15/10/15


¿Saben esas personas que se pasan todo el día diciendo que el heavy metal es la música del demonio? Joder, pues resulta que llevaban razón. Al menos si hacemos caso a lo que pasa en "Deathgasm", la delirante película con la que se estrena en la dirección Jason Lei Howden (después de una brillante carrera en el departamento de efectos visuales de grandes superproducciones como la trilogía de "El Hobbit")

¿Qué pasa cuando un inadaptado metalero conoce a otro fan del heavy y ambos, en compañía de un par de pardillos jugadores de rol, deciden montar una banda de música, usando para su primer tema una extraña partitura que encontraron en la casa de una estrella en decadencia que se ocultaba en su pueblo? Pues que, como no podía ser menos, abren las puertas del infierno. Y como quien lo rompe, lo paga, tendrán que ser ellos los que salven el mundo antes de que un demonio con muy mala leche se apodere del cuerpo de uno de ellos y convierta la Tierra en su parque de atracciones personal.


"Deathgasm" es un divertimento, una película terriblemente entretenida en la que el director , ya que estamos, aprovecha para disparar en todas direcciones. Contra los fundamentalistas religiosos, contra los guaperas de instituto... vamos, contra esa gente a la que todos odiamos, y que nos hará aplaudir cuando vayan recibiendo su merecido en la película.

Pero no hay que buscarle los tres pies al gato (Howden me contaba, divertido, que un grupo cristiano se había manifestado en Londres en contra de la película. De verdad que nunca entenderé esas cosas). No hay una auténtica crítica en la historia. Es sencillamente una broma, en la que incluso hay lugar para reírse un poco del heavy metal (ese video musical que graban, qué clásico). Porque se trata simplemente de pasárselo bien.


No hace falta ser un enamorado del heavy metal para disfrutar de la película, pero sin duda es un plus (hay un rumor, les juro que no me lo invento, que dice que la partitura del tema que causa todos los problemas en "Deathgasm" se sincroniza perfectamente con el "Live after death" de Iron Maiden...y el director me retó a comprobarlo, cosa que haré en cuanto tenga tiempo). Hay algunos chistes que sólo pillarán los muy fans de la causa (como nuestro compañero Yota), pero por lo general la película es accesible para todos los públicos.

Y es que, más allá de apoyarse en elementos que le son muy familiares, el director lo que en el fondo ha hecho es sacarse de la manga una peli muy ochentera, con héroe heavy enamorada de la tía buena del instituto, colegas que tienen fricciones, malos muy malos que quieren dominar el mundo y que incluso se traicionan entre ellos mismos, un grupo de secundarios tan lamentables que acabas por cogerles cariño, demonios con muy malas pulgas... y todo ello en menos de 90 minutos, con lo que el ritmo jamás decae.

Es una de estas películas que están hechas por alguien que está claro que ama el cine, el heavy, los comics y toda la cultura que también nos cautiva a los que hacemos esta página. Es un proyecto sincero, honesto, hecho con el corazón, que no tiene ninguna clase de ínfulas intelectuales y que sólo trata de entretener al personal y hacerle pasar un buen rato. Y puedo decir que ha superado la prueba, y con nota.


Por cierto, lo bueno de verla en Sitges en un maratón nocturno es que no tienes que salir corriendo nada más empiezan a salir los títulos de crédito para volver a ponerte a la cola (aquí lo de pillar un buen sitio está muy caro). Por eso pude ver la divertida escena post-créditos que incluye "Deathgasm" (y sobre la que les advierto para que no se la pierdan). 

Si la cosa va bien, el director ya ha dicho que le encantaría hacer segunda parte. Así que ya saben, cuando se estrene en cine (difícil) o salga en video, todos a apoyar el film, que se lo merece. ¡Metal forever!