9/10/15


Es difícil explicar cómo tanta gente a la que admiro puede reunirse para hacer una película que me causa tanta pereza.

En serio, no saben lo que me gustaría decirles que "Absolutely anything" es una maravilla de película. Que además es el primer día de este Sitges 2015, y así empezábamos con la moral alta. Pero me temo que no pasa de ser una comedieta simplona, de esas que no te hacen arrancarte las pestañas (tampoco es eso) pero que pronto caerán en el olvido.

Y mira que tenemos equipazo. Sus protagonistas son Simon Pegg (¿hay alguien a quien le caiga mal este hombre?) y Kate Beckinsale, cuya carrera se está estancando (eso es cierto), pero siempre me ha caído bien...aparte de que la edad (o su cirujano plástico, no estoy del todo seguro) la han convertido en una cuarentona de lo más interesante. 


Pero es que, además, tenemos a Robin Williams poniéndole la voz a un perro, en lo que fue su último trabajo antes de su desgraciado fallecimiento. Y detrás de las cámaras, Terry Jones (de visita en Sitges, ya les contaré cuando le vea), que además ha conseguido que el resto de sus compañeros de los Monty Python pusieran las voces a un consejo extraterrestre. En serio, ¿cómo se puede desaprovechar tanto talento?

Pues así es. Es una trama de película de sábado por la tarde: un consejo de razas alienígenas deciden conferirle a un ser humano el poder de hacer "absolutamente todo", para ver cómo usa los poderes y decidir, por tanto, si la raza humana merece formar parte del consejo...o ser exterminada. Pero claro, cuando eligen a un don nadie, que trabaja como profesor de instituto y cuyo mayor interés es intentar ligar con su vecina, sabes que la elección no ha sido especialmente buena.


A partir de ahí, ya se pueden imaginar cómo sigue la cosa. Enredos, deseos que salen mal (el "culto del amor" es lo mejor de la película), ex-novios que complican las cosas...y un perro que obtiene la capacidad de hablar. Todo ello con la historia de amor de fondo y un final tonto, pero simpático. No es lo peor que podría haber pasado, pero sinceramente me hubiera gustado más.

"Absolutely anything" es una especie de "Como Dios", más amable y menos hilarante, que lo fía todo a la simpatía que despiertan sus protagonistas. Esa batalla, al menos, la tienen ganada. Soy consciente de que si el elenco no fuera el que es, estaría echando pestes. Pero me caen bien. Por eso lo dejaremos, simplemente, en que podría haber sido mejor.