2/11/15


Hola amiguitos, vamos a empezar el maratón de reseñas Marvel hablando de todas las sagas clásicas de La Casa de las Ideas que a su vez han servido para distintas miniseries de esa monstruosidad de evento llamado “Secret Wars”. Hoy nos toca “Dinastía de M”, una saga polémica que supongo que todos habréis leído, y si no mejor no sigáis con este post porque no me voy a cortar un pelo. Acabo de mencionar que fue polémica, y no me refiero a la portada de Mike Mayhew en la que fusiló una foto del Rey de España y lo cambió por Magneto...
   
Mira que a mí la Corona me da igual, pero es cantoso no, lo siguiente.
Fue polémica porque por primera vez en la historia de Marvel un crossover cambiaba de verdad la faz de su universo. Pero antes de hablar de todo lo que pasó, hagamos un poco de historia. Corría el año 2005 y Joe Quesada ya llevaba casi un lustro como editor jefe en Marvel. Es cierto que había insuflado mucha savia nueva a la editorial, pero uno de sus mayores puntos flacos era que se había cargado el concepto de universo cohesionado, cada serie iba a su bola y si pasaban cosas muy importantes en ella no afectaban en nada a otras colecciones, como por ejemplo los dos años que se tiró Busiek con la saga de la invasión de Kang, que no quedó reflejado en ninguna parte.

Essad Ribic se encargó de todas las portadas

Esto cambió de golpe con la llegada de Brian Michael Bendis a Los Vengadores, una colección que iba a llegar a su número 500 enseguida, y el calvo de moda, sin tener mucha idea de cómo manejar a los personajes, se sacó de la manga la saga “Desunidos” con el resultado de la Bruja Escarlata volviéndose loca y matando a la mitad de los Vengadores o dejando muy tocados a otros.

A ver cómo os lo decimos... Wanda está tarumba. Sip, ha sido fácil
Había que hacer algo con la Bruja Escarlata y de ahí surgieron los primeros piques entre la Patrulla X y Los Nuevos Vengadores. ¿El resultado? Una nueva ida de olla del personaje más poderoso de Marvel y la Tierra 616 cambiaría para siempre. Leyendo ahora “Dinastía de M” se puede apreciar que es una historia ambiciosa y leída de un tirón gana muchísimo. Tiene ritmo, tiene buenas ideas y tiene momentazos. Vale que tirar de dimensión alternativa a partir de ciertos acontecimientos ya lo hicieron en los 90 con “La Era de Apocalipsis”, pero las consecuencias de este evento en la línea temporal oficial serían mínimas.

Una familia bien mona
Con “Dinastía de M” tenían claro que no pasaría eso, y de un plumazo Brian Michael Bendis y Olivier Coipel acabaron lo que comenzó Grant Morrison con “E de Extinción”. Bastaron tres palabras, “No más mutantes”, pronunciadas por Wanda y el homo superior dejó de existir, se redujo su número a 198 mutantes con personajes como Magneto, Xavier, El Hombre de Hielo, Polaris... dejando de serlo. Es cierto que con el tiempo todos recuperaron los poderes, pero por otros trucos de guión, no porque se revirtiese el efecto. Actualmente vuelve  a haber nacimientos mutantes, pero no son miles de potenciales hombres X los que campan a sus anchas por el mundo, así que sí, “Dinastía de M” tuvo consecuencias que se mantienen.

La vida de Spider-Man fue bien distinta
Pero bueno, volviendo al evento en sí, durante ocho números se nos contó todo lo contrario. Cómo sería un mundo donde los mutantes tuviesen la hegemonía y el homo sapiens fuera el sometido, aunque se trata de un mundo idílico, no devastado como en “La Era de Apocalipsis”, y el ser humano puede vivir con relativa tranquilidad. La familia real era la ya conocida, con Magnus y sus hijos, y la guardia de honor de Shield incluía a Mística, Sebastian Shaw y Logan, quien recuperaría toda la memoria tras la saga. Por supuesto que habría una resistencia formada por superhéroes humanos y que poco a poco algunos personajes irían recuperando la memoria. Ahí entraría en juego la debutante Layla Miller y su ya famoso “sé cosas” que revolvió los cimientos de esa fantasía inventada.

Algo muy interesante que tuvo la saga fue que supuestamente el hechizo de La Bruja Escarlata provocaba que los mutantes vivieran sus mejores fantasías. Este hecho se hizo extensible también a otros personajes: Spider-Man estaba felizmente casado con Gwen Stacy, Johnny Storm era una estrella mediática y feliz, Tony Stark el soltero playboy juerguista sin complicaciones y Steve Rogers nunca fue el Capitán América, simplemente luchó en la Segunda Guerra Mundial y pudo envejecer tranquilamente con su familia y amigos.

Tres palabras y todo se fue a tomar por culo

El clima que dejó “Dinastía de M” fue bastante convulso. Mercurio (el causante indirecto de todo al influir en su hermana) era un paria y trataba de devolver sus poderes a los mutis con las nieblas terrígenas. Los mutantes supervivientes se vieron recluidos en la escuela de Xavier (quien estaba de parranda en el espacio) y vigilados por Centinelas tripulados por hombres de la Iniciativa O.N.E. etc… Destacar que recientemente  y a título de curiosidad, Allan Heinberg durante la miniserie “La Cruzada de los Niños” desdijo parte de lo aquí contando echando la culpa al Doctor Muerte de todo. Pero mejor ignorar esa miniserie.

Una gran historia llena de drama y grandes momentos (como Lobezno saltando nuevamente de un helitransporte) que podéis encontrar recopilada íntegramente con muchos extras en un volumen de la colección Marvel Deluxe publicada por Panini Comics.