30/10/17


Llegamos al ecuador de la edición de este año con una jornada en la que, recuperando el ritmo de años anteriores. visité seis veces las salas (en realidad cinco, más una película extra que los productores tuvieron a bien pasarme el enlace)

Comenzamos con adrenalina y con una de estas pelis divertidas que, a las 8.30 de la mañana, te despiertan sobre la marcha y con una sonrisa. Hablo de "Mayhem", una curiosa serie B sobre un virus que hace que la gente pierda las inhibiciones y se vuelva loca. La cosa está en que la gente que está bajo sus efectos no es legalmente culpable de nada (gracias a las argucias de una firma de abogados...en cuyas oficinas se desarrolla la trama). Y para cuando comienza la peli el virus ya está controlado y pertenece al pasado...o eso es lo que todos creen. Porque si no, la cosa iba a ser más aburrida que una película de Gus Van Sant.


Total, que la peli sigue las andanzas de Derek (Steven Yeun demostrando que hay vida más allá de "The walking dead"), un buen tipo que se ha ido convirtiendo gradualmente en un abogado gilipollas pero que, después de ser acusado injustamente de un delito y despedido, volverá a reencontrarse consigo mismo...mientras intenta no caer preso de la locura y evita que sus antiguos compañeros le maten, por supuesto.

¿Revoluciona el mundo del séptimo arte? No, ni falta que le hace. Trama sencilla, personajes unidimensionales, pero mucha violencia, mucha sangre y mucha diversión. Yo particularmente compro.


Violenta y más interesante aún, aunque en un tono completamente diferente, es "Brawl in cell block 99", la segunda película como director de S. Craig Zahler después de su interesantísima "Bone Tomahawk" (vista también en Sitges y que dio la oportunidad de charlar con su director) y protagonizada por un irreconocible Vince Vaugh posiblemente en el mejor papel de su carrera.

"Brawl in cell block 99" es una peli carcelaria pero que, en el fondo, comparte muchas cosas con "Bone Tomahawk": el uso seco y directo de la violencia (aquí no hay coreografías, aquí cuando te pegan sangras y, dependiendo de cómo te golpeen, incluso muerte) y una historia sencilla pero muy bien contada, lo que hace que el interés no decaiga en ningún momento.


De este modo asistimos al descenso a los infiernos de Vince Vaugh, que encerrado en la cárcel tendrá que intentar cumplir las órdenes de unos mafiosos si no quiere que le pase nada a su mujer (Jennifer Carpenter, la hermana de "Dexter"). Es como un videojuego...si en vez de luces estrambóticas y un ritmo acelerado, el videojuego en cuestión se tomara su tiempo para contar las cosas, pasando del punto A al B y de ahí al C, pero sin que nos permita pestañear en ningún momento.

El hecho de que el director sea novelista y escriba condenadamente bien también ayuda, para qué negarlo.


Mucho menos interesante, y mira que me da pena, me resultó "Outrage 3", con la que el maestro Takeshi Kitano cierra su trilogía sobre familias mafiosas en guerra. Una trilogía de lo más curiosa, si tenemos en cuenta que el protagonista, al que él mismo interpreta, moría al final de la primera para regresar más fresco que una rosa en la segunda (ya saben, el recurso "Parque Jurásico" versión novela, cuando Crichton mató a Ian Malcom pero luego, al ver lo carismático que le salió el personaje a Jeff Goldblum, lo resucitó en la segunda parte en papel para poder adaptarlo igualmente a la gran pantalla).

El problema es que se nota que la película se ha hecho con cierta desgana (el propio Kitano siempre ha dicho que el guión de la segunda la escribió en un viaje de avión, y a esta entrega no parece haberle dedicado mucho más tiempo) y si a eso le sumamos que es bastante liosa (llega un momento en el que te pierdes con tantos nombres, tantos clanes y tantos pactos/traiciones/lo que sea...o al menos a mí me pasó) pues eso, que al final como que acabas perdiendo el interés.


Menos interés si cabe me despertó otra cinta de animación, "Have a nice day". Diseño feísta, historia adulta...y aburrimiento máximo. Mafiosos, dinero que cambia de manos, cibercafés en una trama con reparto coral a la que no le voy a dedicar mucho más tiempo.

Está claro que el día fue de más a menos, porque lo último que vi en salas fue "Black Hollow Cage", película española excelentemente filmada, misteriosa, hipnótica...pero que a mí me provocó algún que otro bostezo.


A ver, las cosas como son. Admiro su puesta de escena arriesgada, con un tono frío tirando a gélido que no es nada complaciente con el espectador a la hora de explicarle qué está pasando (una especie de "si no te enteras, es tu problema"). Está claro que, en intenciones, está más cerca de productos como "Prime" (joder, esa es la única película en mi vida de la que he sido capaz de entender prácticamente nada) que narraciones más convencionales, a pesar de usar recursos de "home invasion", lugares extraños y ciertos elementos directamente sacados del terreno de la ciencia ficción-

Y sé que debería aplaudir que haya gente decidida a hacer cosas diferentes, que cuenten historias que desafíen al espectador...pero "Black Hollow Cage" es demasiado para mí. O quizás la vi cansado, no lo sé. Lo que tengo claro es que si en "Killing of a sacred deer", de la que les hablé hace un par de días, no podía dejar de mirar la pantalla tratando de entender qué estaba pasando, aquí llegó un momento en el que tiré la toalla. 

Algún día la volveré a ver, más fresco, y con la misma me parecerá una genialidad. Pero no hoy.


En comparación "Curvature" (la peli que vi a través de un enlace...pero me quedé con ganas de verla en pantalla grande, también lo admito) es mucho más entretenida. Una serie B que optimiza al máximo todos sus recursos para contar una historia de ciencia, persecuciones gubernamentales y viajes en el tiempo, protagonizada por Lindsy Fonseca ("Nikita") y en la que aparece todo un mito del fantástico como Linda Hamilton. 

Es tan curiosa, tan poco pretenciosa y está realizada con tanto mimo e ilusión que le tengo un cariño especial. Quizás no se lo merezca, pero qué puedo decir, soy humano y lo subjetivo siempre juega una baza importante en nuestras valoraciones, ¿no?