22/12/15


Con el paso de los capítulos y de las temporadas, no puedo quitarme la sensación de que "Homeland" cada día se parece un poco más a "24". Algo que resulta hasta cierto punto lógico, teniendo en cuenta que sus dos creadores (al menos de la versión americana, que por si no lo saben "Homeland" está basada en una serie israelí), Howard Gordon y Alex Gansa, ya estuvieron al frente de las aventuras de Jack Bauer. El primero fue uno de los creadores de la serie y el segundo escribió algunos capítulos de su octava temporada.

Pero al señalar que las barreras entre ambas series cada vez están más difuminadas no lo digo como algo bueno, sino todo lo contrario. Se supone que "24" es el producto divertido, ese que fue derivando hacia situaciones cada vez más surrealistas, con clichés y tópicos para aburrir y un protagonista que se convirtió en alguien "bigger than life", el superhéroe definitivo. "Homeland", por su parte, tenía que ser el producto serio, el cuidado. El que se adentraba en terrenos pantanosos y explicaba de un modo verosímil cómo funciona la lucha de la CIA contra el terrorismo islámico.


Seamos sinceros, las dos primeras temporadas, con algún que otro "pero", son cojonudas. Y si lo hubieran dejado ahí, "Homeland" sería una obra maestra sin paliativos. Lo malo es que quisieron estirar el chicle de la historia de Brody y el resultado fue una tercera temporada muy mediocre en la que, al menos, ponían punto y final a la historia.

La serie resurgió de sus cenizas en su cuarta temporada, con un nuevo punto de partida, un nuevo caso que resultó de lo más interesante. Sin embargo empezaba a quedar claro que ya no era la misma serie. Que nunca volvería a serlo. Una sensación que sólo se ha visto acentuada en la quinta temporada que acaba de terminar en Estados Unidos (y sobre la que hablaré a continuación, lo que significa que algún spoiler menor va a colarse).


Tenemos salto en el tiempo. Y al más puro estilo Jack Bauer (aquí empiezan las similitudes), la insoportable Carrie Mathison ya no pertenece a la CIA. Ha dejado atrás su antigua vida...por enésima vez. Pero las circunstancias hacen que tenga que acabar colaborando de nuevo con la agencia...por enésima vez. Exactamente lo que pasaba con el personaje de Kiefer Sutherland, que en los últimos años seguía el mismo patrón (ya no forma parte del gobierno, nadie le quiere, pasa algo, sólo él puede resolverlo, vuelve...y en la siguiente temporada volvemos al punto de partida).

El problema no es la trama (que está bien) ni los conflictos morales que se tocan (que son interesantes). Lo malo de la quinta temporada es que todo empieza a sonar ligeramente paródico. La CIA al completo es más inútil que nunca, de modo que Carrie es la única persona capaz de acabar, ella sola, con toda una célula terrorista. Lógicamente ella descubre lo que nadie más ve. Y lógicamente nadie la cree. Y lógicamente desobedece todas las órdenes del mundo para hacer lo que le venga en gana, demostrando que ella tiene razón y el resto son una panda de incompetentes.

En serio, si hubieran salido unos relojes digitales marcando la hora mientras vemos una multipantalla no me hubiera extrañado en absoluto.


Carrie Mathison, la analista bipolar, se encuentra en un mundo que ha dejado de ser verosímil. Con la de cosas que ha hecho se me antoja harto difícil creer que en la Agencia alguien le siga dando siquiera los buenos días. Peor que eso es que ella, sin recursos, sea capaz de hacer un mejor trabajo que toda la CIA junta. Dicho de otro modo, para insuflarle algo de vida a su personaje, los guionistas han destrozado a los de Saul Berenson (Mandy Patinki), Dar Adal (F. Murray Abraham) y hasta a Peter Quinn (Rupert Friend) que, sin destripar demasiado, acaba envuelto en una situación que a los fans de "24" les resultará de lo más familiar, ya que fue el leiv motive de toda una temporada.

De repente todo me resulta muy fantasioso y muy traído por los pelos. Historias paralelas que no le interesan a nadie (como en "24"). Traiciones dobles, triples y lo que se tercie (como en "24"). Una protagonista que sólo causa dolor y muerte a toda la gente que está a su alrededor (como en "24"), planes que salen mal y que hacen que al final tenga que ir Carrie en persona a salvar el día (como en "24")... Son cosas que están bien, que son interesantes...para "24". A "Homeland" le pedía otra cosa.


Habrá sexta temporada. Tengo curiosidad por ver hacia donde tiran. Si de nuevo arman una historia compacta, con menos golpes de efecto pero mayor efectividad, o si Carrie Mathison se convierte definitivamente en Jack Bauer. Es más, ahora que lo pienso, la temporada podía ir sobre nuestra odiosa rubia rescatando a Kiefer de las garras de los rusos.

Mataría por ver ese "crossover", la verdad.