18/7/16


Hace algunas semanas estuve muy tentado de escribir sobre los "followers" y "haters" en las redes sociales, pero al final deseché el tema. Ahora, con la nueva polémica entre Frank Cho y Greg Rucka, me he dado cuenta de que, si no doy mi opinión, reviento.

No va a ser un discurso muy elaborado, porque la premisa es sencilla: no entiendo a la gente que ama u odia a los artistas sólo por el hecho de ser quienes son. No me refiero al hecho de ser fans o venerar su trabajo, esa parte la entiendo y hasta la comparto hasta cierto punto (aunque no me gusten los absolutos; incluso mis dibujantes, directores, actores...favoritos de vez en cuando hacen un trabajo que no me gusta, y hay que admitirlo. Y otros por los que no siento ninguna simpatía a veces me sorprenden gratamente y, oye, hay que reconocerle sus méritos).

Scott Lobdell siempre me ha parecido un guionista
mediocre, pero su "Gen 13" era tan divertido...
Como digo, no me refiero a la parte artística. Si te encanta alguien hasta el punto de que adoras todo cuanto hace, oye, me alegro por ti. Y si no soportas el trabajo de otras personas, no tienes por qué darles una oportunidad, faltaría más. Pero no, no van por ahí los tiros: me refiero más al aspecto personal.

Las redes sociales han ayudado a acercar a la gente de a pie a sus ídolos (en especial en el mundo del cómic; digamos que los guionistas y dibujantes son mucho más accesibles que, por ejemplo, las estrellas de cine, por motivos obvios). Y eso es genial...hasta que descubres que el mundo está lleno de "palmeros". De gente cabezahueca, sin criterio, a la que le dices "salta" y saltan. Sin más.

No voy a andarme con delicadezas: si eres de esa clase de personas, sí, pienso que eres gilipollas.


Venga ya, ¿cómo se puede estar siempre de acuerdo con lo que alguien piensa? ¡Por Dios, yo no consigo ni siquiera estar siempre de acuerdo conmigo mismo! Si ya me mosquea cuando entrego guiones y mis jefes me dan el ok sin hacer correcciones, imagínense lo nervioso que me pondría ver que alguien, quien sea, incluso mi madre, siempre me diera la razón. Porque lo cierto es que me equivoco infinidad de veces. Y hay una diferencia entre apoyar a alguien y seguirle como un zombi sin cerebro.

Pero me temo que las redes sociales son así. Una persona (centrémonos ahora en el mundo del cómic) cuenta algún problema que ha tenido con otro, da su versión, y de repente tiene cientos de mensajes de "eso es así", "por supuesto", "a la hoguera con el otro"...y frases similares. Que, ojo, muchas veces pueden tener razón, por supuesto. Y si estoy de acuerdo se la doy (esto no es una crítica a la gente que apoya un punto de vista). Pero si se fijan bien, hay gente que SIEMPRE está de acuerdo. Incluso cuando la persona en cuestión defiende hoy una cosa y mañana la contraria.


Digamos el pecado pero no el pecador. He llegado a leer en facebook a un dibujante de cómic quejarse de que alguien que le había encargado un dibujo, que había pagado por un dibujo suyo hacía cosa de un año, le había pedido que le devolviera el dinero ante el retraso en acabar el trabajo. Y además lo insultaba. ¿Y saben qué hacía toda la gente en su muro? Darle la razón. "Es un imbécil", "no valora tu trabajo", "no se lo des nunca y que se joda"...

¿En serio? ¿Somos estúpidos o qué?

Como estas cosas se prestan a malentendidos, quiero dejar claro que en modo alguno culpo a los autores. A ver, es su muro y dicen lo que les da la gana. No, mi problema es con algunos de sus seguidores. Con los descerebrados. E, insisto, si algún día me hago famoso y decides darme la razón sólo porque soy famoso...que te jodan. Así de claro. No me estarás haciendo ningún favor.


Siendo sinceros, tampoco entiendo demasiado a la gente que tiene a bien entrar en el muro de alguien a rebatir sus opiniones. Quiero decir, lo entiendo más que la sumisión ciega, pero con todo me parece una actitud un poco de "tocar las narices". Si leo algo con lo que estoy de acuerdo y que por algún motivo me toca la fibra, puedo llegar a comentar. Si no estoy de acuerdo, guardo un discreto silencio. Porque quizás esa persona (a la que por otra parte admiro profesionalmente, y con la que seguro que coincido en otras muchas cosas) sea quien lleva razón, quien sabe. En cualquier caso, cuando la gente alguna vez me ha buscado para comenzar gresca, digamos que no soy mucho de seguir el rollo.

Y todo esto me lleva, no me he olvidado, al tema de Frank Cho y Greg Rucka.


Lo explicaré brevemente, que tampoco tiene mayor misterio. A Frank Cho, al que siempre le ha gustado dibujar mujeres exhuberantes y que ya venía de otra trifulca con algunas feministas (no me hagan explicar a su vez de dónde surge eso, que si no nos eternizamos), DC le contrata para realizar 24 portadas alternativas de la nueva serie de Wonder Woman. Pero ha decidido dejar el trabajo tras el número 6. ¿El motivo? Que al parecer a Greg Rucka, el guionista, no le gustaba su trabajo y le estaba puteando lo más grande.

Vayamos por partes. En esta historia puedes estar a favor de uno o del otro (o de los dos o de ninguno, posibilidades hay muchas). Te puedes preguntar por qué diablos a la editorial le importa tanto la opinión del guionista en el tema de las portadas o si no sabían a quién estaban contratando. No sé, todas esas son cuestiones para interesantes tertulias de cafetería, pero aquí no vienen al caso.


Lo que me ha flipado, lo que no termino de entender, es a toda esa gente en el muro de Cho que está comentando "¿quién es ese tal Rucka?", "mira, el segundón ese intenta hacerse un nombre".

Tíos, ¿de verdad? Greg Rucka. Novelista bastante bueno (su serie de libros de Atticus Kodiak mola mucho), creador de esa joya que es "Queen & Country", responsable de una más que interesante etapa de Batman, co-guionista en "Gotham Central"... ¿Para decir que estás a favor de Cho  (dibujante brutalmente bueno, por otra parte) hace falta insultar a Rucka?

Lo peor es que me imagino al otro bando. A los acólitos de Rucka preguntándose quien es ese Cho y a qué viene su pataleta. Conversación de patio de colegio.


Si te comprabas la serie sólo por las portadas de Cho, obviamente dejarás de hacerlo (cuando me pillo alguna portada alternativa de Skottie Young es por su dibujo, casi nunca por la serie en cuestión. Si no tienen esa portada en concreto, pues como que no me interesa). Si seguías la serie porque te molaba y vas a abandonarla porque Cho se va...allá tú, en serio, que no me gusta decirle a la gente lo que tiene o no tiene que hacer. Pero, desde mi humilde punto de vista, es un comportamiento estúpido y el único perjudicado eres tú, que dejas de leer algo que disfrutabas.

¿Quieren saber mi opinión? Las portadas molan. Quizás sean un pelín sosas (yo prefiero el Cho que hace gags o, mejor aún, el de Liberty Meadows), pero lo cierto es que no veo nada de malo en ellas. Y siento que deje de hacerlas. Pero no voy a empezar a quemar los comics de Rucka. No voy a dejar de defender su "Queen & Country" ni pasaré de comprar sus próximos trabajos si me interesan.


A ver si se nos mete en la cabeza: ni Cho ni Rucka son amigos nuestros (bueno, de alguno quizás,  y esos entiendo que se tomen las cosas de modo personal, pero de la gran mayoría no). Los famosos, ya sean dibujantes, actores o cantantes no son amigos nuestros. Cuando Justin Bieber pide que la gente no compre una revista (ha pasado) y le haces caso, para él genial, pero no está en su casa pensando en lo enrollado/a que eres, porque no sabe ni que existes. No eres tan importante, siento ser yo quien te lo diga.

Puedes estar a favor de algo, Puedes estar en contra. Pero siempre deberías mantener tu propio criterio y entender qué estás defendiendo o atacando. Porque, cambiando de tercio, para rematar este artículo con algo más serio que un simple cómic, cuando un actor famoso te pide que votes a un político y tú lo haces sólo porque tu ídolo lo ha dicho, cada vez que eso ocurre se me hace un poco más difícil defender la idea de que todas las personas tienen derecho al voto.