21/10/15


Hace dos años Alex van Warmerdam se fue de Sitges con el Premio a la Mejor Película debajo del brazo gracias a la magistral "Borgman", un intenso relato sobre la manera en la que actúa el demonio (aunque nunca se diga que es el demonio y ni siquiera quede claro que realmente lo sea; pero bueno, esa es mi interpretación).

Y como lo de repetirse resulta aburrido, el director cambia de tercio y con "Schneider vs Bax" nos ofrece una atractiva y ligera comedia negra, al estilo de "Señor y señora Smith", pero en clave europea y siendo fiel a su estilo.


(Iba a publicar ya el artículo cuando me he dado cuenta de que los tres próximos párrafos, si bien no cuentan ningún megaspoiler, sí que detallan demasiado el argumento de la película. Y como particularmente me lo pasé muy bien porque no sabía nada de ella, lo aviso por si quieren saltárselos y no perder el efecto sorpresa).

Es el cumpleaños de Schneider, y el hombre está feliz de poder celebrarlo con su mujer y sus preciosas hijas, amén de la pequeña fiesta que le han preparado para la noche. Pero entonces todo se tuerce cuando su jefe le llama por teléfono para un trabajo urgente. Lo que sucede es que Schneider es, en realidad, un asesino a sueldo, y el "trabajo" consiste en liquitar a Ramón Bax, un escritor que vive en una pequeña cabaña.

Claro que no todo es lo que parece. Porque lo de ser escritor resulta que es una tapadera. En realidad Bax es otro asesino a sueldo, a quien su jefe (ese mismo jefe) le ha encargado la misión de matar a Schneider tan pronto lo vea aparecer.


Por si fuera poco, las cosas empiezan a torcerse para ambos. Schneider sorprende en su taller a una prostituta que huye de su chulo, lo que le obliga a intervenir (y a tener que cargar con la mujer durante su misión). Por su parte Bax se enfrenta a la ira de su novia y al enfado de su hija, que ha ido de visita y no deja de recriminarle que no le preste la suficiente atención. Demasiadas distracciones para un trabajo que requiere una alta dosis de concentración.

"Schneider vs Bax" juega con los enredos, con las situaciones imprevistas, con las constantes penurias de estos dos asesinos a los que todo parece salirles mal. Su primera hora es vibrante, divertida, y la película es una especie de "camarote de los Hermanos Marx" en la que se siguen sumando invitados imprevistos (el padre de Bax y su joven novia, un guarda forestal...) para desesperación de los asesinos.


Es ahí donde la película tiene sus momentos más logrados. Luego la calidad desciende en el tercer acto, cuando se abandona la estructura de vodevil y se convierte ya en un enfrentamiento directo entre los dos protagonistas, un enfrentamiento del que sólo uno puede salir con vida. Es un desenlace algo descafeinado, mucho más convencional y con menos mala leche que el magistral inicio.

Pero no me quejo. Porque "Schneider vs Bax" supone un entretenimiento de primera, un divertimento sin mayor pretensión que la de lograr que el espectador pase un buen rato. Hasta el propio director se lo pasa en grande, como lo demuestra el hecho de que él mismo interpreta a uno de los protagonistas (el desaliñado Bax), puesto que se dio cuenta de que nadie salvo él iba a entender del todo al personaje y el modo en que había que mostrarlo en pantalla.


Lógicamente quienes vayan a ver la película esperando ver un nuevo "Borgman" se sentirán decepcionados, puesto que, como digo, es una obra menos ambiciosa, mucho menos sutil. Pero como no creo que haga falta ser siempre igual de intenso, me parece de lo más sano olvidarse a veces de las expectativas de los demás y dedicarse únicamente a pasarlo bien. Y si de paso se logra divertir también al público, pues mejor que mejor.

Por mi parte, nada que objetar. Me he divertido, he pasado un buen rato y espero con impaciencia el nuevo trabajo de van Warmerdam, a ver con qué nos sorprende en su próxima película. Haga lo que haga, seguro que será igualmente interesante.