21/11/15


La verdad es que hay casos en los que una cinta se cae de la distribución por los motivos que sea y parece que nunca va a llegar a nuestras pantallas. Encima si vemos que la fecha de estreno en su país de origen es de 2014 y que fue una de las películas mejor consideradas del Festival de Sitges del año pasado, la cosa escama mucho más. Menos mal que al final sí que la tenemos en cines de toda España desde ayer, día 20.

La película que hoy nos ocupa,“La French”, es uno de los cinco mejores filmes que pude ver en el pasado Festival de Cine Fantástico de Cataluña. Aunque todo sea dicho, de fantástico o de terror tiene poco… o nada. “La French” es una película gala ambientada en la década de los setenta y narra cómo un juez de menores, muy destacado, es ascendido y pasa a tomar partido de manera muy activa en la lucha contra la droga, en concreto contra un capo italiano llamado Gaetan Zampa.


No voy a entrar aquí a discutir si es lógico o no que estuviese incluida en dicho certamen, no me parece el momento, pero me alegro mucho de haber visto el segundo filme dirigido por Cédric Jimenez. Dos horas y cuarto de puro thriller que vi en el Auditorio a las ocho y media de la mañana y que se me pasaron en un santiamén. “La French” es una mezcla del cine de gángters de los años ochenta de Brian de Palma o Coppola y de las viscerales y frenéticas películas de acción de Michael Mann. Me ha parecido una mezcla entre “El Precio del Poder” y “H.E.A.T”.


Dos actores – Jean Dujardin y Gilles Lellouche -, dos personajes –juez y capo-, dos dualidades – justicia y crimen – El filme está realmente equilibrado y el protagonismo se lo reparten por igual estos dos personajes, amén de sus familias, porque se nos muestra tanto su cara “profesional” como la “personal”. Todo en un ejercicio que nos ayuda a entender lo que hacen, cuáles son sus motivaciones, sus fortalezas y sus puntos débiles. 


La película está filmada con pulso maestro y es todo un lujo de localizaciones y caracterización de situaciones, vestuario y vehículos para retroceder cuatro décadas hasta la Marsella de los mencionados años setenta, en especial toda la parte desarrollada en el club Kripton (un nombre muy familiar) a nivel de música, escenografía, todo.  “La French” no da respiro alguno al espectador, y pese a ser una película de personajes, de conversaciones y un duelo de interpretaciones, también hay mucha acción: persecuciones, tiros, redadas... muy intensas y sobre todo realistas.

En “La French” las cosas no son blancas o negras. Hay intereses políticos, corrupción, presión por parte de la mafia italoamericana... en fin, hay de todo lo que se puede pedir en una película de este tipo. A nivel de filme “policíaco”, toda la parte “procedimental” de la investigación  está mejor resuelta que en la mayoría de series similares y a todo este conjunto le debemos añadir la estupenda banda sonora de Guillaume Rousel.