5/6/17


Hola amigos, una semana más vamos con una entrega de “Filmoteca James Bond”. Hoy toca hablar de “Operación Trueno” o “Thunderball” en el original, película que adapta la novena novela del personaje creado por Ian Fleming y publicada cinco años antes del estreno de esta cuarta película.

Con “Operación Trueno” los productores ya eran plenamente conscientes del filón que tenían entre manos dados los buenos resultados de las anteriores entregas, por lo que además de suponer el regreso de Terence Young en la dirección, tras ausentarse en “Goldfinger”, se pusieron a su disposición cinco millones de dólares con los que consiguieron recaudar sólo en Estados Unidos más de sesenta y cuatro obteniendo una recaudación mundial de más de cien millones.

¿Qué empiece por el píe? Qué rarita eres...
Este aumento del presupuesto se nota en todas y cada una de las escenas de acción del filme, muy espectaculares. Tanto que le valieron el Oscar de la Academia en esa categoría y encumbró al especialista en la materia John Stears. “Operación Trueno” quiso ser más que ninguna: más acción, más chicas Bond, más armas fantásticas y más larga con un total de 130 minutos que salvo algún bajón puntual de ritmo se disfrutan enormemente.

Estos extras de "V" son los buenos
El comienzo de la película ya es de aplauso. Bond, en un funeral de Spectra (que así regresa a la franquicia tras su descanso en la mencionada “Goldfinger”), en el que acaba luchando con la supuesta viuda que no es otra que el supuesto difunto travestido. De dicho funeral escapa utilizando la célebre mochila cohete y además el Aston Martin vuelve a hacer acto de presencia y salva el día con sus fabulosos gadgets.

Cabe destacar que “Spectre” vuelve a enseñarnos parte de su estructura, como su organigrama y asamblea de miembros principales y cómo a ellos les vale tanto el terrorismo convencional como la extorsión, pues la trama central de la película será el robo por parte de los malos de dos ojivas nucleares con los que chantajean a Inglaterra y a Estados Unidos en plan “o nos pagáis cien millones de libras o daros por jodidos”, así de chungos son.

Lo de las cuatro chatis no es exagerado

Claro que James Bond está ahí para evitarlo y repitiendo los esquemas que ya habían hecho famoso al espía interpretado magistralmente por Sean Connery, consigue que nos metamos de lleno en una película donde el grueso de la acción se desarrolla en Nassau, en pleno mar Caribe (esta película impulsó la afición de la gente por los deportes acuáticos). Así tenemos a Bond llegando, reconociendo el terreno, tirándose a la moza de turno, dejando en ridículo al malo – el Sr. Largo – siendo capturado, escapando y liderando una batalla gigantesca.

¿Quién no quiere uno de estos?
Un detalle que me ha parecido muy curioso es que hay grandes fragmentos de la película que son totalmente mudos al desarrollarse bajo el agua (aquí se nota el presupuesto), en particular la escaramuza final entre las hordas de Spectra que portan traje negro y los buenos que van de naranja, salvo Bond que llega de rojo de cintura para arriba y con pantalón blanco corto lo que le da un toque ridículo que encima tratan de mostrar con todo el glamour del mundo en la carátula. Pues dicha batalla es un delirio de casi un cuarto de hora con decenas de buzos liados a disparos de arpones, machetazos, con vehículos subacuáticos y con Bond portando una mochila que tiraba de él a reacción y que también dispara proyectiles explosivos.

Creo que nunca se alabará lo bastante a Sean Connery por lo bien que captó la esencia de James Bond. En “Operación Trueno” le vemos en modo puto amo, humillando a los malos, en plan seductor y en plan expeditivo cuando no duda en usar como escudo humano a una mujer que le había traicionado y trabajaba para el Señor Largo.

Estilo ¿dónde estás estilo?
De verdad que os aconsejo que le deis una oportunidad a estas películas si sois aficionados al género porque me resulta increíble lo bien que aguantan el paso del tiempo. Nos vemos en siete días con “Sólo se vive dos veces”, mi película favorita del mejor agente secreto al servicio de su Majestad.