Ya son 25 los tomos que Planeta Comic ha publicado de una de
las series más longevas que aun se pueden encontrar hoy en día, una vez que
Kirkman ya anunciara que a su “Invencible” le queda apenas menos de un año de
vida en las tiendas o que por ejemplo “Fábulas” ya haya cerrado en su número
#150.
Centenar y medio de números son los que alcanzaremos en este “No hay
vuelta atrás" (que recopila el material publicado en los números #145-150 USA) continuando una trama que empezó a
remontar el interés del lector más veterano de la serie al final del tomo anterior,
tras un par de entregas más bien llanas, aun con la aparición de las nuevas
piezas del tablero, los conocidos como “Susurradores”, quienes dieron todo un
golpe sobre la mesa al tirar por tierra toda posible amistad o alianza con los
grupos de Rick y Maggie al acabar con doce de los miembros de la comunidad. Y
es que en el presente tomo se respira venganza e ira en todas y cada una de las
páginas que lo componen, mientras se lanza al lector un desafío al
preguntarle que es lo que habrías hecho tú ante dicha situación.
Rick se verá
obligado por primera vez a tomar decisiones que primen más el beneficio personal que el bien del colectivo, una comunidad totalmente desmoronada y completamente
enemistada ante la situación que se les ha presentado y que me hace recordar una frase
que suele utilizar mi mujer: “A los amigos hay que mantenerlos cerca, a los
enemigos, aun mas”.
Ojalá pudiese contaros mas, pero sería entrar en un bucle
de spoilers que harían que no se disfrutase la lectura como Kirkman manda. Tan
solo espero que el guionista se tome al pie de la letra el título de esta
entrega y tenga muy claro que quiere contar y hasta donde quiere contarlo, y
que la serie mantenga el interés que se merece sin que aparezcan los fantasmas
del sopor que como ya he dicho, estuvieron a punto de hacerse con la serie hace
bien poco. Adlard sigue dibujando de forma notable la serie que le catapulto al
estrellato, dotando a los personajes de la evolución tanto física como
psicológica que evidentemente se tiene que dar en una serie tan larga
(recordemos que a Carl le conocimos como niño y ahora es todo un adolescente
curtido por mil y una putadas).