23/11/15


Hay productoras sensatas e insensatas. Mientras la de "Sufragistas" ha decidido que lo mejor para su película es estrenarse el mismo día que "Episodio VII" (buena suerte), un blockbuster con tanto tirón como "Los juegos del hambre" sin embargo ha optado por retrasar su estreno en España una semana, para no tener que vérselas con "Ocho apellidos catalanes", que, como mínimo, le iba a hacer algo de daño en taquilla.

No obstante, y dado que la primera fecha de estreno prevista era el 20 de noviembre, pues finalmente consideraron que no era mala idea hacer una especie de "preestreno" el fin de semana, con una maratón que englobara las dos partes de "Sinsajo", que es el motivo de que servidor haya visto ya la conclusión en pantalla grande de la saga literaria de Suzanne Collins.


Déjenme que les advierta desde ya que no soy la persona mas idónea para hacer esta crítica (la hago aprovechando que pasé por taquilla, pero no descarto que alguno de mis colegas, si resulta que es más fan que yo de "Los juegos del hambre", haga una contra-crítica). Servidor nunca ha terminado de conectar con esta saga que se le queda a medio camino de casi todo, y a un mundo de distancia de su fuente de inspiración, voluntaria o involuntaria, que es esa obra maestra llamada "Battle Royale", repleta, esa sí, de sangre, mala leche y verdadera tensión.

Aún así, admito que la saga está bien hecha, que lo de fichar a grandes estrellas a golpe de talonario les ha salido bien y que Jennifer Lawrence aguanta el tipo con lo que le echen, incluso con un personaje tan insulso, llorón y desquiciante como es esta Katniss que uno no se explica muy bien cómo se convierte en estandarte de la revolución.


Siguiendo la estela "Harry Potter" (que fue precursora en esto de arañar unos dólares extra dividiendo el último libro en dos películas"), la trilogía de "Los Juegos del hambre" se convirtió en cuatrilogía. Y después de volver a ver "Sinsajo parte 1", me reafirmo en mi idea de que es una película estirada en la que no pasa nada, y que únicamente sirve de prólogo para lo que, al menos así lo esperaba, estaba llamado a ser un digno cierre de la historia.

Pues no, curiosamente "Sinsajo parte 2" me parece aún más aburrida que la uno. Pero no es culpa de la película, sino del libro en que se basa. Les decía que "Los juegos del hambre" se me queda siempre a medio camino, y voy a explicarles a qué me refiero. En el fondo quiere hablar con seriedad sobre la guerra y las revoluciones, pero sin perder de vista su condición de historia para adolescentes. Intenta ser una historia intimista (al estilo "Mañana cuando empiece la guerra" o "Mi vida ahora") pero con mayores dosis de acción. Es decir, quiere ser un poco de todo, y al final carece de identidad propia.


En mi opinión las piezas no terminan de encajar del todo. Una escena de acción tan gratuita (y bien hecha) como la huida por las alcantarillas se combina con una toma del Capitolio que sucede fuera de pantalla. Las implicaciones del personaje de Julianne Moore (y la sensación de que en el fondo sólo se quiere cambiar un dictador por otro) quedan eclipsados ante los diálogos no aptos para diabéticos de Katniss y Peeta, esa pareja que hace que te den ganas de dispararte una flecha en la cabeza con tal de dejar de escuchar ñoñerías. Sus reflexiones serias se borran de un plumazo en cuanto aparece en escena el personaje de Elizabeth Banks, cuyo cometido es que la líder revolucionaria vaya vestida mona monísima, porque si no vaya mierda de levantamiento.

"Sinsajo parte 2" no desmerece del resto de la saga. Si les han gustado las anteriores creo que disfrutarán con este último capítulo, a pesar de esos seis epílogos que tiene, que hacen que parezca que "El retorno del rey" cerraba con rapidez la trama de los hobbits. La calidad no varía, está hecha con el mismo cariño que las anteriores.


Pero, como les digo, todo "Los juegos del hambre" me parece un producto para adolescentes que quieren pensar que ya son adultas (independientemente de que les pueda gustar sea cual sea su género y edad, por favor, no se sientan ofendidos por el comentario). Una historia pelín cursi, mal estructurada, sin la originalidad o pasión que destilaba, por poner un ejemplo, la saga de "Harry Potter", de la que sí me declaro fan absoluto. Esto...dejémoslo en que no es mi rollo.

Lo mejor, como siempre, son los actores. Ver en pantalla de nuevo al tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman, a una Julianne Moore que estaría bien hasta leyendo las páginas amarillas, la muy carismática Jennifer Lawrence, el nada carismático Liam Hemsworth, el gran Donald Sutherland y su piloto automático que aún así le sirve para demostrar su clase como actor... qué diablos, si hasta se deja ver esa musa de todo lo que mola que es Michelle Forbes. Por elenco no será.


"Sinsajo parte 2" volverá a arrasar en taquilla y le creará un quebradero de cabeza a sus productores, que tendrán que encontrar una nueva gallina de los huevos de oro. Eso o confiar en que Suzanne Collins decida retomar su universo literario. Si Stephanie Meyer (me niego a llamarla escritora) va a volver a torturar al mundo con nuevas novelas de "Crepúsculo", ésta vez desde el punto de vista de él, E.L.James (otra que tal) se ha sacado de la manga más "50 sombras" versión Christian y hasta J. K. Rowling va a retomar a Harry Potter en teatro, oye, en el caso de "Los juegos del hambre" la esperanza es lo último que se pierde...