5/10/15


Como buen metalero que soy, ya llevaba tiempo pidiendo una serie de televisión dedicada al mundo de la música rock. Que sí, que ya hay series que van del mundo de la música y tal y que todo el mundo se hace pajas como casas con “Empire” de la Fox, pero a mí es que la música negra me importa tanto como el agua en Marte, así que esa no la cuento. Creo que desde los 90 no hay ninguna serie que aborde este tema… hasta ahora, gracias a la FX que confíó en el quedado de Denis Leary para crear la simbólica “Sex, drugs & Rock and Roll”.


Pues bien, esta serie, con su primera temporada de diez capítulos de veinte minutos (todo un acierto en el formato que ha sido premiado con la concesión de una segunda temporada), es para un servidor la mejor comedia actual de la televisión con permiso de la desternillante “Brooklyn 99”. 

“Sex, Drugs & Rock and Roll” cuenta la historia de Johnny Rock (interpretado por Denis Leary, que protagoniza la serie y escribe y dirige muchos de los episodios), el cantante y compositor de la banda The Heathens (Los Paganos) que estuvo a punto de triunfar a principios de los noventa y que por culpa de su lujuria y vicios varios echó por tierra su carrera antes de que empezara la gira de presentación de su primer y único hijo.

Toda la trama principal de la serie irá entorno a la aparición de su hija de 25 años a la que no conocía –ni sabía que existía- y que quiere ser cantante de rock. Para colmo tiene una gran voz, pero él solo no puede componer sus temas, por lo que deberá reunir a su antigua banda.

Como he dicho es una comedia brillante, pero que puede ser bastante inaccesible para los que no tengan unos conocimientos mínimos sobre el mundo de la música heavy-rock y sobre los grandes tópicos y conflictos de las bandas más famosas, porque, amigos, “Sex, Drugs and Rock and Roll” no se casa con nadie, ni con nada y se caga en todo. A base de circunstancias absurdas y que pueden parecer irreales pero que sin embargo son totalmente ciertas.


Así pues seremos testigos de luchas de egos, de romances destinados a acabar mal entre los miembros de la banda, del choque generacional, del éxito de un grupo en otros países cuando en el tuyo nadie te conoce, de las excentricidades de los músicos y de las locuras que aparecen en el backstage, o las coñas sobre formar parte de una banda tributo. La serie es gamberra, es bruta y por momentos surrealista, pero no tiene ni una toma de sobra.

Además del protagonista Johnny Rock, tenemos a Flash, que es el guitarrista y que ha estado girando con Lady Gaga, lo que asegurará numerosas bromas; Gigi es la cantante e hija de Johnny que está muy buena y lo sabe y que en el fondo es mucho más inocente de lo que parece; Bam Bam es el batería calvo y gordo y con problemas con la comida; Ava es la corista y pareja de Johnny Rock (antes eran dos coristas, pero eso es otra historia); por último contamos con Rehab, el bajista y que como buen bajista no cuenta para nadie y carece de cualquier tipo de carisma.


No sabría elegir mi momento favorito de “Sex, Drugs and Rock and Roll” pero sólo os digo que a mí las comedias no me gustan, no me hacen gracia, pero que con ésta me he partido la polla pero bien, sobre todo por la feroz crítica que se hace de la música comercial, prefabricada y llena de silicona y niñas guapas que apenas saben cantar.

Os dejo con el tema que da nombre al primer disco de la banda, a la serie y que además está cantado por el propio Denis Leary, que en todo momento está borracho y colocado y no se avergüenza lo más mínimo.