10/10/15


Vaya por delante que yo soy de esos a los que le gustó mucho la "Martyrs" original. A pesar de lo impactante de sus imágenes,  y a diferencia de otros productos de peor calidad que sólo buscan provocar (sí, estoy pensando en la igualmente polémica pero mucho peor "A Serbian film"), en el film de Pascal Laugier había una historia sólida. Era una interesante reflexión sobre los límites del dolor y el misticismo (el trabajo de Laugier podrá gustar o no, pero sus propuestas al menos siempre son maduras, alejado de la filosofía del "torture-porn")

Por eso admito que no terminaba de entender el propósito de este remake, cuando sólo han pasado siete años desde que la original llegó a las pantallas (en serio, ¿en la era de internet no es mejor potenciar que la gente tenga acceso a la primera película en vez de tener que hacerla de nuevo? ¿Desde cuando siete años constituyen un cambio generacional? )

Esos eran los principales prejuicios con los que me enfrentaba a la película de los hermanos Goetz.  Y una vez vista....me temo que estaba en lo cierto. Resulta imposible juzgar si "Martyrs" (2015) es una buena película o no, porque, como ocurría con el "Psicosis" de Gus Van Sant, según la ves piensas "sí, pero alguien ya hizo eso mismo antes que tú...y mejor".


¿Qué aporta el remake de "Martyrs", la historia de esa niña torturada por desconocidos que cree haberlos encontrado de mayor, lo que siembra las dudas de su amiga de la infancia - y sé que la sinopsis es engañosa, pero si aún no han visto la peli sería bueno que no supieran mucho más -? Pues de entrada que está rodado en inglés (a lo mejor ese era el problema, que a los americanos no les gusta leer subtítulos) y que aquí no hacen falta ambulancias en la puerta de los cines, como pasó con la original (ay, esas benditas historias de gente que se desmaya...), ya que todo es mucho menos gráfico, menos impactante. Como si Disney se hubiera hecho cargo del proyecto (vale, me estoy pasando, pero ya se hacen una idea, ¿no?)

Los directores insisten en que su "Martyrs" no es un remake, sino una reinterpretación. Pues peor me lo ponen, y desde luego se colocan a sí mismos en una situación muy delicada. Porque los 40 primeros minutos son calcados del original (es decir, que sigue la trama fielmente). Y a partir de ese momento sólo existen dos posibilidades: seguir la historia del film precedente (lo que te convierte en un remake) o cambiar el desarrollo, lo que inevitablemente te llevará a endulzar la resolución, quedando como un blandengue.

No seré yo quien les diga qué camino tomaron los directores, pero sí que su propuesta resulta fallida (algo que iba a ocurrir con cualquiera de las dos opciones). Al final, la película sólo sirve para ir recordando lo que pasaba en el film de Laugier y caer en la cuenta de lo buena que es su película (aunque también sea dura, con imágenes que pueden herir la sensibilidad y esas cosas, no voy a negarlo).


Y es una pena, porque el trabajo de las dos protagonistas, Troian Bellisario y Bailey Noble, es  notable, la música de Evan Goldman no está nada mal e incluso está claro que los Goetz saben dónde poner la cámara. Su handicap, su maldito handicap, ha sido elegir mal el proyecto en el que podían haber demostrado todo su talento. Habrá que esperar a la próxima para descubrir si, aparte de tener oficio, también saben ser originales,