6/1/16


Debe ser curioso conocer como funciona la cabeza de Kevin Smith, el genial cineasta que lleva un tiempo bastante disperso y ganándose la vida gracias a sus podcats, de cuando en cuando gusta de escribir cómics – generalmente sin demasiada fortuna a mi parecer – muchas veces deja las series inconclusas como “Daredevil: The Target” y otras tarda una eternidad en terminarlas “Spider-Man/Black Cat”, luego tenemos lo de hoy “Batman: Cacofonía”.

Kevin Smith, se empapa de todos los tópicos de Joker
 
¿Un tebeo de Batman por Kevin Smith? Compro, fijo que puede estar bien, porque el tipo tiene buenas ideas, además con suerte se resarcirá de todas las meteduras de pata que tuvo en “Daredevil” donde meó fuera del tiesto una y otra vez. Así que mejor jugar sobre seguro y apostar por los patrones básicos del personaje.

Hay momentos un tanto surrealistas

Además, si se trae a Onomatopeya, el villano que sólo habla imitando ruidos y  que presentó en “Green Arrow” dentro de la historia “El Sonido de la Violencia” y que fue mucho mejor que “Carcaj” pues miel sobre hojuelas, porque así estará jugando con sus juguetes sin miedo a cargarse los de otro y el resultado ha sido una miniserie de tres números más que aceptable y muy divertida.

Las portadas de Adam Kubert lo parten

En “Cacofonía”, la acción comienza con Deadshot – genial el uso que Smith hace de él – yendo al Asilo Arkham (muy buena también, la introducción de esta institución y como la crisis económica y la corrupción le han afectado) para matar al Joker, por supuesto éste acaba libre como viendo siendo lo normal y Onomatopeya entra en juego. Destacar que es en estas páginas donde Smith nos revela más cosas del personaje, como sus motivaciones, además se muestra mucho más implacable y letal.

Sin embargo, Onomatopeya no es más que una excusa para sacar de quicio una vez más a Batman que no sólo harto de que nuevos villanos ataquen Gotham, debe volver a enfrentarse al príncipe payaso del crimen. Se nota y mucho que Kevin Smith quería contar una historia de Batman y Joker, donde más que un combate entre el orden y el caos, se emulasen los diálogos que Alan Moore inmortalizó en “La Broma Asesina”, hay muchas partes de esta miniserie que únicamente son una conversación entre ambos y creedme cuando os digo que no se hacen nada pesada y que son de lo mejorcito que he leído de ambos personajes.

No todo es lo que parece

Sobre el dibujo, el encargado es Walt Flanagan, amigo de toda la vida de Kevin Smith y que cumple sobradamente, cierto que es un poco limitado pero la tinta de Sandra Hope y el color de Guy Major tapan buena parte de estas carencias. Las portadas de Adam Kubert también ayudan a que el resultado final esté a la altura sobradamente.

Por último destacar que la edición de ECC incluye un buen número de páginas donde se reproduce parte del guion original de Kevin Smith y normalmente suele ser un extra que ignoro, pero en este caso siendo Smith el guionista me lo he leído y me ha resultado muy interesante.