7/6/16


Hola amigos, bienvenidos una semana más a nuestra “Filmoteca James Bond”. Poco a poco vamos avanzando y con “Solo se vive dos veces” llegamos al quinto filme basado en las peripecias del mejor espía de todos los tiempos. En este caso adaptando al novela número doce del incombustible Ian Flemming y que además en su momento causó toda una conmoción porque sería el último filme protagonizado por Sean Connery, aunque es cierto que volvería brevemente para una última película.


Un cartel japo de la peli

Me van a permitir que no sea muy objetivo con “Solo se vive dos veces” pues esta película es la primera cinta de James Bond que recuerdo haber visto completa en mi niñez gracias una copia en Betamax y a partir de aquí mi devoción por el cine de espías sería para siempre y es que si bien “Solo se vive dos veces” carece de la profundidad por ejemplo de “Goldfinger”. Estamos ante dos horas de diversión en estado puro.

Esta pistola lo peta, pero luego pasan de ella

Por primera vez la amenaza de Spectra trasciende nuestro planeta y crea un cohete espacial que a su vez engulle a los cohetes lanzados por Estados Unidos o la URSS con la finalidad de provocar la Tercera Guerra Mundial. Recuerdo que la primera escena cuando el astronauta se queda vagando en el vacío me acojonaba bastante, claro que luego llegaba la cortinilla de estrellas y la canción de Nancy Sinatra – que era de las peores de la serie – para que diese el bajón.

Mira mama, ¡sin manos!

“Solo se vive dos veces” lo tiene todo, es completamente excesiva y su climax es de los mejores de toda la franquicia. En ella veremos que James Bond es asesinado, como resucita, como le cambian la raza para parecer japonés y al contrario de lo visto hasta ahora no tendrá que infiltrarse con el enemigo. Por cierto que nuevamente queda demostrado chicas, que Bond es un mal partido, porque en la cinta que nos ocupa hoy otras dos mozas acaban muertas y una de ellas de forma muy chunga, comida por pirañas nada menos.

Bond contra un chino malo

Antes hablábamos de excesos y es que si acabar con sus enemigos con Aston Martin modificado es bueno, montar un mini helicóptero que lleva minas, lanzamisiles, misiles guiados por calor, ametralladoras y lanzallamas y llamado “Little Nelly” es mucho mejor. Mola como “M” le dice todo lo que lleva incluido y que luego no se deje ni un solo arma sin usar para acabar con sus rivales.

Pero hace unos párrafos os hablábamos del final y es que la última escena es una batalla en la James Bond y un pequeño ejército de ninjas que llevan tanto armas clásicas como armas de fuego asalta la base de Spectra que está en ¡un volcán! (Pulp en estado puro) y allí se lía la marimorena, con mogollón de muertos, granadas, combates a espada.

Be careful with the purple ninjas!

“Solo se vive dos veces” siguió ganando en espectacularidad con respecto a sus predecesoras, siguió aumentando su presupuesto con unos nada despreciables 9,5 millones de dólares de la época pero recaudó sensiblemente menos que las anteriores quedándose sólo en 43 millones de dólares en América más otros tantos a nivel mundial. Que tampoco está nada más, multiplicar por diez la inversión.

La semana que viene volveremos con “007 Al Servicio de su Majestad”. No faltéis.