24/10/16


¿Saben ese tipo de personas pedantes y un poco repelentes que cuando estás hablando de una película que está muy bien saltan con eso de "pues el libro es mejor"? Ya...esto...que resulta que "Melanie" es un film de lo más interesante y muy bien hecho...pero es que el libro es aún mejor.

Venga, empecemos por el principio, es decir, por la novela. Que, curiosamente, se publicó en 2014, es decir, que puede que estemos ante una de las adaptaciones más rápidas de la historia (y una señal de que cuando los astros se alinean, a veces incluso en el mundo del cine hay proyectos que van como la seda).

El libro "The girl with all the gifts" está escrito por el excelente guionista de comics y novelista Mike Carey (su serie de novelas sobre el exorcista Félix Castor es magnífica, y si no han leído  los comics de "Lucifer" o "The unwritten", por poner dos ejemplos, no saben lo que se están perdiendo) y es una novela brillante que ofrece una interesante vuelca de tuerca al ya trillado tema de los zombis.


Porque sí, en el libro hay zombis que se saltan todas las barreras, hay militares intentando contener la plaga...pero también hay niños que no son seres humanos pero tampoco zombis al uso. Son niños que tienen "el virus" (vamos, que si te huelen y te descuidas lo mismo te conviertes en su primer plato) pero que también son capaces de hablar y razonar, con lo que su conversación es un poco más interesante que la que suelen plantear los muertos vivientes.

Los militares, por supuesto, están muy interesados en estos niños, a los que mantienen encerrados en una base, en la que los chavales asisten a clase mientras unos cuantos científicos tratan de descubrir qué los hace tan diferentes...y de qué modo se les podría usar para crear una vacuna. Y como pasa en todas las clases, hay niños tontos, menos tontos...y luego está Melanie, la protagonista, una chica simpática, inteligente y un verdadero encanto...si pasamos por alto que te podría dejar seco de un par de mordiscos.


En la base tenemos a un militar que domina el cotarro, una científico para que los niños sólo son sujetos de experimentación, una profesora que realmente se preocupa por sus alumnos (y por la que Melanie siente verdadera devoción) y unos cuantos soldados. Por supuesto, la situación de relativa tranquilidad no dura mucho. Por supuesto los protagonistas se ven obligados a colaborar entre ellos si quieres sobrevivir. Y por supuesto no voy a contar nada más, para que puedan disfrutar la película cuando la vean (o la novela, les recuerdo, antes que nada deberían leer la novela, que ya está publicada en castellano).

Vayamos primero con los mayores aciertos de "Melanie". Lo mejor que tiene, con diferencia, es su casting. Comenzando por una Gemma Arterton que demuestra una vez más que se siente mucho más cómoda en películas independientes que en grandes superproducciones (no se dejen engañar: esta es una cinta pequeña. que ha costado 4 millones de libras, aunque viendo el resultado final me dicen que les ha salido por 20 y también me lo creo, así de cuidado está su look). A su lado, un Paddy Considine que siempre cumple y una Glenn Close que está más allá del bien y del mal, es decir, que lo mismo se marca un "Albert Nobbs" que acepta un buen cheque por pasearse en "Guardianes de la Galaxia". Aquí lo cierto es que está muy bien, aunque a priori no es el tipo de película con el que yo la asociaría.


Pero si hay alguien que sobresale por encima de todos es Sennia Nanua, Melanie, la protagonista. No entro a valorar si los niños deberían recibir o no premios de interpretación (aunque los que crean que lo que hacen no es actuar, que vean el trabajo de Jacob Tremblay en "Room" y luego el de cualquier niño español en cualquier película o serie. Y cuando dejen de llorar, hablamos) pero lo que es innegable es que la joven actriz lo borda, en una interpretación llena de matices, de esas que parecen fáciles pero que ya les digo yo que no lo son. Que se llevara el premio a la mejor actriz en Sitges no es ninguna casualidad.

Otras cuestiones destacables son el trabajo detrás de la cámara de Colm McCarthy (director especializado en series de televisión, y que aquí demuestra que puede tener una brillante carrera en el mundo del cine) y la puesta en escena, que hace que luzca hasta la última libra invertida en el proyecto. Además la película nunca se hace aburrida y está bien estructurada.


Ahora llega el momento del "pero". Y es que los que sólo vean la película la disfrutarán, sin lugar a dudas, pero los que hemos leído la novela echamos algunas cosas en falta. Sobre todo una, toda la intrahistoria del personaje de Gemma Arterton, imprescindible para entender por qué se comporta como lo hace y por qué siente tanto cariño hacia Melanie y el resto de niños. Sin saber qué le pasó antes del estallido zombi el final de la película adquiere un significado distinto. Digamos, sin entrar en el terreno de los spoilers, que en la novela todo tiene un tono mucho más dramático y la señorita Justineau (ese es su nombre) es un personaje mucho más trágico, una persona en busca de redención.


Lo más curioso es que el propio novelista, Mike Carey, es el autor del guión de la película, lo que me hace más difícil entender por qué decidió prescindir de un pasaje tan fundamental, al menos para el que aquí suscribe. Dado que en esta web ya le hemos entrevistado en el pasado, y que es una persona de lo más accesible, no duden que le escribiré para preguntárselo.

En cualquier caso eso son gustos personales. Porque, como película en sí (que es como hay que juzgarla) "Melanie, the girl with all the gifts" funciona a las mil maravillas. Qué difícil resulta a día de hoy hacer algo nuevo con el tema de los zombis. Y qué gratificante es ver que aún quedan algunas buenas ideas por explorar...