Fleuve Noir" es, a priori, un interesante thriller francés que juega con el tema de las dualidades. Por una parte tenemos al protagonista, cuya vida personal parece estar en permanente conflicto con su vida profesional. De este modo la tensa relación que mantiene con su hijo (y que le llevará a tomar una decisión que desde luego sería difícil ver en una película americana con cierta vocación comercial) le lleva a obsesionarse cada vez más con el caso y con la madre del joven desaparecido, como si solucionar el caso sirviera como exorcismo de sus propios problemas personales y le redimiera como progenitor.


Por otra parte tenemos un juego del gato y el ratón entre el inspector Visconti y Yann (espléndido Romain Duris), el vecino entrometido que parece saber mucho más de lo que dice y que se involucra en la investigación por motivos que parecen poco claros. Poco a poco la trama detectivesca, por decirlo de algún modo, se va cerrando en torno a estos dos personajes, decididos cada cual a demostrar que es más listo que el otro.

Sin embargo, a pesar de algunos destellos de calidad y del buen hacer de sus dos protagonistas, "Fleuve Noir" comete el error de quedarse en tierra de nadie. La historia es interesante, sí, pero no lo suficiente como para captar el interés del espectador, teniendo en cuenta el ritmo lento, pausado, con el que se desarrollan los acontecimientos.


Al final la película peca de tener demasiados frentes abiertos (la vida personal del protagonista, su relación con la madre del chico, con el profesor, la propia investigación en sí...) y de girar en su segunda mitad hacia un exceso de melodrama, en el que queda claro que el director, Erick Zonca, está más interesado en el personaje de Cassel y su particular descenso a los infiernos que en el misterio de la desaparición del chico y quién es el responsable.

No se parecen en nada, no vayan a malinterpretarme, pero creo que en intenciones "Fleuve Noir" se podría comparar con el "Teniente corrupto" de Abel Ferrara. Sólo que sin la garra que tenía aquella película, que te despedazaba mientras asistías a la caída sin remedio de Harvey Keitel (también policía, también decidido a hacer bien su trabajo aunque su vida personal fuera un infierno). Aquí todo queda mucho más diluido y deslucido.


De modo que cuando llegas al final y el crimen se resuelve, te queda la sensación de que te falta algo. Que las piezas encajan, pero que la historia no ha alcanzado todo el potencial que podría haber tenido. Hay oscuridad y sordidez, pero no está bien desarrollada. 

Vincent Cassel hace todo cuanto puede, pero su personaje (ese policía cabronazo con el que es imposible empatizar, más allá de admitirle su pericia profesional) no está tan bien dibujado como para regalarlos un título de esos que se recuerdan con el paso de los años. Como mucho, se puede decir que "Fleuve Noir" es un thriller correcto. Pero poco más.