18/10/15


Pues aunque el festival de Sitges de 2015 terminó ayer, desde Todoocio3d vamos a seguir colgando críticas para que sepáis qué ha sido lo mejor y lo puto peor de este festival que nos ha dejado todo tipo de joyas. Ahora vamos con un western, “Slow West”. Sip, un western en un festival de cine de terror, fantástico y asiático. Pero desde hace años cualquier peliculilla de acción o independiente también tiene su cabida en Sitges y bienvenidas sean si son como “Slow West”.

Este western, que en España se estrena en breve de la mano de Betta Pictures, es la ópera prima en la dirección de largometrajes de John Maclean, realizador de videoclips y letrista de canciones (varias de la banda sonora de “Alta Fidelidad” son suyas, por ejemplo) que ha filmado esta película modesta con escasísimos medios, cosa que se nota en los decorados – que no existen prácticamente – y en que toda la película está rodada en bosques, exteriores y que los extras se cuentan con los dedos de las manos y los pies.


Pero esta carencia de medios no son equivalentes a una carencia de talento, porque “Slow West” es uno de los filmes más interesantes que he visto en los últimos meses y también de los más cortos (apenas dura 83 minutos contando los créditos). El protagonista de la historia es el joven Jay (Kodi Smit-McPhee, al que veremos en breve en "X-Men Apocalypse" como Rondador Nocturno), un aristócrata escocés que viaja hasta el salvaje oeste para encontrar a su amada y al padre de ésta, que tuvieron que dejar su tierra natal.


“Slow West” versará sobre este viaje iniciático de Jay y los peligros a los que se enfrentará, como los indios salvajes, los cazarecompensas y los diversos oportunistas que encontrará en su viaje. Entre los forajidos u hombres de diversa moralidad estará Silas, el gran Michael Fassbender, que le ayudará a cumplir su misión ocultando un secreto al propio Jay sobre sus verdaderas intenciones.

Con un ritmo pausado, tranquilo, sin prisa – que la peli dura poco, pero sólo desarrolla una idea – “Slow West” nos sumerge en su hipnótica atmosfera y encandila con la relación incipiente de los protagonistas y cómo van complementándose uno al otro enseñándose lecciones de moralidad, o como sobrevivir en ambientes hostiles. 


Así hasta llegar a un final que golpea al espectador en la boca del estómago dejándole seco, pues el desenlace no responde todas las cuestiones que se abordan en el film pero es un cierre más que digno para esta película modesta pero de factura impecable, que en estética y ritmo puede recordar a esa obra maestra llamada “El Asesinato de Jesse James”.

Muy recomendable, sobre todo por Fassbender, actor que ha vuelto a demostrar que vale para lo que haga falta.