28/11/15


¿Hay algún "marsmallow" en la sala? Los que hayan levantado la mano obviamente saben a lo que me estoy refiriendo. Pero para los que no (muy mal), tengo que aclarar que ese es el apodo por el que se conoce a los seguidores de las aventuras de "Verónica Mars".

Verónica Mars. El personaje de las siete vidas. Creado por Rob Thomas en una maravillosa serie de televisión que duró solo tres temporadas, y que le dio los rasgos de la muy rubia, muy bajita e increíblemente carismática Kristen Bell. Todo ello al ritmo de la canción "We used to be friends", convertida en todo un himno para los que amamos al personaje.


Admito que me enteré tarde de la existencia de esta serie sobre una adolescente que trabajaba como detective privado, y que, eso fue una de las cosas que me cautivó, era un show más interesante, más profundo, con mayor recorrido de lo que uno hubiera podido imaginar. Más allá del "caso de la semana" había una trama de fondo. Había unos personajes creíble que además evolucionaban. Era fresca y era oscura al mismo tiempo. Y luego estaba ella, Verónica, con su desparpajo y sus frases irónicas y su modo de ser, más chula que un ocho.

No quiero irme por las ramas, así que vamos a resumir. Hubo intención de hacer una cuarta temporada con la protagonista ingresando en el FBI, pero la idea quedó en el limbo. Pero muchos años más tarde, cuando la Warner ya había enterrado el proyecto para siempre, llegó su creador, pidió ayuda en Kickstarter para hacer una película que continuara la historia...y en menos de 24 horas ya tenía los 2 millones de dólares que necesitaba. 250 eran míos.

Yo tengo este póster...y firmado por sus protagonistas.
La película no es que fuera un gran éxito de taquilla, pero sí que sirvió para encender de nuevo la llama entre los fans. Sobre todo por los numerosos momentos autoreferenciales del film, que básicamente funcionaba como un capítulo doble de la serie, dejando incluso cabos sueltos para "posteriores entregas". Ahora bien, era imposible de entender para cualquiera que no fuera seguidor de la serie. Pero como no es mi caso, yo la disfruté enormemente...

Y mientras Rob Thomas se entretiene con ese divertimento que es "I Zombie" y se piensa si hacer o no una segunda parte, no se le ha ocurrido otra cosa que cambiar por tercera vez de medio para seguir narrando las historias de su personaje fetiche. De la televisión al cine y de ahí a las novelas. Novelas que, por cierto, son canon oficial.

Y todo eso nos lleva (lamento el largo preludio, pero es que el tema me apasiona) a "El concurso de los mil dólares", la primera de dichas novelas, escrita por el propio Thomas en colaboración con Jennifer Graham y que en España acaba de publicar (de forma espléndida) Nocturna ediciones.


¿Qué podemos decir de la novela? Pues que, una vez más, está planteada como si fuera un capítulo para la televisión. Las cosas continúan ahí donde lo dejó la película, proseguimos con los cabos sueltos y ocurren cosas importantes. Pero que muy importantes. ¿O si no cómo calificarían el regreso de la madre ex-alcohólica de Verónica Mars, que ve cómo la hija de su nuevo marido ha sido secuestrada en el siempre peligroso Neptune?

Resumiré la trama lo máximo posible, porque lo divertido de la novela (escrita en un estilo tan fresco como simple; no ganará ningún premio literario - ni falta que le hace -, pero yo me bebía las páginas incapaz de dejar de leerlo) es ir descubriendo lo que ocurre: chica que desaparece durante las vacaciones de Primavera en Neptune. Verónica Mars se hace cargo del caso y entonces ocurre un segundo secuestro, el de la hijastra de su progrenitora.

Lianne Mars en la serie. Para que le pongan cara mientras leen la novela
Pros y contras de "El concurso de los mil dólares" (que, todo sea dicho, me sigue pareciendo un título muy poco apropiado. Pero no estoy aquí para quejarme). Lo positivo es que Rob Thomas sigue demostrando que conoce como nadie a su creación y que no está dispuesto a traicionarla. Todo el mundo se comporta como tiene que hacerlo y es imposible no pasar las páginas sin poner los diálogos de la novela en boca de Kristen Bell, Enrico Colantoni, Percy Daggs III y Tina Majorino (La presencia de Logan no pasa en esta ocasión del simple cameo).

¿Lo malo? Que si este es tu punto de entrada al universo de Verónica Mars, no creo que vayas a disfrutarlo del todo. Porque, como ocurría con la película, es una historia para iniciados. La trama no es especialmente brillante, y si funciona es por el cariño que le tienes a los personajes (¡qué diablos! Si hasta sacan, aunque sea brevemente, al magnífico Dick Casablancas). De modo que mi consejo, si nunca has visto la serie, es que te compres el libro, lo guardes un par de semanas (el tiempo que necesitarás para ponerte al día, que 66 episodios y una peli se ven en un santiamén) y luego ya verás cómo te sabe el doble de bien.


Y más buenas noticias. Si bien aún no se sabe si el personaje volverá algún día a la pequeña o a la gran pantalla, al menos sí que hay ya segunda novela oficial, "Mr Kiss and tell" (lo sé porque la tengo en mis manos). Confío en que dentro de poco Nocturna también la publique en español. Pero admito que no sé si podré esperar tanto, por lo que intuyo que pronto empezaré a leerla en inglés.

Gracias, Rob Thomas, por crear un personaje tan maravilloso. En compensación, prometo seguir comprando todo lo que saques sobre Verónica Mars. Como deberían hacer todos ustedes.