26/5/16


El dicho "que hablen mal de mí, pero que hablen", es en ocasiones mucho más acertado de lo que me gustaría admitir. Porque, mal que me pese, películas como "Polder", "Lords of tears" o "Amer" (ésta de Sitges de hace unos años, que no hay festival que esté libre de pecado) son ejemplos de films que jamás se me borrarán de la memoria y a los que periódicamente recurro, aunque sólo sea para explicar lo que nunca se le debe hacer al pobre espectador.

Sin embargo "The offering" (también conocida como "The faith of Anna Waters") es de estas películas que no tardarán en caer en el olvido y que dentro de unos meses ni siquiera seré capaz de recordar de qué iba. Porque no es mala del modo en que lo son las cintas del párrafo anterior (no quise arrancarme los párpados), pero tampoco es buena. Lo peor de todo, no es novedosa. Presenta situaciones mil veces vistas, resueltas sin pericia y rozando el aburrimiento. Y estar en esa tierra de nadie es lo peor que te puede ocurrir.


Una periodista viaja a Singapur tras recibir la noticia de que su hermana se ha suicidado. Pero cuando llega, descubre que hay algo raro en todo el asunto, empezando por el hecho de que se han producido unas cuantas muertes similares, que en todos los casos aparece un extraño símbolo tallado en la pared y, lo más inquietante de todo, que su sobrina no quiere abandonar la casa ya que está convencida de que su madre "regresará en siete días".

Vale, dicho así la premisa no suena del todo mal. Y durante unos cuantos minutos le das a la película el beneficio de la duda, hasta ver hacia dónde tiran. El problema es que el camino que eligen es el más trillado, inverosímil y, por qué no decirlo, aburrido. Empezando por fantasmas y apariciones por doquier pero que, por algún extraño motivo, no hacen que las personas salgan corriendo a la primera de cambio (el síndrome "Paranormal Activity", donde parece que con tal de no abandonar una casa la gente aguanta lo que sea. En la mía veo dos sillas moverse solas y no vuelvo a pisar no ya mi casa, sino la ciudad en lo que me resta de vida).


Por si fuera poco, los responsables de la película quieren abarcar tanto que al final el resultado termina siendo de lo más confuso. Porque a la trama de lo sucedido en la casa, con apariciones, fantasmas y misterios del pasado, se le une una segunda trama con sacerdotes persiguiendo a entidades malignas que quieren reconstruir la Torre de Babel (sí, tal que así)...¡¡usando para captar a sus sacrificios las redes sociales!! Un planteamiento tan delirante que haría falta insuflar mucho humor a tu historia para que funcionara. Y el humor es algo que en "The offering" brilla por su ausencia.

¿Y cómo se combinan ambas tramas en la película? Pues muy malamente, la verdad. Por una parte parecen centrarse en la historia personal de la protagonista. Por la otra quieren darle cancha al tema del peligro a escala mundial. Y lo cierto es que, por mucho que lo intento, no termino de entender el modo en que las dos historias se relacionan, más allá de "por los pelos" y "con calzador". Es decir, un "las cosas pasan porque las hemos escrito así, no intentes buscarle demasiado sentido".

Para rematar la jugada, tenemos como telón de fondo el tema de la fe. Contra el que no tengo nada, ojo, y bien llevado puede ser genial ("El exorcista", sin ir más lejos, jugaba esa carta). Pero si una historia aburrida la rematas con el tema de "tú ten fe en Dios y ya verás cómo todo sale bien"...uff... la experiencia me dice que mezclar terror barato con melodrama barato da como resultado películas baratas de las que no causan ninguna auténtica impresión en el espectador.

Exactamente lo que sucede con "The offering".


Sé que estoy siendo particularmente duro a la hora de juzgarla, ya que, como dije al principio, tampoco es especialmente mala, simplemente es anodina. Quizás por eso mismo le estoy dando tanta caña; porque si no me centrara en sus fallos, si tratara de ver el vaso medio lleno, sencillamente no sabría de lo que hablar, porque, tristemente, no hay una sola cosa que la haga especial o digna de mención.