12/12/15


A comienzos del presente siglo se anunció que Neil Gaiman escribiría una miniserie para Marvel, lo que hizo que fuesen muchos los que tirasen muros a pollazos solo de pensar que el creador de la, para mí, sobrevalorada serie “Sandman” o de esa maravilla que es “Neverwhere” pudiese trabajar a su antojo con los héroes de Marvel.
Una vez que se anunció dicha serie, compuesta de 8 números, las previsiones de muchos fueron destrozadas en mil pedazos al ver tanto el título como las primeras imágenes. Ese 1602 nos situaba muy claramente en la época en la que se desarrollarían los acontecimientos, y desde el primer momento se dejaban claras dos cosas por parte del escritor: una, no sería un “What if…?” y dos, no estaríamos en una realidad paralela, sino que todo lo que leeríamos sería simplemente el Universo Marvel cuatro siglos atrás, lo que hizo aumentar la curiosidad, o la desilusión, aún más.
Peter Parquagh y su curiosa atracción por las arañitas...
Una vez comenzada la lectura, sitúas fácilmente tanto a los personajes… digamos… re-imaginados, como el contexto histórico en el que se encuentran. Por ahí tendremos a una reina de Inglaterra falleciendo y siendo sustituida por su primo Jacobo VI (no es spoiler, es historia), más que nada porque la trama se empieza desarrollando en Inglaterra pero es en Europa en general donde se desarrollan los acontecimientos. Del mismo modo nos iremos encontrando con personajes por todos conocidos pero con una perfecta interpretación de cómo habrían sido en el siglo XVII. De este modo vemos a un bardo irlandés ciego (si, todos los irlandeses son pelirrojos…) que no es otro que Matthew Murdock; a un joven que responde al nombre de Peter Parquagh (Peter Parker), un joven huérfano que se convierte en ayudante de un muy reconocible y poco cambiado Nick Furia en relación a su contrapartida actual; o a los “Nacido Brujos” de Carlos Javier (si, un español se hace hueco en la trama) que como habréis adivinado no son otros que Xavier y sus X-Men.
Pero son dos personajes que, aunque a priori no les das la importancia necesaria, serán los encargados de darle la vuelta a la tortilla y hacer que recuerdes que el Sr. Gaiman afirmaba que todo esto entraba dentro de la continuidad. La pequeña Virginia Dare y su tan robusto como mudo guardaespaldas, Rohjaz. La cría de pelo blanco nos sorprenderá a todos cuando al ser atacada toma la forma de un animal, en clara alusión a Ave Nevada, miembro del grupo canadiense Alpha Flight. En el caso de Rohjaz, la sorpresa será aún mayor, ya que no será otro que…
ALERTA DE SPOILER
ALERTA DE SPOILER
ALERTA DE SPOILER
Virginia Dare y su fiel y misterioso guardaespaldas...
…el mismísimo Steve Rogers, exiliado  400 años en el pasado, lo que confirma la relación que tiene con el Universo Marvel tradicional que tanto comentaba el escritor.
En la parte gráfica nos encontramos a un maravilloso Andy Kubert que prescindió de tintas en este comic y cuyos lápices fueron directamente coloreados por Richard Isanove, lo que dio un aspecto y un acabado precioso a toda la obra. No menos espectaculares fueron las portadas a cargo de Scott McKowen, acorde totalmente con la temática y/o línea histórica en la que se desarrolla la obra.
8 portadas. 8 obras de arte.
1602 derivó en tres secuelas más, todas de inferior calidad e interés, permaneciendo la última de ellas inédita en España, casualmente la centrada en Peter Parquagh ya convertido en Spiderman y que cuenta con los lápices de Ramón Rosanas.
Son múltiples las ediciones que Panini ha sacado al mercado de esta obra desde que se hizo con los derechos de Marvel, ya sean los dos tomos 100% Marvel (formato elegido también para las dos secuelas publicadas); el tomo de la extinta línea Best of Marvel; el más económico y accesible del Coleccionable Marvel Heroes (9,99 euros, imbatible) o la flamante edición en Marvel Deluxe.