18/6/16


Vale, he mantenido este post guardado una semana. Justo cuando iba a sacarlo sucedió la masacre de Orlando (el mundo tristemente se va a la mierda) y pensé que no era el momento. No porque tenga ninguna relación directa, pero bueno, ya saben. La corrección política.

En cualquier caso me sigue pareciendo un tema interesante sobre el que merece la pena debatir. Yo tengo clara mi postura y, como siempre digo cuando me meto en un berenjenal de este tipo, seguro que hay gente de acuerdo y gente que no lo está. Seguro que podemos aprender los unos de los otros.

En cualquier caso, por favor, recuerden que el tema central tiene que ver con la creación artística en sí, no con nada más. Y es que de lo que quiero hablar es de por qué muchas veces la sociedad siente la necesidad de decirle a los creadores cómo tienen que enfocar sus historias.

La CBS decidió no seguir adelante con su proyecto de serie de "Nancy Drew"
y la que les ha caído encima por su "falta de diversidad en la programación"

Me perdonarán si, en vez de esforzarme en elegir cada palabra, como si estuviera en un campo minado, intento hablar de un modo en que todos nos entendamos. Porque, hablando claro, me refiero a todas esas campañas periódicas que saltan a la palestra exigiendo más cómics protagonizados por mujeres, más diversidad racial en cómics y películas, más gays, más lesbianas... más todo.

Un momento. ¿Quiere decir eso que NO te gustan que las mujeres protagonicen cómics, que los negros o hispanos puedan ser los héroes, que haya protagonistas con una orientación sexual diferente a la tuya? ¿Me están diciendo que eres misógino, racista y homófobo?

No, yo no he dicho nada de esto. Aunque da igual, al final habrá gente que se quede con esa conclusión. Bueno, ese es su problema, no el mío.

Tras la polémica de Manara y su "portada sexista",
Frank Cho no ha perdido ocasión de seguir el juego

Lo que digo, para entendernos, es que en mi opinión el arte no tiene por qué reflejar la realidad. La ficción juega con sus propias reglas, concretamente las que impone su creador. Y si éste se imagina un mundo dominado por hombres blancos, heterosexuales, y si quieren rubios y hasta muy arios, ¿saben qué? Que si la historia es una mierda, me parecerá una mierda. Y si la historia mola, me encantará. 

Si una historia te gusta más o menos dependiendo de lo políticamente correcta que es, perdona que te lo diga, pero creo que tienes un problema. Y no te interesa nada el arte, sólo ser un activista (es como si yo aplaudo cualquier película en la que salga Antonio Banderas sólo porque es español y hay que hacer patria. No, Banderas me cae muy bien, hay películas suyas que me encantan y otras que aborrezco. Ni lo uno ni lo otro tiene que ver con la nacionalidad del actor)

Miles Morales mola, sencillamente porque es un buen personaje
Voy a caer en la trampa. Voy a escribir ese párrafo que sé que es un error, porque es entrar al trapo y usar el argumento infantil de "ojo, que yo tengo amigos...". Pero no se me ocurre otra forma mejor de explicarlo, salvo decir que me gusta "El señor de los anillos", con sus personajes varoniles y heteros (más allá de las coñas con Sam Sagaz) y me gusta "Orphan Black", con su Tatiana Maslany espectacular, sus gays y sus lesbianas. Prefiero a Johnny Storm caucásico y a Luther afroamericano, porque si le cambias la raza a la Antorcha Humana o me quitas a Idris Elba, la cosa ya no me funciona. ¿Y saben qué? Que para redactar este artículo estoy teniendo que hacer un gran esfuerzo en pensar qué series o películas me gustan y resulta que están protagonizadas por mujeres, afroamericanos, gays..., porque lo cierto es que nunca pienso en ellas de ese modo.

Pienso en función de los personajes que me apasionan. De las historias que me atrapan. El resto no podría importarme menos.

Lo que daría por ver una nueva temporada de "Veronica Mars".
Me preocupa no estar siendo lo suficientemente claro, así que allá vamos, bordeando la demagogia. Si mañana el nuevo James Bond es enano, la gente pondría el grito en el cielo. Pero todos adoramos a Peter Dinklage en "Juego de tronos". ¿Por qué? Porque Tyrion Lannister es el puto amo. Porque George R.R. Martin creó un personaje brillante que daba la casualidad que era enano. 

Lo que (y aquí sí que ya me voy a ganar críticas a saco) se traduce en: deja de preocuparte tanto porque metan a tal o cual tipo de personaje en las tramas y céntrate más en que, cuando lo hagan, sean personajes cojonudos. Lo otro son cuotas. Y las cuotas y la paridad forzada entiendo que son útiles en una sociedad que todavía arrastra muchos prejuicios. Pero, aún siendo consciente de ello, admito que me tocan las narices no saben hasta qué punto (ojalá llegue el día en que no tengamos que estar contando cuántos somos en cada bando, que sencillamente no haya bandos, que la valía no tenga que ver con los rasgos físicos o en preferencias sexuales que no vienen al caso).

¿Es esto lo que los lectores realmente pedían? Lo pregunto sin maldad, en serio
Les decía antes que el creador tiene que elegir a sus protagonistas sin pensar en si enfadará a algún colectivo. Voy más lejos. Como esos creadores no son mis amigos (al menos la gran mayoría), ni siquiera me importa mucho si la elección de personajes es aleatoria o consciente. Me explico: quizás a Tolkien le salieron esos personajes porque, bueno, es lo que se le ocurrió en ese momento. Pero aunque el escritor hubiera sido un tipo raro de cojones que odiara a todos los grupos étnicos que quieran imaginarse, aunque hubiera gritado por los pasillos "no permitiré que haya maricones en mi obra" (estoy siendo extremo para que se me entienda; y no, hasta donde yo sé Tolkien jamás dijo nada parecido), "El señor de los anillos" seguiría siendo una obra maravillosa.

¿Saben un secreto? Que podemos adorar el trabajo de alguien, aunque resulte que es un completo gilipollas.

Orson Scott Card odia a los gays y me parece un gilipollas.
Pero "El Juego de Ender" sigue siendo una novela brillante
Es un tema espinoso, complejo, y del que podría seguir hablando mucho, mucho tiempo. Pero intentaré ir finalizando con un humilde consejo. Verás, si te sientes ofendido por algo, por una peli, por un cómic, por una serie...no intentes cambiarlo, simplemente deja de prestarle atención. No es tu peli, no es tu cómic, no es tu serie. No tienes, ni de lejos, más derechos sobre ellos que el tipo que lo creó de la nada (otra cosa es que de repente todo el mundo deje de ver o comprar ese producto y decidan darle una vuelta; pero eso es una cuestión comercial, y hoy estamos hablando de decisiones artísticas).

Ahí va un segundo consejo. Si echas de menos más obras protagonizados por mujeres, por homosexuales, por afroamericanos (siempre vuelvo a los mismos referentes para que me entiendan, no porque sean los únicos)... ¿sabes lo que debes hacer? Crear tú ese contenido. No esperar que otros lo hagan por ti, a regañadientes, si por uno u otro motivo resulta que no es lo que quieren hacer. No les convenzas a ellos, ponte manos a la obra. Si estás en lo cierto y hay millones de personas esperando algo así, puede que te hagas rico. A lo mejor te llevas una sorpresa y resulta que hay menos gente interesada de lo que creías. En cualquier caso harás algo que te mola. Ese debería ser el objetivo final.


No podemos imponer nuestro criterio. En especial porque todos creemos estar en posesión de la verdad. Pero no es así. Cada cual tiene la suya y hay que respetarlo. Yo no voy a decirle a Woody Allen que meta robots en sus películas. No le diré a Haneke que haga una comedia romántica tonta. Y tampoco me atrevería a sugerirle a Spike Lee que deje de hacer películas con actores afroamericanos. Ellos hacen lo que les gusta, lo que les apetece. Como deberíamos hacer todo.

Confundimos arte y educación, y son cosas diferentes. Como persona, me preocupan mucho los "ismos" (machismo, racismo...) y creo que la clave está en la educación y centrarse especialmente en los niños, en enseñarles desde el principio a no tener prejuicios. Pero el arte es amoral. O debería serlo.

No pienses nunca "a la gente le va a encantar mi héroe porque es musulmán o paralítico". Esfuérzate en que a la gente le encante por el sencillo hecho de que esté muy bien escrito.