1/11/15


Hace poco más de una semana el mundo entero, seguidores de la saga o no, celebró en las redes sociales la supuesta llegada de Marty McFly a nuestro tiempo.  Fue un día muy largo con coñas nada originales sobre coches voladores y la decimonovena entrega de “Tiburón”.  Sólo los verdaderos amantes de la trilogía sabían que dicho día también sería el elegido por IDW Comics para poner a la venta el comic de “Back To The Future” y del que hoy os vamos a hablar.
Todos conocemos (o deberíamos conocer) al dedillo los hechos que se nos narran en las tres películas. Todos nos sabemos de memoria las tres líneas temporales en las que se basan los hechos (1885, 1985 y 2015). Entonces… ¿Qué cabida tiene este comic en dicha línea temporal? Mucha, ya que se nos narrarán hechos complementarios, dentro de la continuidad, que enriquecerán en todo momento la historia ya conocida. Y quien mejor que Bob Gale, la cabeza pensante de las películas, para escribirlas.

Siempre he dicho que “Regreso al Futuro” se debería de estudiar en las Academias de Cine como el guión perfecto. La forma en la que te encuentras pequeñas variaciones en la trama debido a detalles que han sido modificados por hechos ocurridos en el pasado me parece sencillamente sublime, haciendo al espectador partícipe, al retarle a encontrar todos esos detalles (el barranco Eastwood al final de la trilogía por poner un ejemplo o que la primera entrega comience en el parking de “Twin Pines Mall” para terminarla en “Lone Pine Mall”…)

En este primer número nos vamos a encontrar dos historias:
When Marty Met Emmet”: Como su buen título indica, se nos narrarán los hechos que llevaron a Marty a conocer a Doc Brown. Hechos que serán narrados por el propio Doc a sus hijos en 1885 y en los cuales se nos muestra la verdadera imagen que tenían los vecinos de Hill Valley en 1985 y cómo el porculero de Needles fue culpable indirecto de dicho encuentro. 

Las páginas están llenas de referencias a la trilogía, desde el bol de comida lleno a rebosar de Einstein, el perro de Doc, al cameo de cierto mendigo, por poner un par de ejemplos. Y en la que nos dejarán caer el origen europeo de Doc, ya que habla del linaje de los Von Brauns dejándolo en el aire presumiblemente para números posteriores. El dibujo corre a cargo de Brent Schoonover, quien ofrece un resultado final muy novel y de escasa calidad, pero que es algo que pasas por alto al meterte de lleno en la trama.

La segunda historia, “Looking For a Few Good Scientists”, nos traslada a la década de los 40, presentándonos a Emmet Brown ejerciendo como profesor y que acabará siendo partícipe de nada menos que el Proyecto Manhattan. El dibujo correrá a cargo de Dan Schoening, quien se encarga también de las portadas principales y que mejora notablemente la calidad de su predecesor.


La miniserie va a constar de 4 números, con las portadas principales de todos y cada uno de ellos formando un mosaico recreando las escenas más representativas de la saga. Eso no quiere decir que dicho cómic se haya librado de la nueva fiebre de las portadas variantes, teniendo este primer número la friolera de ¡¡¡34 variaciones!!! (aunque 9 de ellas son idénticas, y únicamente cambia el logo de la tienda donde Marty supuestamente ha comprado unos cómics). 

Nosotros vamos a centrarnos en la que da inicio a este artículo, dibujada por Sean Gordon Murphy para la cadena inglesa Forbidden Planet, y la versión Artist Edition (Octubre fue el mes de las Artist Edition Cover de IDW), recreando la escena en la que Marty se hace pasar por extraterrestre para convencer a su padre de que debe ir al baile. Más limitada pero igual de espectacular es la maravilla que Jeff Scott Campbell realizó en exclusiva para su web, y que pueden ver aquí.


Sobre la publicación del cómic en estas tierras nada se sabe. No deja de ser un producto arriesgado una vez pasado el boom del 21 de octubre. El hecho de que sea una miniserie limitada y un producto con una legión de fans bastante fiel y numerosa puede ayudar a que se acabe convirtiendo en una realidad.
Esperemos.