Nacida en Arucas (Gran Canaria) y formada en Madrid, Laura
Bethencourt pisa fuerte en el mundo de la animación. Y es que lo suyo tiene
nombre: pura energía. Así lo demostró esta mañana durante su masterclass, donde
la joven expuso un detallado recorrido de su trayectoria profesional. No faltó
detalle. Infancia, pasiones, formación,
divertidas anécdotas como becaria polivalente (y sin tiempo libre),
experiencias laborales y como no, su salto a Los Ángeles, donde trabaja como
supervisora de producción de Ilion Animation Studios.
La charla de la canaria, que llevaba como título “Persiguiendo
un sueño”, sirvió de impulso para todos aquellos que ven en su figura un
referente, pues con pasión y esfuerzo no existen imposibles. También aprovechó
la ocasión para animar a los asistentes a no rechazar trabajar en cortometrajes
ya que, pese a no ser normalmente
remunerados, se trata de una de las mejores escuelas. “Ante la falta de medios,
la creatividad y la imaginación vuela cuando una trabaja en cortos”, expresó al
recordar con una sonrisa cómo llegaban a usar una silla de ruedas como
travelling.
Por otro lado, habló de la labor del departamento de
producción dentro de la industria del cine de animación. Elaborar presupuestos,
gestionar equipos, conseguir localizaciones, negociar servicios y conseguir
permisos de rodaje, son algunos de las funciones del equipo de producción.
Aunque su verdadera pasión es la cámara, Laura empezó a
ejercer labores de producción de casualidad. Después de terminar la carrera
empezó a trabajar como montadora en una productora llamada Quimera Films,
donde se dedicaba a sincronizar y
preparar las tomas de una coproducción argentina-española llamada El Frasco. El
largometraje le brindó la oportunidad de acercarse al cine y dejarse cautivar
por su magia. Después del montaje pasó al departamento de producción,
dedicándose exclusivamente a la distribución de la película.
Pero Laura echaba en falta vivir el proceso de rodaje de una
película, así que conociendo a un estupendo equipo humano con el que trabajó en
el cortometraje “Destino”, decidió dejar Quimera Films y dedicarse de lleno al
trabajo en set como ayudante de dirección. En esa etapa profesional aprendió
que “si no funciona el rodaje es porque el ayudante no está haciendo bien su
trabajo”.
Más adelante consiguió un puesto de trabajo en Telson. Allí
desempeñó sus labores en largometrajes tan reconocidos como También la lluvia,
Amigos, No controles, etc., aprendiendo de los mejores profesionales del cine
español.
Después de un fulminante ERE en la empresa, concluyó su
etapa en Telson aterrizando de lleno en la nueva producción de animación que
Ilion estaba preparando: Mortadelo y Filemón. “Entrar en Ilion fue todo un
máster de 3D en tan sólo dos meses”, recuerda Laura. Para ella la animación era un lenguaje totalmente
nuevo, un lenguaje que llegó a dominar en pocos meses.
Actualmente continúa desarrollando su carrera en Ilion teniéndose
que mudar hasta Los Ángeles para trabajar en el largometraje Amusement Park,
que será estrenado en 2018. Sobre su actual puesto, Laura dice ser que es una
solucionadora de problemas. Su objetivo es llegar a los tiempos y dotar al
equipo de todos los medios necesario para hacer bien su trabajo. “Siempre estoy
en alerta porque todos los días surgen problemas”, concluye.